Capítulo 14

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Sé que estuvo mal lo que hice, y sé que le debo una a Amanda, pero no tuve elección. Me encontraba tan mal, que esto fue lo que dije después de salir de la pequeña habitación donde estaba Dylan y de reunirme con todos:

"—Necesito que alguien me lleve de vuelta a la universidad, por favor. Si no queréis, lo entiendo. Cogeré un autobús o volveré andando. Lo siento, no puedo estar más aquí."

Todos se quedaron mirándome con preocupación. Acabábamos de llegar y ya quería irme. Amanda sabía que me pasaba, así que fue ella quien aceptó y me llevó de vuelta a casa. No le conté nada hasta que llegamos a la habitación, y fue en ese momento cuando me derrumbé y lloré un mar de lágrimas mientras le contaba lo sucedido. Amanda no se sorprendió mucho, pues sabía que pasaría algo entre nosotros si nos volviésemos a ver. Siempre ha creído que entre Dylan y yo existía una fuerte conexión, y la verdad es que la hay, y nunca se acabará.

Gracias a que ayer lo hablé todo con Amanda y lo solté todo, hoy me encuentro bastante mejor. Es lunes y tenemos clase, pero yo he decidido quedarme en la habitación y acudir a las clases de la tarde. A Amanda le parece bien; me dice que me vendría bien descansar ya que he pasado la noche en vela. Haría caso a lo que Amanda me ha dicho: tumbarme en la cama y dormir hasta la hora de comer. Pero, por mucho que me apetezca la idea, quiero adelantar trabajo. Así que, cuando Amanda se despide de mí y cierra la puerta detrás de ella, me levanto y empiezo con mi trabajo. Me siento en mi escritorio y miro a las hojas que tengo delante de mí. No puedo. Cuando intento concentrarme, mi cabeza viaja hasta la fiesta de anoche. Dylan parecía realmente triste, y... "No, Alissa. Te ha hecho daño"—me dice mi subconsciente. Tiene razón. No debería de preocuparme por él. Él no se preocupó por mi cuando me dejó y se marchó sin decir nada. Mierda Alissa, céntrate. Retiro todos los pensamientos de mi cabeza, e intentó centrarme en mi trabajo. Cuando por fin consigo hacerlo, me sobresalto cuando alguien entra por la puerta de mi habitación sin ni siquiera llamar, y mi corazón empieza a latir con más fuerza. Es increíble que siga poniéndome nerviosa, después de un año sin verle.

—Dylan—suspiro, y pongo la cabeza entre mis manos.—No me hagas esto.

—Alissa, solo quiero hablar contigo—me dice, y se va acercando cada vez más.

—Dylan, vete por favor, estoy intentando trabajar.—le digo, y bajo la mirada a mis hojas. Pero ya no puedo concentrarme, no cuando Dylan está en mi habitación.

—Por favor, solo...—empieza a decirme, pero le interrumpo cuando me levanto de un golpe.

—¿Sabes qué, Dylan? Yo no quise acabar con esto, fuiste tú quien me dejó sin explicación alguna. Te fuiste sin más. Ni siquiera te importó como me sentiría después. Dejas de hablarme, y a la mañana siguiente me dejas. Eso es lo que hiciste. Así que no tienes derecho a venir a decirme que me has echado de menos. No me hagas esto, Dylan. Por favor.

—Alissa, te juro que dejarte ha sido la cosa más dura que he hecho. No quería hacerlo. ¡Por supuesto que no quería! Pero tuve que hacerlo.—me dice mientras se acerca y me coge de las manos. Esta vez no las aparto—Te quiero, y siempre lo haré.

—No, Dylan. Me dijiste que no me querías. Por eso te marchaste, porque no me querías.—al decirle esto, pequeñas lágrimas caen por mi mejilla, pero no voy a llorar.—Y eso fue lo que más me dolió.

—Alissa, lo siento mucho. Dame una oportunidad, y te lo explicaré todo. Por favor.—me dice, y se me parte el corazón al verle así.

—Dylan, no puedo. Me has...me has hecho daño—me duele admitir esto en voz alta, y más cuando está él presente—A demás, tengo novio.

—¿Cómo? ¿Tienes novio?—me pregunta Dylan, y se aparta un poco de mi.

—E-e, sí.

Me mira como si estuviese enfadado, y después de unos segundos, me pregunta algo que dudo si responderle o no.

—¿Le quieres?

—Sí. Dylan, se ha portado bien conmigo y es una buena persona. Claro que le quiero.

Cuando le digo eso, se queda en silencio y asiente varias veces con la cabeza agachada, pero termina preguntándome algo.

—¿Me has echado de menos?

—No me hagas esto Dylan. —le digo, dirigiéndome hacia la entrada y abriendo la puerta—Por favor... vete.

—¿Podemos hablar mañana?—me pregunta antes de marcharse.—Quiero explicarte todo para que entiendas por qué me marché. Solo quiero explicártelo, nada más.

—No-no lo sé.

—Esta bien. Piénsatelo mejor y mándame un mensaje cuando lo tengas claro, por favor.

Asiento, y nos miramos una última vez antes de cerrar la puerta.



Quiero que sepáis que ya tengo bastantes ideas para seguir con mi novela, y creo que os gustaran. Gracias si estas leyendo esto, gracias a ti, porque haces que mi sueño se haga realidad!!! Muchos besos para todos, en serio. Sois lo mejor!!

Never loved youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora