Natsu
Era las 7:45 de la tarde y pronto tendría que estar donde quedamos Luce y yo. Mi corazón grita de alegría, jamas había sido tan feliz.
Veo ya las luces que alumbran la plaza, mi corazón se acelera ahora mas rápido y notó mis mejillas sonrojadas.
Entro ya a la plaza y ahí mucho alboroto, pero una voz llama total mente mi atención. Su voz tan hermosa como el día que la conocí.
Me di media vuelta y su cabellera junto su hermoso rostro se hace presente ante mis ojos.
Se va acercando hacia mi, con una cara de pocos amigos. En cuanto esta a unos centímetros de mi rostro agarra mi mano y una pequeña sonrisa aparece en sus finos y delicados labios de un tono rosado.
-Hora de irnos-dice y corrientes de electricidad recorren mi columna vertebral para ahora ser arrastrado por mi diosa.
Camino al lado de ella, a lo que solo la miro de reojo y noto cierto enfado en su rostro. Lo ignoro y solo caminamos por ahora las frías calles de Magnolia por la nieve que pronto caería.
Llegamos a una casa, bastante grande y llamativa solo por las luces de navidad que las otras casa casi no tienen.
-Entremos-dice con cierto tono de molestia.
Asiento y caminamos hasta la entrada de la casa, de los bolsillos de los pantalones negro y desgatados que llevaba Lucy saca unas llaves, varias se podría decir.
Agarra una entre su dedo pulgar y su dedo índice y la mete en la cerradura para abrirla y dejarnos entrar hacia la casa.
La primera en entrar es ella, y ahora entro yo, pero noto de momento una tensión bastante incomoda.
Sigo andando al lado de ella, hasta que entramos en la salita, bastante amplia y logro ver varias personas que son demasiado familiares para mi.
-¿Natsu que haces aquí?-pregunto mi hermano Zeref con el ceño fruncido.
-Lo mismo digo-le respondí bruscamente.
-Hola Lucy-hablo mi cuñada saludando a la rubia de ojos chocolates que ni la miro solo le hizo caso al pequeño de casi dos años.
-Haru-hablo en un modo tierno la rubia y abrazo al pequeño como si de un peluche se tratase-mira Natsu te presentó a Haru, mi sobrino-hablo Lucy con una pequeña sonrisa instalada en sus finos labios.
-Si, es muy guapo-respondi tomando de la manita al pequeño.
Pero solo hay algo que me perturba la mente, ¿de que se conocen Mavis y Lucy?
De pronto un hombre salio de la cocina, con su cabello rubio platino y unos ojos azulados. Detrás de él venia un chico de unos 17 años de pelo mas platino aun y unos ojos verdes esmeraldas.
-Hey Larcade-salude a mi sobrino que es casi de mi altura, aunque todavía le saco una cabeza de altura.
-Tío Natsu, no sabia que ibas a venir-respondió Larcade con unas de sus sonrisas en cuanto le veo.
-Oye Lucy ¿quien es?-oí la pregunta del rubio platino.
-Sting ¿no te acuerdas?, es el que me salvo cuando me desmaye-respondió Lucy a lo que me sonroje.
-Es verdad, perdón amigo-respondió con un golpe en mi espalda en forma de amigos-Cuentame por que te ha invitado mi perezosa y diabólica prima-hablo Sting.
-Bueno....-empecé a hablar pero fui interrumpido por mi ángel rubio.
-Sting yo te responderé, tu intimidas con esa mirada de perturbado-respondió Lucy a lo que yo aguante las ganas de reírme por lo que le había dicho.
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¿Imposible De Conquistar?
Novela JuvenilLo siento, la palabra imposible no existe en el vocabulario Dragneel. Segunda temporada de Imposible De Conquistar.