Habíamos regresado a la casa. Comimos junto a Ben, Julia, Vía, Hugo y yo. Durante el almuerzo no dije nada. No podía creer que Hugo se haya convertido en un.. ¿Vidente? Era raro incluso como sonaba. Así que Chris quería convertirlo en uno de ellos. Pero.... ¿Cómo podía ser Chris un traidor si podía estar a la luz del sol? Todo era muy confuso. Al terminar de comer me dirigí rápidamente hacia mi cuarto. Necesitaba alejarme de todos un rato. Y procesar la información, porque sino de otra forma mi cabeza estallaría pronto. Me tumbe sobre la cama boca arriba. No tenia sueño aun. Pero si tenia unas ganas de saber que era lo que estaba sucediendo. Por alguna extraña razón tenia el presentimiento de que algo ocurriría. Y algo grande. El ruido de la puerta comenzó a sonar. Al parecer alguien venia a verme. No tenia ganas de levantarme así que solo grite :
- Pase.
Al abrirse la puerta. La persona que se encontraba al otro lado era Ben. Ese la estaba vestido con unos jeans negros y una remera blanca. El color de la remera aclaraba mas el color de sus ojos.
- Hola, ¿ cómo estas?
- Bien - dije incorporándose - sientate si quieres.
-Claro. Venia a ver como estabas. La pelea de hoy fue todo un espectáculo.
- Estoy bien. Y lo de hoy.. - no le iba a decir que esa golpiza estaba asegurada - fue raro. Era como si mi cuerpo supiera lo que debía hacer.
- Generalmente mes así. Tus sentidos, como ya te había dicho, te ayudan a defenderte en la batalla.
- Lo se - dije - pero esto era como una gran energía que se apoderaba de mi. Mi cuerpo no se resistía a la idea de dejarla salir.
- Increíble. Fue grandioso.
- Fue, distinto.
- ¿ tienes con quien ir a la fiesta de luna llena?
- Emm - vacile. Eso no me lo esperaba. Manteníamos una chala normal. ¿por qué ahora me cambia de tema? - no. Aun no.
- Bien. ¿Quisieras ir conmigo?- dijo sonriendome.
- ¿Me dejarías pensarlo? - ese chico si que era mandado.
- No. Solo contesta con si o no. No es tan complicado.
- Eres un caradura. - dije riendome.
- No lo soy. Es la verdad. Vamos dime.
- Pues.....
- No seas así conmigo Max. Si me dices que no. De todas formas estaré contigo toda la noche.
- Entonces, ¿ por qué me lo preguntas? Harás lo que quieras de todas formas.
- Me gustaría mas, que me lo digas tu.
- Eres insoportable. Lo sabias, no?
- Así es. Pero dices que los insoportables siempre consiguen lo que quieren.
- Así que me quieres? - Lo que dije lo dije sin pensar. Ese estúpido comentario aumento la tensión.
- Mucho. Y quiero que vallas conmigo.
Seguramente me había sonrojado. Mire hacia la ventana. Tal vez podría darle una oportunidad. Pero eso solo lograría que Vía me moleste. Pero.. Si le decía que no, seria una desagradecida. El fue el que me ayudo a llegar hasta aquí. Me refugió de los peligros que habían. Debíamos ponerlo aprueba como el hacia conmigo.
- Esta bien. Iré contigo
Me sonrió de lado. Se levanto y me dio un beso en la frente. Fue algo extraño y raro al mismo tiempo.
- Te veré ahí entonces.
- De acuerdo.
Se encamino hacia la puerta. Y antes de cerrarla me miró y me dedicó una ultima sonrisa. La verdad es que no sabia exactamente de que porque tenia el presentimiento de que esa sonrisa se podría llegar a convertir en mi adicción.Por la tarde me tocaba la última clase del día. La clase con Jack. Así que me dirigí hacia el terreno de práctica. Ese día se veía algo movido. Muchos jóvenes,(quienes no conocía) iban de aquí para allá. Algunos llevaban cables, otros bandejas junto a manteles, y otros simplemente corrían de aquí para allá. Al llegar a mi destino vi que Jack, como siempre, ya se encontraba allí.
- Hola - dije.
- Hola Max - dijo manteniendo su mirada en la espada que estaba limpiando.
- Creí que hoy no entrenaríamos. Como todos están ocupados con esto de la fiesta.
- Una perdida de tiempo. No es bueno perder el tiempo cuando lo puedes aprovechar. - levanto la mirada y me invadió con ella. - por cierto. Estuviste muy bien hoy. En el bosque.
- Emm, gracias. Supongo que fue algo, " distinto" - comente. Era raro hablar con Jack.
- Bien. Comencemos. Toma tu espada. Te podrás ir un rato antes.
- De acuerdo.
Tome la espada que estaba clavada en el suelo y me dirigí en frente de Jack.
- Pie izquierdo al frente. El derecho actúa como soporte. La mano se mantiene firme para el agarre del arma. Atacas tu.
Hice un paso hacia adelante y lleve mi espada al frente. Pero Jack fue mas rápido enredo mi espada con la suya e hizo que se safara de mi. Cuando la espada ya no estaba mas a mi agarre !e tomo de los hombros y me tiro al suelo. Al hacer eso se colocó en frente mio y puso su espada bajo mi mentón.
- Típico. Haciendo ese movimiento solo lograrás que te maten antes. Levantate.
Me incorpore lentamente. Antes de mi enderezarme el peli negro me da una patada no muy fuerte en el costado derecho de mi hombro y me tumba nuevamente. Esta vez vi como la espada refugia delante mis ojos.
- Nunca te levantes así como así. No te levantas de la cama. Sino que de tu tumba. Aprende tácticas para voltear a tu oponente o seras un blanco fácil.
Nuevamente intente levantar!e pero me tumbo. Otra vez.
- Terminamos por hoy. Vete.
- Lo siento. Pero estoy aprendiendo esto no es fácil.
Me ignoro tomo mi espada y se dirigía hacia la casa.
- No te agas el imbécil conmigo.
Se dio media vuelta se acercó a mi y me miro fijamente. Provocado que analizara bien su mirada. Sus ojos verdes tenían una expresión de enfado mezclado con arrepentimiento.
- Dije. Que terminamos.
Y se marcho. Dejándome sola. Junto a la compañía de los vulnerables y cristalinos rayos del atardecer. Que chocaba contra mi piel y hacía que la luz me encandilara. Cerré mis ojos intentando retener mis lágrimas. No me merecía esto. Antes de lo que pudiera llegar a pasar, una voz a lo lejos gritaba mi nombre. Abrí los ojos y a unos pasos se encontraba Vía.
- Max te encuentras bien? - pregunto. Moviendo sus ojos inquieta.
- Si - logré decir. Necesitaba sentarme.
- No me mientas. Ven vamos a sentarnos. Necesitas descansar.
Vía me llevó a la casa. Subimos hasta la habitación. La ventana se encontraba abierta. La tarde había caído y la luna se asomaba perezosamente. Así que tuvimos que encender la luz.
- Arrecuestate un momento. Te hará bien descansar.
- Siento que hago todo mal Vía.
- Claro que no Max. Sólo has tenido un mal día. Descansa que luego asistiremos al festejo de hoy de noche.
- No quiero ir. - dije. Estaba destrozada. No tenia ganas.
- Es obligatorio. Además, no te traje por nada ese hermoso vestido que esta en el placar.
- Intentaré descansar. Luego veo.
- Te doy una hora. Luego vendré a arreglarte.
- No cambias mas, eh? Siempre tan cabezota.
- Ajá. Pero así me amas. Ahora descansa.
Intenté descansar. Pero mi mente no paraba de dar vueltas. Miles de recuerdos hacían fila para proyectarse. Gracias a mis estúpidos pensamientos no pude dormir absolutamente nada. Así que por este motivo me fui a bañar. Al terminar me puse ropa cómoda. Seque mi cabello para dejarlo listo. Así Vía hacia la magia.
- Bien. Arriba. Tenemos mucho que ace... - Vía no término su frase y comenzó a buscarme con la mirada. Cuando al fin me divisó abrió los ojos como platos. - no sabía que ya te vías levantado.
- No podía dormir. Pero bueno. Ya estoy casi lista.
- De acuerdo buscare tu vestido y lo pondré junto al mio.
- Okey. - continúe con mi cabello. Afuera se escuchaban los pasos de la gente que iba y venia. De vez en cuando pasaban con algunas escaleras.
- De acuerdo tenemos una hora para estar listas.
- Bien. Sos la experta. Tu dime. Tenemos tiempo.
- Empecemos con el maquillaje. Luego nos peinamos.
- Como quieras.
Vía me maquilló y luego ambas nos planchamos el cabello. Cuando estuvo bien arreglado en una parte de mi cabeza Vía me había hecho dos trenzas tirantes. Que quedaba para la ocasión. La sombra gris que tenia en los párpados resaltaba mis ojos verdes. Y el labial rosa mate acompañaba al color del vestido. Una vez ya maquilladas y peinadas, nos fuimos a poner los vestidos. Sin duda el atuendo que eligió mi amiga era muy ideal para la noche. Cuando salí del baño, Vía ya estaba luciendo su vestido color plateado. Este tenia un escote bastante moderado y un corte princesa. Y el cabello recogido en una cola de caballo dejaba ver el encaje de la parte de atrás.
- Guaw. Max. Si que estas linda. No fue mala idea usar esa sombra.
- Muchas gracias. Tu estas espléndida.
- Creo que ya es hora.
- Si. Estoy algo nerviosa. - confesé a mi amiga.
- Si creó que yo también. Capaz debí ponerme mas rímel.
- Vía. Esa caridad de rímel es suficiente. Te hechaste mas de un kilo en menos de cinco minutos.
- Solo uno?
- Por dios. Si eres imbécil.
- Jajaja. A veces.
Antes de llegar a la puerta principal vimos que Julia se acercaba a nosotras. Llevaba puesto un top beige bordado con la pollera del mismo color. Con unas sandalias blancas.
- Oh. Chicas. Están magnificas. Me encantan sus vestidos.
- Gracias Julia. Me encanta ese bordado que llevas puesto - dije contemplando de cerca su top.
- Gracias. Estuve mas de un mes pensando en que llevaría puesto.
- Elegiste bien - dijo Vía.
- Vamos al patio. Allí están todos.
Salimos afuera y el lugar estaba lleno de vampiros. Jóvenes con trajes y chicas luciendo sus vestidos o polleras. Depende de lo que llevaran puesto. Nos dirigimos hacia una mesa para beber algo. Allí se encontraba Hugo junto a Ben. Ambos llevan unos jeans negros con zapatillas del mismo color. Ben tenia una camisa blanca. En cambio Hugo tenia puesta una de color negra que combinaba con su cabello prolijamente peinado.
- Por todas las lunas. Si no te conociera, diría que eres una estrella que forma parte del cielo. Estas preciosa Max. - exclamó Ben mirándome de arriba a bajo.
- Gracias. No es para exagerar tanto.
- Lo es y mas. - dijo el peli rubio.
- Es verdad, lo estas. Y tu Vía estas increíblemente fascinante. - dijo Hugo, con unos colores extra en sus pómulos.
- Gracias. Y vos muy canchero.
- Bien. Quedemonos aquí un rato. Bailaremos luego de que la reina se retire.
- ¿La reina? - pregunte.
- En todas las fiestas Katte se presenta y luego ofrece unas palabras. Cuando se retira. La fiesta comienza.
- Bien. - unas mesas mas allá. Vi a Jack, con unos jeans negros con un saco del mismo color. Zapatillas y una corbata beige. - Pensé que no vendría.
- Como dices? - pregunto Julia que estaba junto a mi.
- Jack. Creí que no vendría. Se notaba molesto hoy por la tarde.
- Siempre viene. Nunca falta. Tampoco lo dejaría.
- Parece ser el típico agua fiestas. Me parece raro.
- Max. Se que todo es nuevo. Pero no debes juzgar a las personas por lo ves. O por lo que te dejan creer. Jack no esta en sus mejores momentos, es difícil asumir que teníamos a un traidor entre nosotros y que el capitán no se haya dado cuenta para protegernos. Es una tarea importante la que debes tener responsabilidades.
- Hablas como si lo conocieras tan bien, que no permitiría que nadie hable mal de él.
- Por supuesto que si, el es mi novio.
En ese momento sentí una mano abofetandome. La sensación de que me hubieran tirado un balde de agua fría. Como diablos ese chico consiguió como novia a una chica tan buena y dulce como Julia?
- Que!? - fue lo que logre decir.
- Buenas noches. - dijo una voz familiar. Al lado de la joven de cabello negro se encontraba Jack. Ahora comprendía porque usaba esa corbata color beige.
- Hola Jack - dijo Julia tomándole la mano.
- Ya estamos todos - dijo Ben posándose detrás mio.
- Solo vine a buscar a Julia. Pronto saldrá la reina.
- Oh bien. Vayan entonces. - dijo Ben.
La pareja dio la vuelta y se marcho. Cuando me di la vuelta, me encontré junto a Ben que me observaba detenidamente. Sobre nosotros se prendieron unos reflectores que iluminaban mas arriba. Las luces alumbraban a un balcón. No era el de mi cuarto sino que otro. Sobre este se encontraba parada una mujer. Alta y esbelta, con cabellos rubios ondulados, que le llegaban hasta la mitad de la espalda. Llevaba puesto un vaquero azul oscuro, con una preciosa remera azul marino brillosa con piedras que decoraban el cuello y los bordes, la remera era ajustada, pero el color hacia juego con sus grandes y rígidos ojos. Mantenían una expresión firme y gélida. Cada vez que pasaba su mirada por el terreno, parecía que analizaba el lugar. Una mirada realmente imponente y seria. Sobre su cabeza se posaba una pequeña corona de color dorada. El centro de esta albergaba un rubí que brillaba aún en la oscuridad.
- Bien llego el momento del discurso. - dijo Ben a mi oído.
Lo mire de reojo y vi que sus comisuras ascendían, dándole lugar a una pequeña sonrisa de lado.
- Siempre tienes ese color de ojos. - susurré. Esa noche sus ojos café con leche tenían un brillo diferente.
- Si. Siempre que te veo a ti. Brillan de otra manera. Se cargan de energía.
- Ben.. -
- Esta noche, es una especial. - exclamo una voz sobre nosotros. La reina había comenzado a halar y todos se encontraban en silencio. - La noche de Luna Llena. En estos momentos su luz nos da fuerza y firmeza. Como muchos saben, es tradición celebrar este día. En honor a nuestros ancestros, ex guerreros y honorables vampiros que en su momento gobernaron a nuestros antepasados. Estos días he estado ausente. Como saben, hace poco descubrimos a un traidor entre nosotros, Chris Rodriguez era su nombre. Fue dura la noticia y en especial para el capitán Jack. Hemos estado hablando y llegamos a un acuerdo. Por lo general en este tipo de cosas lo solemos discutir. Pero el tiempo corre, y el tiempo trae con si el peligro. Y para evitar ese peligro doblaremos la guardia nocturna. Los entrenamientos serán mas rigurosos al igual que nosotros. Lamento no haber podido darles una bienvenida mas placentera a los últimos vampiros forasteros que llegaron. A ellos le daremos una atención extra. A partir de mañana comenzaremos con las guardias. Solo a los que sean llamados para estar en la vigilancia sabrán como son los movimientos, en que lugares se vigilara y en cuales no. Ahora disfruten de la velada. - al decir esto le dedico una ultima mirada a todos y por ultimo a Jack, que estaba al lado de ella. Luego se marcho. Cuando ya nadie la vio, un vampiro puso música y la fiesta comenzó.
- Bueno. Fue breve. - dijo Vía.
- Al parecer.
- Busquemos algo para comer. Muero de hambre. - dijo Hugo dirigiéndose hacia una caja de pizza.?
- ¿Por qué Jack era el único que estaba arriba con la reina? El capitán acompaña a Katte siempre!?
- Oh no Max. Nadie debe este con la reina excepto su familia. Digamos que los herederos. Los que tienen sangre "noble". Para decirlo de alguna manera. - dijo Ben tomando una rebanada de pizza.
- ¿Como dices? - pregunte sin entender.
- Jack es el hijo de la reina. - dijo Hugo con la boca llena de comida. Vía a su lado se reía por su expresión.
- Valla. Demasiada información para procesar sobre Jack en una noche.
- Si.. Bueno. Eras la única que no lo sabia.
- Vía y yo. No es así. - pregunte a mi amiga.
- En realidad. Julia me contó esta tarde.
- Oh perfecto. - dije en un tono bajo. En este momento a la única persona que tengo es a Vía. Me molesta un poco, que me guarde secretos. Se que me lo hubiera dicho luego. Pero igual, en cierta forma me molesto.
- Comamos y luego bailemos un rato. ¿Les parece bien? - Preguntó Ben.
- Claro. Por mi bien - contestó Vía. Nunca te diría que no. Si va a un baile, ella sigue hasta lo ultimo. No importa el dolor de pies. Si el dolor lo provoca la musica al bailar, que ese sentimiento permanezca no más.
- Si. Tal vez. Estoy cansada.
- Oh Max. Nada de eso. Hoy no dormidas. - dijo mi amiga tomando me del brazo.
- Valla, valla. Miren quien esta aquí - dijo Sarah acercándose a nosotros. - nuestra nueva espécimen.
- Y tu quien eres? - preguntó Vía, poniendo un tono socarrón. Siempre que hablaba mal de mi o buscaban provocarnos ponía esa voz.
- ¿ Que quieres Sarah? - dijo Hugo. Poniendo una expresión de enfado.
- O nada. Que podría necesitaba de ti?. No deseo ser torpe y mucho menos un mal guerrero.
- Sarah. - dijo Jack que apareció detrás de ella.
- Oh. Capitancito, que la velada te acompañe.
- Gracias. Pero ahora solo deseo que me acompañes tu. La reina solicita hablar contigo.
- FA. Bueno, si Katte, lo dice. Iré. - dijo poniéndose frente a frente con Jack. Parecía que se iría a desatar una pelea allí mismo.
- Ten cuidado en como me hablas. No te pases de lista. Ahora vamos. - dijo el peli negro. Por un momento percibí la mirada de la reina en sus ojos. Imponente y decidido.
- Lo se. Nos volveremos a ver. Espécimen - exclamó dirigiéndose hacia mi.
Dio media vuelta y se marcharon. Jack iba detrás de ella vigilándole el paso.
- Es una zorra. - dijo Hugo mirando en su dirección.
- Y con esa cara. - comento Vía. - Bueno vamos a bailar. Jack nos ha dejado el pase libre.
- Concuerdo contigo amiga. - dije. Tome la mal de Ben y nos fuimos junto a los demás vampiros a la "supuesta pista de baile ".
Allí las horas pasaron. Nos divertimos hasta mas no poder. El dolor en mis pies estaba presente. Pero, eso no era un problema. En ese momento me adueñe de la pista, de mis pies, y del mismísimo tiempo. El reloj lo tenia entre mis manos, y al tiempo en mi poder.
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legado
VampireMáxima Sparcle, una chica común y corriente, estudia saca buenas notas, siempre tuvo un gran desempeñó para superar lo que se propusiera, hasta que un día descubre que tendrá que superar algo mas que malas elecciones o amistades rotas, para eso su...