El Chico Malo {Jon Bon Jovi} [TERMINADA]

Capítulo 7 : Mary

Mi móvil no dejaba de sonar con mensajes y llamadas de Mary. Estaba con Jon en el parque, descolgué y puse el manos libres.
-Mary, dime.-dije apoyada en el hombro de mi chico.
-Diane, quería disculparme.
-¿Por qué?
-Por lo de Jon.
-Ah bueno, no pasa nada. Todos sabemos que estás desesperada. Siempre has sido la amiga fea.
El rubio me dió un codazo riendo en silencio.
-¿Cómo has dicho?
-Lo que has oído, estás fea, sola y desesperada.
El chico a mi lado no podía parar de reír.
-En cuanto te vea en el instituto, te vas a enterar, zorra.-gritó enfadada.
-Bueno, entonces tu padre se enterará de que te has estado enrollando con Axl, casi te tiras a mi novio y has metido a gente en casa sin su permiso. ¿Qué te parece?-sonreí.
-No serás capaz...
-¿Que no?-alcé una ceja.
-Serás...-colgué y estallamos en risas.
*Fín de la llamada*
-Puedo añadir algo más a la lista del por qué te amo.-pasó un brazo por mis hombros y besó mi mejilla.
-Jon, dime algo: Si yo no hubiese llegado, ¿lo habrías hecho con ella?-le miré triste.
-Bueno...-suspiró-No lo sé...-al verlo dudar, me levanté y empecé a caminar en dirección a casa de Mary,  quería recuperar mi mochila antes de que la quemara y sabía que no estaba allí. Sentí unas manos rodear mi cintura y atraerme hacia atrás en un abrazo.
-No te enfades, por favor. Te quiero, fue una tontería. Te prometo que eres la única para mí.-apoyó la cabeza en mi hombro y yo me crucé de brazos.
-Me es difícil creerte después de esto.
-Pues déjame demostrártelo-sonrió-Si no me importaras, ¿crees que vendría a por ti?
-Lo estás arreglando...-dije sarcásticamente y rodé los ojos.
-O eso intento. Vamos, no te pongas así. Mira, toma.-me dió un papel doblado que sacó del bolsillo trasero del pantalón.
Lo abrí y era una canción escrita por él:"Always"
-La escribí la noche que estuvimos separados, no pude dormir sin ti.
-Jon, esto es...-me giré quedando frente a él y lo abracé fuerte-Te amo.-estaba llorando, me había enamorado demasiado esa canción.
-Yo muchísimo más, mi gatita.-me correspondió sonriendo.
-Venga, vamos a casa de Mary a buscar mi mochila.-me guardé el papel en el bolsillo, le agarré la mano y nos dirigimos a allí.
Entramos, Jon insistió en llevarla él y salimos antes de que viniera.
Llegamos a su apartamento, le mandé un mensaje a mis padres diciéndoles que me quedaría con Mary hasta el día siguiente, aceptaron como siempre.
-¿Qué dicen?
-Que sí.-sonreí.
-Ah, entonces eres mía hasta mañana.-me abrazó.
-¿Sólo hasta mañana?-sonreí de lado.
-Bueno, puede que te quedes un poco más con Mary.-me imitó.
Fuimos a su casa después de ir a la mía a buscar ropa.
-¿Cuál es mi habitación?-bromeé sabiendo la respuesta.
-La misma que la mía.-pellizcó mi mejilla.
-Ah, no hagas eso.-sonreí.
-Pues hago esto.-me besó.
-Dime algo.-me separé para mirarlo-¿A que beso mejor que Mary?
-Claro que sí.-me pegó más a él besándome apasionadamente.
Llamaron a la puerta.
-Joder, cuando estoy solo no viene nadie.-dijo fastidiado yendo a abrir.
-Tranquilo, tenemos muchos días.-sonreí calmándolo.
Me quedé en el sofá pero escuché lo que estaban hablando.
-Jon.
-Mary, tienes que irte de aquí. Yo amo a Diane.
-¿Acaso ya no me quieres?
-No, nunca te he querido, fuiste un desliz. Ahora vete, por favor. No quiero que te vea.
-Ah, que está ahí.
-Sí. Adiós.-cerró la puerta pero ella la empujó y entró.
-¡Diane, ven!
Me acerqué.
-¿Qué pasa?
-Mira.-sonrió.
Tiró del cuello de la camisa del rubio besándolo de una forma que me dió muchísimo asco. Me quedé inmóvil contemplando aquella horrible escena, él la empujó de inmediato y cerró dejándola fuera del apartamento.
-Diane, yo...
Me encerré en el dormitorio y me senté con la espalda apoyada en la puerta.
-Lo siento...
-No ha sido culpa tuya Jon, pero...-suspiré-Déjame solo un momento ¿vale?-puse una mano en mi frente.
-Está bien. Voy a hacer una pizza, ¿quieres?
-Sí, gracias.
-Ok, me voy a lavar los dientes antes mejor.-intentó quitarle hierro al asunto pero no lo consiguió.
Pensaba en cómo Mary, mi amiga de otra madre, había podido hacerme una cosa así. ¿En serio estaba tan desesperada?
Después de un rato, Jon volvió a llamar.
-¿Estás bien?
-Sí...no...no pasa nada.-suspiré.
-Sí que pasa, por favor, déjame entrar.
Quité el pestillo de la puerta y abrí lentamente.
-Te quiero.-dijo con cara de perrito triste.
-Creo...será mejor que me vaya.
-¡No!-se interpuso en mi camino.
-Jon...
-No.
-Jon...
-No.
-JON. Quita, por favor.
-No, no puedo dejar que lo hagas.
-Deja que me vaya, por favor. Necesito estar sola.
-Pero si estábamos bien. ¿Qué ha pasado ahora?
-Que he pensado.-me apoyé en la puerta, me tapé los ojos y empecé a llorar.
-Oh, cariño.-me abrazo, seguía con las manos sobre los ojos pero ahora apoyada en su hombro-Lo siento muchísimo, por favor, no quiero que llores y mucho menos por mí.-acarició mi cabello-¿Te llevo a casa?-besó mi mejilla.
Rodeé su cintura con mis brazos y me aferré a él.
-Lo tomaré como un "no".-sonrió y nos sentamos en el sofá.
-Perdón por este ataque de bipolaridad.-dije cabizbaja-Te quiero, Jon.
-No pasa nada ¿vale?-hizo que lo mirase-Yo también reaccionaría así e incluso peor. Agradezco que me des esta segunda oportunidad a pesar de que sea tan duro para ti.
-No quiero dejarte jamás.-lo abracé otra vez.
-Ni yo que me dejes.-me correspondió.