Salimos de la casa y nos dirigimos hacía Seattle.
-Mauro, Josh, ¿ que pasará si nos encontramos a más como ella?- Pregunte con demasiado miedo en la voz.
-Pues que la mataremos como hicimos con está, ¿sabes por que Satán es malo?- Negué con la cabeza y Josh empezó a contarme aquella historia.
- Bueno pues Satán era un alas blancas y un día bajó a la Tierra, una hermosa humana se llevó su bondad y así nacieron los mestizos, algunos saben que lo son y otros no, no se les puede distinguir de los humanos hasta que nos atacan, asi que tendremos cuidado- Yo asentí de nuevo, no me salía hacer otra cosa.
Cuando por fin llegamos a Seattle buscamos casa en la que vivir y la encontramos rápido, había bastante mercado de casas. Cuando ya nos instalamos y pasamos nuestra primera noche todo empezó a normlizarse y por fin pude sentirme a salvo y sin ninguna preocupación, bueno sí una, que sentía por los dos chicos que me protegían, estaba pensando en esto cuando Mauro entró a mi habitación.
-Hola- Dijo desde la puerta - ¿Se puede?-
- Claro pasa- Dije haciéndome a un lado y haciéndole un gesto para que se sentase.
-¿Qué tal llevas todo esto?- Yo sonreí.
- Lo llevo, ni bien ni mal, ¿tú?- El sonrió mirando al suelo, esa sonrisa...
- Estoy contento de estar contigo- Dijo mientras se acercaba. Yo sonreí, el se acercó más.
- Alice...- Dijo entre suspiros y sus labios húmedos se fundieron con los míos, yo respondí a su beso sin apenas ser consciente, había deseado demasiado ese momento, agarré su pelo y lo atraje mas hacía mi y en ese momento Josh llamó a mi puerta. Yo me alejé exhausta.
-Pasa- Dije entre jadeos.
- Alice, ¿podrías ir a comprar mientras Mauro y yo arreglamos la caldera?- Yo asentí poniendome en pie y saliendo de la habitación.
Mauro me había besado, y me había encantado pensaba mientras compraba, ¿ ahora que iba a pasar?
Decidí dejar de pensar en ello y dejar que todo fluyese cuando fuí a pagar una voz familiar me llamó.
-¡Alice!- Me di la vuelta y no podía creer que estuviese allí.
-Mamá...-
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Plumas negras
Genç KurguNo sabía que existía el cielo, ni tenia ni idea de lo que me esperaba después de morir,ni si quiera entraba en mis planes morirme.