Piénsalo, dos veces. (John Lennon & Paul McCartney)

Capítulo 61 - Noche con Paul

ALANNA's pov

Un encuentro de emociones me invadió en ese momento.

-¿Haber decidido?- pregunté.

-John... Me lo contó todo-

-¿Qué fue lo que te dijo?-

-Pues... ven, siéntate- dio palmadas en la cama para que me sentara junto a él -mencionó que después de lo que pasó con Cynthia, se había dado cuenta que su corazón le pertenecía a ella-

"¿¡Qué!?" pensé. John no me había dicho eso en la mañana.

-¿Y qué más te dijo?- disimulé.

-Que se había portado un poco grosero contigo por la respuesta que le diste-

-¿Cuál respuesta?-

-¡Oh bonita! Tú fuiste quién le diste la respuesta... ¿Cómo no recuerdas?-

-Quiero que me lo digas tú- dije inocente.

-Pues que te habías dado cuenta que por John sólo sentías atracción, pero por mí...- se sonrojó -sentías amor-

Eso tampoco era verdad, yo nunca dije eso, pero desearía que todo el mundo hubiera podido ver su sonrisa y sus ojos en esos momentos. Le brillaban, sonreía como un niño pequeño pero con una seducción de un joven adulto.

Sonreí por inercia, por amor, por ternura... ¿Qué se yo?... En ese instante sonó el teléfono.

-¿Sí?- contesté

-Alanna...- era John -¿Paul está contigo?-

-Sí... ¿Qué sucede?-

-Hazme un favor... es el último que te pido-

-Amm, sí, dime-

-Creele todo lo que te diga y finge que así sucedió-

No entendía nada.

-P-pero...- colgó. ¿Qué tramaba John?

-¿Quién era?- preguntó Paul

-Número equivocado... ¿Decías?- volví a sentarme en la cama.

-No quiero adelantarme a nada bonita... pero, no sabes cuanto me alegra esto- tomó mis manos y después ¡pum!, volví a sentir eso que me había envuelto la primera vez que lo besé en la boda de Cynthia, en el teatro y en el avión... ¿Por qué diablos no me podía resistir a McCartney?, tenía bien claro que aún seguía confundida, pero Paul me transmitía esa confianza y esa energía que nadie más podría. ¿Por qué Paul? ¿Por qué tienes esa mirada tan profunda y esa sonrisa tan provocativa?

¿Besarlo? Ni siquiera tuve tiempo de pensarlo. Parecía que él era el que se moría de ganas por besarme y no desaprovechó esa oportunidad. Estábamos sólos y en otro continente, sobre todo, él sentía que ya todo estaba aclarado y yo me dejé llevar... como siempre, como la chica débil que soy.

Tomó mi cabello de esa manera que me encantaba. Es cuando agradecía no ser otra fan más. Me besaba con tanta dulzura que hasta creería que tenía miedo.

Tocó mis brazos y después nos recostamos... lo típico. Seguía besándome al mismo tiempo que tocaba mi cabello y yo el suyo... ¡Brian lo mataría si viera esto!.

Se separó un poco para verme a los ojos y aproveché para hablar.

-Dijiste que no te adelantarías- sonreí.

-No lo haré- sonrió... ¡Oh su sonrisa! -Pero quiero seguir besándote... ¿Podría?... No hay nada en contra-

-¿Qué hay de los demás?-