La reina

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Estábamos en frente del la  casa de Vía. Llame a la puerta como toda persona normal. Cuando la puerta se abrió vi que amiga estaba bien. Se veía, como todos los viernes, ella miraba su serie favorita. Estaba con su pijama rosa abrigado y un poquito despeinada.
- Max, que haces aquí? - dijo extrañada. Miro mas allá de mi y me preguntó nuevamente- Ellos quienes son?
Mire hacia atrás y repare en mis amigos. Se me había olvidado que  no iba sola.
- Son mis amigos, Julia y Ben
- No hay tiempo para presentarnos. Max, has que se ponga una ropa adecuada. Apresurensen Chris no tardara en llegar- dijo Julia sacando un cuchillo reluciente. - ten esto por las dudas. Vayan ahora.
Al decir esto subimos las escaleras a toda velocidad hasta llegar a la habitación de Vía. Como siempre esta era un gran despiole. De su ropero pude sacar una calza negra con una remera del mismo color y zapatillas deportivas. Al entregárselas comenzó a cambiarse mientras yo buscaba una mochila con cosas que podrían ser útiles.
- Que sucede?- dijo mi amiga- Max esto me da miedo.
- Creeme a mi también. Luego te explicare todo. Ahora debemos darnos prisa, no hay tiempo que perder.
En ese instante el ruido de un vidrio al caerse despertó mi atención. Los ruidos venían de abajo. Mas ruidos comencé a escuchar y cada vez más fuerte junto con algunos gritos de Julia. Al abrir la puerta de la habitación la ventana del pasillo estallo en mil pedazos. Los vidrios comenzaban a caer cuando de repente un chico no muy alto de pelo castaño entró por lo que quedaba de la ventana. Vía dejo escapar un pequeño grito. Lo suficiente para que el chico fije su vista en nosotras. Al verle la cara sin duda era un vampiro. Por el brillo de sus ojos y la forma en que dejaba ver sus relucientes colmillos. Sin duda iba a atacarnos, pero antes de que se abalance a nosotras logre cerrarle la puerta en la cara. Cerré con llave y mi amiga y yo corrimos rápidamente hacia la pieza de sus padres. Antes de trabar la puerta escuchamos  como  la otra se rompía con un fuerte estruendo. Era cuestión de segundos solamente, antes de encontrarnos. Me acerque a Vía entregándole la mochila, que por suerte logre poner en ella algo de comida y una caja de primeros auxilios. Al dársela le dije que se metiera dentro del ropero y que no salga hasta que yo le diga. Sin discusión alguna me hizo caso y se escondió. Cuando cerro la puerta saqué el cuchillo que me había entregado Julia. Abrí la ventana y mire hacia afuera. No se veía nadie. Deje que el viento me abracé justo antes de que la puerta comenzara a ser forzada. "Calmate", me dije a mi misma. Debo usar mis sentidos de supervivencia. Cerré los ojos, escuchado como la puerta se habría de un fuerte golpe haciendo que las bisagras se cayeran al piso y junto con ella la gran puerta de madera. Escuche un fuerte gemido del vampiro. Abrí los ojos y sin pensarlo dos veces me abalance hacia la criatura estampándole en el pecho el filoso cuchillo. Mirándolo a los ojos vi como este se debilitaba hasta quedar muerto. Haciendo que su envenenado corazón dejara de latir.
  Me incorporé y busque a Vía. Al abrir el ropero esta se tiro sobre mi dándome un fuerte abrazo, y susurrando a mi oído que era la mejor amiga que jamas podría llegar a tener. Pero que también era una de las mas locas que tenía. Nos separamos, y en ese momento Ben apareció mirando atónito el cadáver del traidor. Detrás de el se encontraba Julia, habriéndose paso para entrar a la habitación.
- Tu hiciste esto?- pregunto el chico fijando su mirada en mi
- Si, no podía permitir que se llevaran a mi amiga. - dije y me acorde de el arma que me había dado Julia. Lo agarre y se lo entregue.
- Creo que lo necesitas más que yo. Deberías conservarlo por si acaso- dijo Julia con una amplia sonrisa.
- Bien debemos ir con la reina para avisarle que las tropas de los traidores crecen y decirle lo que le paso a Max.
- Si tienes razón- dijo Julia - además tendremos que arreglar este desastre.
- En marcha.
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Estando los cuatro en el auto le explicamos lo que sucedía a Vía. Esta nos dijo que su madre se encontraba con la mía y que su padre estaba de viaje. Por eso estaba sola. Hablamos bastante sobre lo que había pasado en la fiesta hasta ahora. Salimos de la ciudad para ir a un bosque que no quedaba muy lejos. En un momento páramos en frente de una gran casa con portones negros, cámaras de seguridad y dos personas paradas cuidando del establecimiento. No tenía ni idea de que porque alguien llegaría a hacer una  casa tan grande en medio del bosque. Al entrar esta tenia una gran pileta por un costado con grandes palmeras su alrededor. Puertas corredizas de vidrio por donde entraban y salían chicos adolescentes. A lo lejos pude ver que había un lindo pateo trasero. Bajamos del auto cuando Julia nos dijo:
- Bienvenidos a nuestro humilde hogar
- Humilde? - dijo Vía en un tono de sarcasmo.
- Estamos aquí para ver a la reina.- dijo Ben- entremos.
Entramos y todo era muy amplio las paredes por un lado estaban llenas de armas de todo tipo: cuchillos, grandes y pequeños, espadas, arcos con flechas( algunos eran muy raros pero modernos), etcétera. En el centro una gran escalera en forma de caracol, hecha de hierro adornado. Comenzamos a subir hasta que llegamos a un largo pasillo en el había varias puertas que parecían ser de habitaciones. Al final del camino se encontraba una gran puerta de madera brillosa.
- Bien, entraré para explicarle a la reina lo que ha sucedido dijo Ben- Julia les enseñara su habitación. Esta en el piso de arriba.- y diciendo esto entre  a la gran sala. Lo único que alcancé a ver fue un gran trono. Con un figura sobre él.
- Bien chicas- dijo Julia contenta - debemos subir las escaleras.
Y eso hicimos. Volvimos al principio del pasillo y tomamos la derecha. Caminabas unos pasos y ahí seguí otra escalera fabricada del mismo material que la otra. No se exactamente cuantos escalones subimos. Pero llegamos bastante rápido. El pasillo que teníamos en frente era muy parecido al anterior. Paredes de color crema con tres focos. La diferencia era que este pasillo era mas corto que el anterior. Julia abrió  la primer puerta del lado izquierdo. Una puerta blanca sencilla.
- Bien chicas aquí estamos. Dejenmen decirles que si se encuentran en la parte alta es porque son invitadas especiales y están bien protegidas. Aquí no deben preocuparse por nada. Ahora bien les mostraré. Esta es la habitación mas grade tiene dos camas como ven. Una gran ventana con un precioso balcón. Y lo mejor baño propio. Como no tiene mucha ropa, aquel ropero de allí- señaló la chica abriendo la puerta del placar-  tiene ropa de entrenamiento. -todas la perchas del mueble tenían tres prendas idénticas. Calzas negras con remeras grises y botas sin tacos. Prácticamente ropa de batalla a la moda.
- Muchas gracias Julia, en verdad- dije mirándola a los ojos. Sus ojos celestes eran muy lindos-  esto es demasiado. Arriesgaron demasiado al traernos hasta aquí y encima cuidarnos. Debimos haber sido una carga para ustedes.
- Por supuesto que no Max. Es nuestro trabajo. Además tu no tienes la culpa de que Chris nos haya traicionado.- respondió la joven acariciándose el cabello.
- Solo quería agradecerte.
- No hay de que. Ahora bañensen y luego vallan abajo. Mientras iré a halar con Ben para saber como le fue con Katte.
- ¿Quién es Katte? - pregunté
- La reina Max- y diciendo eso se fue.
- Bueno es un lindo nombre.- dijo Vía.
- Si. Ve y bañate. Quiero saber que le dijo Katte a Ben.
- De acuerdo.- dijo mi amiga tomando la toalla.

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