Cuatro años transcurrieron desde aquel fatídico día, y la sociedad ya se había olvidado de la estudiante de ojos azules. Pero no ocurrió lo mismo con Ignacio, pues Victoria aún estaba muy presente en su vida. A veces aparecía ante él para hablar, para opinar o incluso para ayudarle a tomar algún tipo de decisión, como si ella misma fuese su conciencia. Gracias a ello Ignacio logró relacionarse un poco mejor con las personas, logró encontrar un nuevo empleo y hasta comenzó a ser un poco más optimista. Estaba feliz de tenerla a su lado.
El nuevo empleo era muy parecido al anterior, pero tanto el local como la ubicación eran mucho más prestigiosos. Ubicado en un shopping center de buena reputación, su nuevo lugar de trabajo tenía un ambiente mucho más amigable. Estaba tan contento que hasta se había dado el lujo de comprarse un pequeño auto. En aquel lugar ya no tenía compañeros abusivos ni tampoco un jefe tan estricto, el entorno era diferente.
"—Estos zapatos son hermosísimos —dijo Victoria".
A la joven de ojos azules le encantaba el local. A veces aparecía para mirar cómo las clientas se probaban los hermosos zapatos y otras veces se la podía ver recorriendo los locales circundantes. Ignacio estaba feliz, pues le encantaba ver a la joven divertirse, aunque a veces notaba la tristeza que esos ojos azules emanaban al ver a las demás personas. Quizás añoraba la vida, o quizás simplemente quería probarse algunos de los zapatos que los clientes se llevaban.
En ese mismo trabajo, durante el último año, se había acercado mucho a su jefa. La joven portaba un refinado cabello rubio trenzado, tan refinado como sus modales y sus gustos. A veces llevaba una simple trenza, otras veces eran dobles, y a veces enrollaba esas trenzas sobre su cabeza. Tenía unos ojos marrones que reflejaban perfectamente las luces de todo el centro comercial. Con el pasar de los días, Ignacio y su jefa comenzaron a conocerse más, hasta que luego de pasar un tiempo intercambiando miradas y sonrisas furtivas, comenzaron a coquetear. Era algo que estaba bastante claro, incluso para la gente ajena a la situación: los dos se gustaban.
Sin embargo, Ignacio sentía un poco de preocupación, pues cada vez que la veía recordaba a Victoria, quien solía estar paseándose por el lugar. Sentía un gran temor al pensar que la joven podría desaparecer de su vida si se enamoraba de alguien.
"—No te preocupes por mí".
—Victoria...
"—No debes cerrar tu corazón por mí. Vive. Invita a Bárbara a una cita".
Las palabras de Victoria habían conducido hacia una buena vida a Ignacio, por lo que nunca las pasaba por alto, y esta vez no fue la excepción. Decidió concretar una cita con Bárbara, su jefa, para así poder confesarle sus sentimientos. El lugar elegido había sido un café tan elegante como los zapatos que vendía.
Y una semana exacta fue el tiempo que necesitó Ignacio para tomar coraje e invitarla al café, donde asistió vestido de manera galante. Había comprado un traje azul que hacía juego con el pantalón y los acompañó con una camisa blanca. Era la primera vez en muchos años que utilizaba un traje, pues nunca se había sentido cómodo utilizándolos. Sin embargo, sentía que necesitaba estar a la altura de una mujer como Bárbara.
"—Todo esto es tan hermoso... Espero que todo salga bien —dijo Victoria, quien se encontraba sentada detrás de Ignacio, en la silla de la mesa contigua".
—Así es —dijo Ignacio en voz alta, atrayendo las miradas de otras personas. Su ansiedad le había jugado una mala pasada. Por un momento había olvidado de que las demás personas no podían ver a Victoria y estaba tan acostumbrado a su presencia que no era la primera vez que le hablaba delante de la gente.
A veces, la gente que lo escuchaba se acercaba hasta él, curiosos quizás, por saber con quién hablaba. "Pienso en voz alta, disculpen" solía responder él.
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Los tristes ojos de Victoria
Fiksi UmumIgnacio esperaba el autobús que lo llevaría devuelta a su casa, cuando fue testigo de una horrible escena que involucraba a Victoria, una hermosa universitaria de ojos azules. Su falta de empatía lo llevó a ignorar tal situación; sin embargo algo en...