Capitulo 28

245 13 6
                                    

ALISSA

—¿Cuándo vas a decirme cuál es la sorpresa que tienes para mí?—le pregunto a Dylan.

Ayer, después de estar un rato hablando, nos quedamos dormidos uno encima del otro. Estoy muy contenta de haber vuelto a lo de antes. Levantarme con él, besarle, pasar el mayor tiempo posible con él. Realmente le echaba mucho de menos, y ahora que estoy con él otra vez, no pienso dejarle ir. Nunca más.

Ahora mismo, estamos sentados en mi cama, uno enfrente del otro. Dylan me ha mencionado un par de veces que tiene una sorpresa para mi, pero que no sabe si va a gustarme o no. No tengo ni idea de lo que puede ser, pero necesito que me lo diga ya. No puedo esperar.

—Te lo diré cuando encuentre un buen momento—me dice con una sonrisa en la cara.

Le miro por unos segundos, disfrutando de los hoyuelos que le salen al sonreír.

—¿No es ahora un buen momento?—le digo acercándome a él. Me subo a horcajadas en su regazo y le beso el cuello. Rápidamente, el me agarra la cara con las manos y junta sus labios con los míos. Me besa rápido. Es un beso excitante. No sé cuáles prefiero más: si los suaves y tiernos, o los apasionados. Lo único que sé es que no quiero parar.

—Ven a vivir conmigo.—me dice separando sus labios de los míos, pero rápidamente vuelve a juntarlos. No he oído muy bien lo que ha dicho, así que sigo besándole.—Quiero que vengas a vivir conmigo.

Cuando escucho lo que ha dicho, rápidamente me separo de él y le miro. ¿Acaba de decirme si quiero irme con él a vivir? Si esta era la sorpresa, no me la esperaba para nada.

—¿Q-qué?

—Quiero estar contigo el mayor tiempo posible, y si viviésemos juntos no tendríamos ningún problema con eso. Lo deseo con todas mis ganas.

Me cuesta asimilar lo que me está diciendo. Siento mariposas en el estómago cuando me dice que quiere pasar el mayor tiempo posible conmigo. Me dan ganas de abrazarle y no soltarle nunca más. Pero, no sé si estoy preparada para irme a vivir con él. Mirándole una vez más, me levanto de la cama y empiezo a caminar por la habitación. Dylan se levanta y me sigue.

—No-no sé qué decir—me doy la vuelta y le miro—Quiero estar contigo todo el tiempo posible, de verdad. No sabes cuánto lo deseo, Dylan. Pero no sé... Irse a vivir juntos es algo serio. ¿Y si...

—Y si, ¿qué?

No quiero decir esto, pero lo digo:

—¿Y si volvemos a pelearnos?—le digo y me fijo en la expresión de su cara. Como pensaba, ha cambiado y ahora está más seria.

—Eso no pasará—me dice convencido.

—Dylan, una pareja discute y se pela todo el tiempo—le digo inclinado la cabeza y sonriéndole. No quiero tomarme esto muy en serio.

—En ese caso, nos arreglaremos y seguiremos besándonos como lo estábamos haciendo hace un segundo.—me sonríe y se me pone la piel de gallina. Es increíble que aún haber pasado tanto tiempo siga sintiendo lo mismo que sentía la primera vez que le ví.— Vamos Alissa, no lo pienses tanto. Si quieres hacerlo, simplemente hazlo. Y si no quieres, dímelo.

—Por supuesto que quiero Dylan, pero...

—Genial—me interrumpe y se acerca más a mi—Entonces te llamaré cuando la casa esté lista para nosotros solos.

Y dicho esto, vuelve a pegar sus labios con los míos y disfrutamos el tiempo que tenemos para nosotros solos. 

Never loved youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora