Capítulo 11.

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Salí del subrango y más tarde del rango y me volví a dirigir al rango de los alas negras, todavía tenía que pensar de que forma iba a entrar. Cuando llegué todavía no había hallado la forma de entrar, asi que me quede revoleteando por los alrededores cuando vi un carrito que se disponía a entrar, ví que había sitio para esconderme asi que aproveché un descuido y me escondí en la parte inferior de este.

  Las puertas se abrieron y entré con éxito pero el miedo empezó a apoderarse de mi, no sabía cuál sería el castigo por colarme pero supongo que estaba demasiado impaciente como para esperar a la cena para hablar con Mauro asi que me deje llevar si tener en cuenta las consecuencias de esto.

  El carrito avanzó hasta lo que parecía la recepción asomé un poco la cabeza y ví que el conductor del carro no estaba y a mi alrededor tampoco había nadie, tenía una puerta enfrente asi que no me lo pensé dos veces. Volé todo lo rápido que pude y me metí en la puerta sin pensar si quiera qué o quién había dentro, para mi suerte allí estaba Mauro.

-¿Alice?- Dijo con tono de sorpresa y de diversión.

-Shh...Habla bajo no debría estar aquí pero necesitaba hablar contigo-Dije lo más bajito que pude. Mauro rió silenciosamente y yo le acompañé.

-En ese caso ven vamos a un sitio seguro- Dijo cogiéndome de la mano.

 Yo le agarre con agrado y me guió hasta la residencia y de ahí hasta lo que parecía su habitación.

- Aquí estaremos a salvo a estas horas la gente trabaja. ¿Qué quieres?-

-He estado leyendo un libro en el cuál decía que los contrarios tenían una elegida, y quería averiguar si tu sabías si yo era la elegida de Josh y si es por eso por lo que no me deja acercarme a ti- Mauro sonrió.

-Efectivamente Alice tú eres la elegida de Josh y por consiguiente la mia, puesto que al fin y al cabo Josh y yo somos la misma persona dividos en dos. Josh te prohíbe acercarte a mi por que es con el con el que has establecido mas contacto "emocional", pero yo eso no me lo creo, no me creo que tu vayas a aceptar las reglas sin más-

-No te hagas ilusiones Mauro- Dije son una sonrisa maliciosa y ahí fue cuando se me empezó a oscurecer mi primera pluma.

-Uy Alice Alice tus alas empiezan a oscurecerse- Yo asustada busqué un espejo para poder mirarme las alas y efectivamente así era, se me había oscurecido una pluma ya no tenía ese blanco puro. Mauro debió ver mi cara de susto por que me habló con tono tranquilo.- No pasa nada por que tus alas se oscurezcan es algo normal,  la gente cambia, no es siempre buena o mala, por esto es por lo que no aguanto las reglas del cielo, no me parece bien que creen un miedo a cambiar.- Yo le miré con aprobación.

-Debería irme Mauro, nos vemos a la hora de cenar- Mauro asintió satisfecho y me acompañó a la salida para que no fuese vista.

Y ahí fue cuando todo empezó a cambiar.


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