Capítulo 14: Nueva casa

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No sabía a dónde ir, obviamente no regresaría a casa de mis padres, no quería darle la razón a mi padre aunque la tuviese al decir que Jon era como era. Busqué mi cartera en mi bolso y tenía 50$ dentro. Pensaba en pasar la noche en un motel barato cuando un coche se detuvo a mi lado.
-¿Qué haces aquí sola y con tantas maletas?
Era David, el teclista de la banda de Jon.
-Hemos discutido, va a tener un hijo con mi mejor amiga.-lo dije como si fuese lo más normal del mundo, no sentía nada.
-¡¿Qué?!
-Yo me quedé igual. ¿Vas al ensayo?
-Iba a mi casa a prepararla para cuando fuesen los chicos pero no creo que él vaya.
-No lo sé.
-¿Te llevo?
-¿A tu casa?
-¿Tienes otra idea?
Me quedé unos segundos en silencio pero metí las maletas en el coche y entré.
-Gracias, David. Eres mi héroe.
-No es nada.-sonrió-Si te quieres quedar conmigo hasta que encuentres algo...por mí bien.
-Sería de gran ayuda, sólo tengo 50$.
-Pues no se hable más. ¿Estás yendo a clase?
-No, las he dejado.
-¿Por qué?
-Iba a dedicarme enteramente a Jon, pero...
Suspiré.
-¿Y si te sacas el graduado desde casa?
-¿Eso se puede hacer?
-Sí, claro.
-Bueno, podría probar.

Llegamos y bajé las maletas.
-Espera, deja que te ayude.-me las quitó.
-Gracias.-sonreí sin mostrar los dientes.
Entramos.
-Vaya, es muy bonita.
-Gracias. Ven, te enseñaré tu habitación.
Lo seguí por las escaleras hasta una habitación con una puerta blanca, de paredes rojas y techo gris.
-¿Te gusta?-dejó el equipaje sobre mi cama.
-Me encanta, es genial.-giré sobre mi eje para contemplarla por completo-Justo lo que necesito.-suspiré mirando por la ventana.
-Instálate mientras llamo a Jon para ver lo que va a hacer.
-Vale. No le digas que estoy aquí.
-Bien, lo comprendo.
Salió y abrí la maleta más grande.
Metí toda la ropa en el armario y la dispersé por los cajones. Tomé una chaqueta de cuero para colgarla cuando algo cayó al suelo emitiendo un sonido metálico. Dejé la prenda sobre la cama y me agaché a recoger el elemento. Una vez en mi mano, lo miré, se trataba del colgante en forma de luna que me había dado Jon en el instituto.

*Flashback*
-Me iré con él.-miré al pelirrojo.
-Diane, no...
-Ja, por fín piensas.-me soltó y se inclinó para besarme, le dí un puñetazo en la cara que lo hizo caer al suelo, agarré la mano de Jon y me lo llevé corriendo de allí.
-Me habías asustado.-rió-Chica lista.-me besó apasionadamente.
-No has reaccionado mal.
-No ha sido como lo de ayer.
Reí.
-¿Sabes que te amo?-sonrió.
-¿Sabes que yo a ti más que a nadie?-junté mi frente con la suya.

-Toma.-se separó, se quitó un colgante de los que llevaba y me lo puso. Era una luna plateada-Quiero que lo tengas tú, es muy importante para mí, como la chica que lo lleva.-sonrió.
Lo abracé.
-Te amo, Jon.
-Y yo. Oye, ¿te gustaría venir a vivir conmigo?-me miró.
-Ya te dije que quería pasar tiempo con mi hermano pero podría ir a visitarlo y cada mañana lo encontraré por el camino. A lo mejor no es tan mala idea.-sonreí.
*Fin del Flashback*

-Idiota, sí que sería mala idea.-estaba llorando con el puño cerrado, clavándome el trozo de plata en la palma de la mano.
Tiré el objeto contra la pared haciéndolo caer al suelo y salí.

-¿David? ¿Dónde estás?
No obtuve respuesta, lo busqué en el garaje.
-David, ya he terminado de colocar la...-nada más abrir la puerta, me encontré a Jon de frente, los demás estaban allí también-ropa.
-¿Diane? ¿Qué haces aquí?-miró al de cabellos dorados esperando que hablara.
-La encontré sola por la calle y le di un lugar donde dormir, es todo.
-Tú...¡me las vas a pagar!-le saltó encima, tirándolo al suelo y golpeándolo.

Richie y Dave corrieron a separarlos.

-¡David! ¿Estás bien?-limpié la sangre que salía de su nariz y acaricié su mejilla.
-Sí.-sonrió para calmarme-No ha sido nada, tranquila.
Lo ayudaron a ponerse de pie y me dirigí a Jon.

-¡¿Por qué has hecho eso?!
-Puede que me haya pasado un poco. Pero se lo merece, seguro que quiere algo contigo.
-Yo no...
-Y si quiere ¿qué?-interrumpí al teclista.
-¿Cómo?
-No vengas de digno, vas a tener un hijo y me has estado engañando desde que empezó esta mierda de relación.

Los chicos se impresionaron pero no les presté atención. El rubio no mediaba palabra.

-¿Qué? ¿Ahora no dices nada?
-No quiero que salgas con él.
-Bueno, me alegra comunicarte que no es asunto tuyo.
-Muy bien, chicos. Se acabó el ensayo.-intervino David-Ya nos veremos.-tomó mi mano y me llevó de vuelta a la sala de estar sin dejarme volver a mirar a Jon.

Me sentó en el sofá.

-Perdón por no avisarte de que estaban aquí, no pensé que bajarías tan pronto.-no me había soltado y no parecía querer hacerlo.
-No, es culpa mía, tuve que asegurarme.-suspiré bajando la cabeza.
-Ya ha pasado todo ¿vale?-levantó mi cabeza suavemente con una mano en mi barbilla.

Mi impulso fue abrazarlo.

-Gracias por ayudarme.
-No es nada. Venga,-se separó de mí-vamos a esperar a que se vayan mientras cenamos y luego te enseño a tocar algo ¿quieres?
-¡Me encantaría!-sonreí.
-Vale, pues voy a ver qué hay en la nevera, y tú vas a venir conmigo, no quiero que veas a ese impresentable.
-Está bien.

Me senté en la encimera mirando cada uno de sus movimientos.

-¿Te ayudo?
-¡No! No te muevas de ahí.-ordenó rápido sonriendo.
-Vale vale, tranquilo.-reí.

Estuve un rato en silencio y sin mirarme, preguntó:
-¿Qué piensas?

Nadie me lo había preguntado nunca.

-¿Crees que Jon me quiere todavía?

Metió una lasaña grande en el horno y se sentó a mi lado.

-La verdad, estoy seguro de que sí. Pero no sé hasta qué punto eso es bueno.
-

Me mintió, y ahora va a tener un hijo con Mary.-noté las lágrimas comenzar a recorrer mis mejillas.
-Vamos, tranquila.-me abrazó y lloré en su hombro.
-¿Qué voy a hacer ahora?
-No pasa nada, sólo es cuestión de tiempo que olvides todo esto.

Seguía sollozando.

-Tranquila.-susurraba-Estoy aquí, estoy contigo.-me miró y limpió mis lágrimas-Vamos a comer ¿vale?
-Vale.
-¿Me vas a dejar verte sonreír?

Forcé una sonrisa.

-No, así no, una de verdad.

Me hizo cosquillas y reí.

-¿Ves?-acarició mi mejilla-Mucho mejor.

Se levantó y miró la lasaña.
Le quedan unos pocos minutos.

...

Comimos y me llevó al garaje.
-Bueno, pues este es mi pequeño.-señaló un teclado de marca.
-Es muy bonito.-me acerqué.
-Siéntate, te enseñaré algo.
-Pero...
-Vamos, no es tan difícil.-sonrió.
-Ya...-alcé una ceja mirando la gran cantidad de teclas y botones que tenía.

Obedecí y se sentó a mi lado.
Toco algo muy rápido que me dejo con los ojos como platos.

-¿Cómo haces eso?
-No lo sé, me sale.-rió.
-Tienes muchísimo talento.
-Bah, no es para tanto.
-¡¿Qué no?!
-Mira, quédate ahí, te lo enseñaré.

Se levantó, se puso detrás de mí, agarró mis manos y repitió lo mismo o más deprisa mientras yo seguía con la boca abierta como una idiota.

-¿Cuánto tiempo llevas aprendiendo?-eché la cabeza hacia atrás para mirarle.
-Pfff, pues...desde que tenía 10 años, y tengo 21.
-Yo...cumplo 18...mañana...-suspiré mirando el piano de nuevo.
-¿Mañana? ¡Eso es genial!-volvió a ocupar su lugar junto a mí.
-No lo voy a celebrar.
-¿Qué? De eso nada.
-David, no estoy de humor...
-Exactamente, por eso, te animará.
-No, te agradezco el interés pero no...Me voy a dormir.
-Hasta mañana.

El Chico Malo {Jon Bon Jovi} [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora