Capítulo 9 - Té para tres

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John después de un rato comenzó a reír.
Caminamos juntos hacia nuestras casas, el único que se tenía que desviar era Paul, pero iría a mi casa a darle la respuesta a mi madre.

-¿Ya saliste de vacaciones, Paul?- preguntó John.

-Sí ¿cuándo salen ustedes?-

-En una maldita semana-

-No es mucho- consolé a John. -¿No les ha pasado que sienten a veces que el tiempo se pasa muy rápido?-

No escuché respuesta y miré a mi lado izquierdo, donde estaban Paul y John..."estaban".

-¿John? .... ¿Paul?- no sabía que pensar, ¿me habrían abandonado o ...? No me percaté en qué momento habían desaparecido. -¿Paul? ¿John?-

Estaba dando vueltas sobre mi propio eje cuando...

-¡¡¡Alanna!!!-

Grité, alguien tocó mi hombro desde un árbol a un costado del camino.

John y Paul estaban muriendo de risa. Yo casi lloraba pero el verlos reír hizo que riera yo también.

-Los odio- dije "enojada".

-Perdón, Alanna- John no paraba de reír y Paul me abrazó tratando de consolarme.

-No lo vuelvan a hacer-

-No prometemos nada-

Fuimos a mi casa. En el camino, John y Paul me hacían reír con sus anécdotas.

Cuando llegamos a mi casa mi madre los recibió muy gustosa. ¿Cómo no? Si para ella eran unos héroes sin capa.

-Me gustaría ofrecerles algo- dijo mi mamá -Pero hoy entro mas temprano al trabajo y me tengo que ir. Alanna, busca algo en la cocina. Los veo pronto muchachos. Me alegra que puedan venir a pasar la navidad aquí.-

-A nosotros también, señora- respondió Paul.

Mi madre todavía no salía de la casa y John casi ya estaba en la cocina.

-¿Qué haces John?- preguntó Paul.

-¿Tienen té?-

-Claro- respondí acercándome a él pero puso su mano enfrente de mí deteniendo mi paso.

-Alto ahí, yo lo haré-

Paul comenzó a reír. -Ven Alanna, mejor trae la guitarra para tocar un rato-

-¿Tienes guitarra?- preguntó John

-Sí, bueno, es de mi padre, o era.-

-¿Murió o algo?-

Paul miró a John molesto, diciéndole con la mirada que se callara.

-De hecho sí- respondí.

Al parecer John lo había dicho sin intención de herirme, ya que dejó lo que estaba haciendo por verme.

-Oh, lo siento...no creí que...-

-No te preocupes- le sonreí y fui por la guitarra.

-¿Sabes tocar?- John cambió de tema.

-Un poco-

Paul comenzó a tocar mientras John sacaba otras tazas de la alacena. De pronto me llamó.

-Alanna ¿puedes ayudarme?-

Me levanté y me dirigí con John.

-¿Qué pasa? ¿Quieres azúcar?-

-De hecho no me gusta el té-

-Entonces... ¿por qué te hiciste uno y ...-

-¿Por qué no me quisiste besar?-

Lo miré por unos segundos y después ví a Paul en la sala sentado.

-Creo que no es momento para hablar de eso-

-Paul nos está ignorando-

-Pero nos puede escuchar-

Comencé a susurrar.

-Entonces dímelo rápido-

-Porque...- no sabía qué decirle.

-¿Tienes algún problema con besar chicos?-

-No, John. Es que...no me gustas-

John me miró un poco desconcertado, no sé si porque creía que no era necesario gustarse para besarse o porque en realidad se esperaba que me gustara.

-Pero...-

-Es más...- lo interrumpí -Ni si quiera tenemos mucho de conocernos-

-Chicos- Paul nos llamó. Su cara de sorprendido y de "yo no fui" me hicieron reír mucho cuando vi que la guitarra tenía una cuerda rota. No me enojé. Y eso me sorprende, porque la guitarra es algo muy preciado para mí.

-Creo que alguien rompió tu guitarra, Alanna- dijo John burlándose.

-No te preocupes, Paul, es viejísima-

-Te compraré cuerdas nuevas-

John llegó con tres tazas de té y las tomamos. ¿Qué estos chicos no piensan en otra cosa que no sea té?.

-¡John!- gritó Paul interrumpiendo la plática que teníamos los tres.

-¿Qué pasa?-

-Olvidé decirte algo muy importante-

-¿Qué?-

-Frank nos quiere en su grupo-

Al parecer fue una notica estupenda para John, pues sus ojos se abrieron mucho y empezó a pedir detalles.

-Quiere que toquemos en su banda sin tener que hacer ninguna prueba, de hecho mañana quiere que vayamos-

-¿Mañana?-

-Sí. Quiere que toquemos. Quiere que tengamos nuestra primera presentación- Paul no se veía tan emocionado al decir esas palabras.

-¡Viejo! Es lo mejor que me han dicho-

-John, pero necesitamos ensayar primero- insistía Paul.

-Por favor tu sabes que tienes mucho talento, nos ha visto tocar al puro estilo libre y no podrás negar que somos muy buenos...nosotros somos capaces-

John fue convenciendo a Paul hasta que aceptó y decidieron ir a casa de John a ensayar un poco.

-¿Quieres venir, Alanna?- me preguntó Paul.

-No, no, me quedaré a limpiar la casa-

-Puedes hacerlo después- dijo John.

-No chicos gracias, pero quiero que mi madre llegue y no tenga mucho que hacer-

-Bueno, te veremos después- Paul se levantó. Vi que se iba a acercar a mí pero creo que se arrepintió y se dirigió a la puerta. Yo lo seguí para abrirla.

Abrí la puerta y Paul salió, John también lo seguía pero se detuvo a mi lado.

-Voy a conseguir ese beso- me susurró.

Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora