legado

El tiempo nos gana.

Hugo y yo dejamos la biblioteca para poder reunir a los demás. Al principio fuimos hasta el lugar donde guardan las arman. La artillería. Pero no se encontraban ahí ni Jack ni Ben. Unos vampiros que están allí ordenado una cajas nos dijeron que has un momento fueron a la casa. Resignados volvimos, como teníamos hambre fuimos a la cocina y pedimos dos coca-cola bien frías con trata de jamón y queso. La cocina comenzó a llenarse de adolescentes que iban a comer. Como ni a Hugo y a mi nos justaba estar entre tanta gente decidimos ir a mi habitación. Cuando entramos  vimos a Vía y Julia conversando sobre la cama.
- Max. ¿Han visto a los chicos? - pregunto Julia.
- No. Fuimos hasta donde esta la artillería pero unos chicos nos dijeron que ya se había marchado.
- A nosotros tampoco nos fue bien cuando los buscamos. Ya se habían ido.
- Si. Bueno tenemos hambre así que Hugo y yo comeremos algo.
- Son las siete d la tarde y tu con una semejante proporción de tarta.
- Si lo se. Pero tengo hambre.
- Engordarás mucho nena.- dijo Vía n una risita.
- Entonces engordamos las dos. Toma la mitad.
- Gracias - dijo mi amiga implantándole un gran mordisco a la tarta.
- Si querías le hubieras pedido enseguida.
- Si lo se. Pero me gusta enfadarla un poquitin.
- Eres de lo peor.
- Bien cuando terminen buscamos a los chi...
Antes de que Julia hablara la puerta se abrió de golpe, con brusquedad. Por ella paso primero Jack que decía cosas a las cuales no pude entender y por detrás de este venia Ben. Jack parecía muy molesto y Ben aparentaba tranquilizarlo.
- Calmate amigo. - decía Ben.
- No. No pueden ser mas imbéciles porque no les da la cabeza. Debería tomar una espada y decapitarlos ahora mismo.
- No exageres. No sabemos ni todavía lo que sucedió. Tal vez la reina las tiene.
- No. Se que no. En ese lugar se guardan las armas. Sino no estaría esa pieza y todas las cosas estarían bajo sus almohadas por las noches.
- Jack. Oye. Que te sucede? - exclamó Julia tomando a su novio por el brazo.
- Sucede que en vez de entrenar guerreros entreno a unos tarados   nivel 10.
- Pueden explicarme lo que sucede aquí. - hablo nuevamente Julia, cruzándose de brazos. - Ben?
- La mitad de las armas que coforman a la artillería no están. Fuimos hasta allí y los chicos dijeron que nadie había sacado nada. Que algunos estaban practicando. Fuimos hasta donde estaban entrenando pero aun así no se completaba la cantidad. Hablamos con los guardias que esta por las noches pero nos dijeron que nadie había entrado. Pero tal vez fue un error de cuentas y hay menos armas de lo que pensábamos.
- No, no hay menos - dijo Jack alzando la voz - me encargue personalmente de contar de cuanta artillería poseíamos. Fue el  un mes pasado, y ahora de un día al otro nos faltan la mitad de las cosas Ben.
- Jack Escuchame, si?- le decía Julia mientras le sostenía la cara - hablaremos con la reina tal vez ella solicitó llevar las armas a otro sitio. Calmate un poco.
- Debo hablar con ella. Ahora
Y al decir esto salio echo un tiro hacia afuera en dirección a la sala del trono. Todos nos miramos entre si. Julia fue la primera en salir seguida por Ben. Hugo y yo nos miramos. No habíamos terminado de comer aun.
- Oigan. - dijo Vía desde la puerta - levanten sus traseros ante de que a Jack se le salga un tornillo.
- No te preocupes por eso - dijo Hugo levantándose - ya se le salió la tuerca.

Cundo llegamos hasta el final del pasillo la gran puerta se encontraba entre abierta. Los tres,Hugo, Vía y yo entramos sigilosa mente. Ya dentro de la Sala del Trono, lo primero que vimos era a la reina parada hablando en frente de Jack. Ben y Julia se encontraban a una distancia moderada detrás del peli negro. Este se dio vuelta y nos miro, seguido por los demás
- Bueno -decía Jack - ya estamos todos. Ahora dinos porque están todos aquí adentro alborotados y en donde están las armas.
- Jack, Calmate y deja de alzarme la voz. -dijo la reina con tono firme.
- Por favor Katte. - dijo Julia acercándose -  Jack, esta alterado. Y también estamos alterados.
-Lo se. Pero en este momento las cosas no van bien. Sobre las armas.. - balbuceo un poco la reina - todo lo que tenemos esta en el lugar de siempre. No he ordenado nada para sacar.
- Nos han robado. Tenemos aun traidor madre lo se.
- Jack..- dijo la reina cuan fue interrumpida por Ben.
- Con todo respeto reina. Apoyo la teoría de su hijo. Ambos hemos llevado el conteo de artillería desde hace tiempo, esta mañana cuando fuimos al deposito faltaba la mitad de las cosas.
- Muy bien. Quiero que todos ustedes vallan al deposito y busquen un arma. Para cada uno. Dudo mucho que la tendrán que usar dentro de poco.
-¿Cómo dices? - pregunto Jack.
- Esta mañana. Recibí una carta - dijo la mujer entregándole a su hijo un sobre negro -  nuestros adversarios llegaran dentro de poco.
- Que!!? Y lo dices ahora?
- Jack. Basta de hablarme así. Estamos preparando todo. La mayoría de los vampiros están haciendo vigilancia en las afueras.
En ese momento un hombre alto y de unos varios años entro a la sala. Llevaba una vestimenta gris con una espada colgando a su costado.
- Reina - dijo este - estamos listos. Solo faltan los de aquí adentro. Esperamos sus ordenes.
- Gracias Beny - dijo la reina y el tal Beny se retiro.
- Has escuchado Jack. Ahora vayan.
- Si reina - dijo Ben y todos los seguimos.
-Jack - dijo Katte en tono de alerta.
-¿Qué? - dijo dándose vuelta.
- Cuida a Max.
Y cuando dijeron eso. Todos nos fuimos. Nos dirigimos hasta afuera cuando decir romper el hielo:
- Pensaba que solo eramos nosotros. O sea, los única vampiros.
- Adolescentes. Si. - dijo Ben - la junta del trono tiene tropas por toda la zona. Nosotros somos los que conformamos las tropas.
- La junta del trono repetí?
- Así es. Solo la reina,y los de la junta saben los movimientos que hacen y por donde están ubicados.
- Así que en teoría... Ellos nos protegen.
- No - dijo el oji  café. - nosotros nos encargamos de protegernos. Ellos protegen al exterior, y nos informan de los posibles movimientos que realizaran los traidores.
- Pero. Somos vampiros pequeños, deberían protegernos.
- Esta vez lo harán. Tenemos que esperarlos solamente.
- Y que pasaría si no llegan..? - dije.
Freno de golpe, provocando que chocara con él, se dio vuelta y me miro directamente a los ojos.
- Lucharemos, así, como debe ser.
- Sigo pensando que es raro.
Comencé a caminar cuando me tomo del brazo nuevamente nos alejamos un poco del resto.
- Escucha Max. Se que es raro. Pero.. Tengo un mal presentimiento.
- Claro. Están por atacarnos y no tenemos ni idea de cuantos son. Los demás saben lo de la Junta del Trono.? ¿Tienen idea de que hay guerreros que andan por las afueras? ¿Qué ellos podrían protegernos?
- Si. Pero solo la reina sabe quienes son lo miembros. Así es nuestro sistema.
- Ben. Es una locura el tiempo se agota. Vamos.
- Aguarda - dijo tomandome nuevamente del brazo - necesito que me prometas algo.
- Ahora?
-Si.
- De acuerdo, qué?
- Que te esconderás con Hugo. Y se mantenga protegidos. Y si deben pelear, defiendan sen entre los dos. Tienes razón al decir que no sabemos cuantos son. Pero te aseguro que son buenos luchadores. Ustedes dos son novatos, pero muy valiosos. Si me lo prometes. Estaré tranquilo.
- Creí que Jack me cuidaría.
- Su deber es proteger a la reina. Es el comandante, jefe.. Como quieras llamarlo. El debe encargarse de los vampiros. Su tarea es impedir que lleguen a la sala.
- De acuerdo te lo prometo.
- Bien. Busca una espada mediana. Lograras sostenerla mas fácil.
- Si. - je encaminandome hasta donde se encontraban los demás.
- Ah una cosa mas.
- Que? - dije mientras volvía mi mirada hacia él.
- Esto.
Mente en blanco. Ideas expulsadas y un tiempo eterno. No entendía lo que sucedía, en realidad si. Pero no lo creía. En ese momento me encontraba nuevamente protegida por unos brazos fuertes y rígidos. Esa seguridad volvió hacia mi, una vez mas, con la diferencia de que esta vez iba acompañada por un cálido beso. Era difícil definir mis emociones, todas iban en direcciones opuestas, pero podía asegurar que ese desorden era el mejor sentimiento que pudiera haber podido presenciar. Separo sus labios de mi y se alejo unos centímetros aunque seguí entre sus brazos.
- Te esperan. Cuidate. Y no te preocupes por mi. - dijo Ben en un susurro para que solo yo lo escuchara. Aunque estaba totalmente inmóvil por lo sucedido.
Se separo de mi y se alejo en dirección a la casa. Lo único que hice fue presenciar su andar mientras me encontraba parada, shockeada y desorientada. Lo único que me saco de mi transe fue la voz de Hugo. No entendía lo que decía, pero si sentí el ardor que provocaron sus dedos en mi piel.
-Auuh. -dije mitras me frotaba en brazo.
- Despertaste. Gracias a todo. Vamos Sarah dijo que la reina nos llamaba.
- Okey. Esperemos a los demás.
- Los demás ya se fueron. Solo yo fui capaz de darme cuenta que estabas, umm, como decirlo, desorientada.
- Emm. Si tal vez vamos.
- Espera. Toma. - dijo Hugo entregándome una espada. No era muy grande, pero la hoja relucía a la distancia.
- Debemos quedarnos juntos Hugo.
- Si lo se ,pero debemos.. - Hugo se congeló, con la mirada puesta en un punto fijo. Pase mi mano por delante de su vista, pero ni parpadeo. Fije mi mirada con la suya y seguí el camino. Cuando entorne la vista me encontré mirando a tres jóvenes que estaban parados delante la puerta principal. Los tres eran muy altos. Uno era castaño, otro castaño mas claro y el tercero moreno.. No!. No podía ser. Entorne mas la vista. Resigne a pensar que me engañaban mis ojos. Pero cuando regrese para mirar a Hugo. Este ya me estaba observando.
- Ese no es.. - comencé a decir .
- Chris.
- Es imposible. ¿como entraron?
- No Max. La pregunta es...¿Quién lo dejo entrar?
En ese momento recordé que Vía,Jack, Julia estaban en la sala del trono.
- Vamos a avisarle a los demás - dije.
- Espera. Parece que están esperando algo, o a alguien. Allí atrás y una puerta trasera. Ingresaremos por ahí hasta la biblioteca.
- No crees que es un mal momen para leer.
-Que!? - dijo mirándome - no para leer. Detrás de un mueble hay escondido un pequeño pasadizo que lleva a la Sala del Trono.
- Eh?. ¿Cómo lo sabes? - pregunte confusa. Los nervios se iban apoderando de mi.
- Anoche vi esa imagen. Y mientras dormía, soñé que pasábamos por allí.
- Vamos. Ahora. Si están ahí es porque esperan una señal.