CAP.06

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Fue un momento extraño para pensar en ello, pero cuando sentí la polla de Jimin deslizándose contra la mía, y cuando algo muy duro tocó mi vientre, recordé que Jackson nunca me dio ese libro, y que esencialmente no tenía noción de lo que sucedería a continuación.

―¡Alto, alto! ―Grité, empujando contra el suave pecho de Jimin en pánico. ― ¡No sé que estoy haciendo!- Se apartó y me dio una mirada de puro desconcierto.―Nunca he hecho esto antes. No sé qué hacer. ¿Qué vas a hacer?―Todavía estaba empujándolo, con fuerte pánico.

―Shh... Todo estará bien. Sólo relájate. ―Me besó en la barbilla y tomó mis manos entre las suyas, frotando suavemente mi muñecas con sus dedos. ―Quiero hacer esto fácil para ti, YoonGi. Dime cómo.

Fue entonces cuando comencé a respirar de nuevo. Ahí realmente no había presión. Jimin estaba dispuesto a darme tiempo.

―Déjame verte, ¿por favor? ―Susurré, con un toque de miedo en mi voz.

Pero no dudó. Rodó fuera de mí y se tumbó sobre su espalda. Extrañe la sensación de tenerlo en mí de inmediato, tanto el calor y la ilusión de demasiado peso presionando contra mí, pero aún así me senté y me volví para mirarlo.

―Dime que íbamos a hacer.

Miré su amplio pecho, músculos que aparecían en lugares donde dudaba incluso que poseía. Tenía la postura y las líneas de un guerrero, cicatrices contando sus batallas, dedos callosos por sostener una espada. Pero las marcas fueron lo que más me fascinó.

―Estamos a punto de tener sexo.-Lo escuché hablar y distraídamente le pregunté..

―¿Cómo? ―antes de enfocar mi atención en su polla.

Era larga y dura, curva casi hasta el ombligo cuando estaba excitado. No había piel suelta en la punta, sólo estos cantos fascinantes formando una corona redondeada. Pero lo que me cautivó más fue su escroto. Era tan suave como el resto de él, apretado contra su cuerpo y no pude resistirme a tocarlo.

―Entraré en ti con mi polla ―dijo, rompiendo mi atención regresando a su cara, y estoy seguro que mis ojos se ampliaron con esa información.

―Por todos los Dioses, ¿cómo?

Se rió de mí entonces, pero sus dedos se perdían bajo mi espalda, sobre las mejillas mi culo y directamente al centro de mi grieta.

Salté sobre él en ese contacto, escapando de la mano perversa, y parecía aún más confundido. Jimin estaba temblando con una risa incontrolable y no podía comprender que era tan divertido.

―Entraré allí ―dijo finalmente, y esa pieza de información me había dejado en shock por completo.

―¡No lo haré! ―dije decididamente, ni siquiera importando que estaba desnudo frente a él.

Todavía estaba riendo, pero reaccionó.

―¿No confías en mí?

Eso me tuvo en todo tipo de confusión.

Por supuesto que confiaba en él. Pero no había forma de que su polla fuera a ajustar donde él me mostró. Sí, todo tipo de confusión.

―Cabrá ―dijo de pronto, y mis ojos regresaron de nuevo a él. ¿Era capaz de leer las mentes? Nunca había oído hablar de tal cosa sobre los Bangtan.― Sé que tienes miedo y dudas. Solo tienes que venir aquí. Confía en mí, te mostraré todo.― Jimin se sentó en el borde de la cama y esperó a que fuera hacia a él.

De mala gana lo hice. Debido a que esto era algo que se suponía debía suceder, no importa si lo quisiera o no, y pensé que no muchas personas disfrutarían del sexo si fuera tan desagradable. Sí, eso sonaba perfectamente lógico.

La Conquista Del Rey. «J I M S U»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora