capitulo 4

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Natsu

Era las 7:45 de la tarde y pronto tendría que estar donde quedamos Luce y yo. Mi corazón grita de alegría, jamas había sido tan feliz.

Veo ya las luces que alumbran la plaza, mi corazón se acelera ahora mas rápido y notó mis mejillas sonrojadas.

Entro ya a la plaza y ahí mucho alboroto, pero una voz llama total mente mi atención. Su voz tan hermosa como el día que la conocí.

Me di media vuelta y su cabellera junto su hermoso rostro se hace presente ante mis ojos.

Se va acercando hacia mi, con una cara de pocos amigos. En cuanto esta a unos centímetros de mi rostro agarra mi mano y una pequeña sonrisa aparece en sus finos y delicados labios de un tono rosado.

-Hora de irnos-dice y corrientes de electricidad recorren mi columna vertebral para ahora ser arrastrado por mi diosa.

Camino al lado de ella, a lo que solo la miro de reojo y noto cierto enfado en su rostro. Lo ignoro y solo caminamos por ahora las frías calles de Magnolia por la nieve que pronto caería.

Llegamos a una casa, bastante grande y llamativa solo por las luces de navidad que las otras casa casi no tienen.

-Entremos-dice con cierto tono de molestia.

Asiento y caminamos hasta la entrada de la casa, de los bolsillos de los pantalones negro y desgatados que llevaba Lucy saca unas llaves, varias se podría decir.

Agarra una entre su dedo pulgar y su dedo índice y la mete en la cerradura para abrirla y dejarnos entrar hacia la casa.

La primera en entrar es ella, y ahora entro yo, pero noto de momento una tensión bastante incomoda.

Sigo andando al lado de ella, hasta que entramos en la salita, bastante amplia y logro ver varias personas que son demasiado familiares para mi.

-¿Natsu que haces aquí?-pregunto mi hermano Zeref con el ceño fruncido.

-Lo mismo digo-le respondí bruscamente.

-Hola Lucy-hablo mi cuñada saludando a la rubia de ojos chocolates que ni la miro solo le hizo caso al pequeño de casi dos años.

-Haru-hablo en un modo tierno la rubia y abrazo al pequeño como si de un peluche se tratase-mira Natsu te presentó a Haru, mi sobrino-hablo Lucy con una pequeña sonrisa instalada en sus finos labios.

-Si, es muy guapo-respondi tomando de la manita al pequeño.

Pero solo hay algo que me perturba la mente, ¿de que se conocen Mavis y Lucy?

De pronto un hombre salio de la cocina, con su cabello rubio platino y unos ojos azulados. Detrás de él venia un chico de unos 17 años de pelo mas platino aun y unos ojos verdes esmeraldas.

-Hey Larcade-salude a mi sobrino que es casi de mi altura, aunque todavía le saco una cabeza de altura.

-Tío Natsu, no sabia que ibas a venir-respondió Larcade con unas de sus sonrisas en cuanto le veo.

-Oye Lucy ¿quien es?-oí la pregunta del rubio platino.

-Sting ¿no te acuerdas?, es el que me salvo cuando me desmaye-respondió Lucy a lo que me sonroje.

-Es verdad, perdón amigo-respondió con un golpe en mi espalda en forma de amigos-Cuentame por que te ha invitado mi perezosa y diabólica prima-hablo Sting.

-Bueno....-empecé a hablar pero fui interrumpido por mi ángel rubio.

-Sting yo te responderé, tu intimidas con esa mirada de perturbado-respondió Lucy a lo que yo aguante las ganas de reírme por lo que le había dicho.

¿Imposible De Conquistar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora