Memorias

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Iba camino a mi oficina, pensando en todo lo que acababa de suceder, cuando sonó mi móvil y me sacó de mis pensamientos. Miré el nombre de contacto, era la madre de Ismael.


-Hola Raúl ¿cómo te va?


-Hola señora Prego, bien ¿y a usted?


-Me alegro... Bien, muy bien... No te vemos desde tu graduación, imagino que tendrás mucho trabajo.


-Si, he estado algo ocupado. - su tono de voz me decía que quería pedirme algo así que decidí andarme sin rodeos- ¿Para que me ha llamado, señora? ¿Hay algo que pueda hacer por usted?


-En realidad si, ¿podrías pasar a la casa por favor? 


-Seguro, llego en unos minutos. Hasta luego madame


-Nos vemos Raúl - colgué el móvil y me dirigí a su casa. A saber qué iba a inventar esta mujer, ¿será que finalmente le interesa saber de su hijo? ¿O ya lo habrá olvidado y querrá convencerme de que lo supere, como intentó hacerlo hace unos años cuando osé mencionarlo?

Llego a casa de los Prego y un sentimiento de nostalgia me invade, toco el timbre y me abre la puerta el padre de Isma. Me invita a pasar y me hacen esperar en la sala con una taza de café, me quedó ahí y veo cómo bajan un montón de cajas. 


-¿Necesitan que los ayude?- Me levanto del sofá y me acerco a ellos


- No, no tú espéranos por favor- me dice ella y me sonríe


Espero un rato más hasta que finalmente ambos se acercan a mí


-Raúl...- dice ella


-Bueno, nosotros sabemos que eres el único que aún tiene fe en que el chico va a recordar algo- dice él


- "¿El chico?" ¿Así es como lo llaman ahora? Les recuerdo que se sigue llamando Ismael, aunque ya no quieran recordarlo- comienzo a cabrearme- Y lo crean o no, él puede recordar cosas


-Chaval, tienes que entender... El médico dijo que su edad mental se ha quedado de 15 años y que a veces puede llegar a ser como la de un niño, que no recuerda quiénes somos, ni el accidente, ni nada de lo que le haya pasado antes de eso...- dice ella


-Y han pasado ocho años Raúl, deberías rendirte.- dice él sacudiendo la cabeza


-Jamás voy a rendirme, creo firmemente que puede ser el mismo de antes...


-Apreciamos que lo quieras tanto, y que lo hayas cuidado cuando eran chicos, pero lo mejor es que te rindas y que sigas adelante como lo hemos hecho todos.- dice ella


-No puedo "seguir adelante" y dejarlo en el olvido sólo porque ese estúpido doctor dijo que no había esperanzas para él. Voy a poner todo mi esfuerzo y toda mi vida en él, le hice una promesa y no pienso romperla.- Me dan una de esas típicas miradas de padres que dicen "No tienes remedio, chaval". 

Cuteness in his Darkness || WisplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora