Cancer|Calum Hood

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N/a: se recomienda acompañar su lectura con Cancer de twenty one pilots. Si se acaba reprodúcela de nuevo hasta que acabes de leer.

Semana 1

Es la segunda vez que tengo que ir a la casa de los chicos ya que estos me han llamado casi gritando, diciendo que algo le había pasado a Calum, que lo volvió a hacer. Dejé de hacer todo lo que estaba haciendo y a una velocidad sobrehumana me dirijo a la casa temporal de los chicos, apenas y me arreglé, pues estaba limpiando mi apartamento.

Me pasé todos los semáforos en rojo, casi hasta podía ir los interminables insultos de los demás conductores. Yo solo quería llegar lo más rápido. Muchos pensamientos abordaron mi mente y deseé que estos desaparecieran, pues me agobiaban y cada más vez me ponían mucho más nerviosa de lo que estaba. Apreté el volante mientras pisaba el acelerador y esquivaba a los coches.

Ya que llegue a la casa apenas me bajé de auto corrí saltando de dos en dos los escalones de la entrada y toque el timbre y con mis nudillos desesperada daba golpes desenfrenados. Ahora en estos momentos ya no me importa si rompo la puerta.

Unos tortuosos segundos fueron suficientes para que un Ashton con una mirada aterrada y llena de preocupación me abriera.

–¿donde está?–le pregunto tan solo verlo.

–está en su habitación, desde la mañana no quiere salir de ahí. Realmente nos preocupa pues no ha querido comer...–eso solamente hace que mi corazón se estruja. Cada vez esto se está poniendo peor. Asiento con lo dicho del chico y corro hacia las habitaciones. En cuanto llego a la de Calum respiro hondo y con los nudillos doy unos suaves golpes.

–¿Calum?–pregunto suavemente, pero con los nervios a flor de piel. Pero no escuché ninguna contestación dentro.–¿Calum, estás ahí?

Toco de nuevo y esta vez obtengo respuesta pero no la deseada.

–¿que quieren? Ya les dije que no saldré de aquí–replica con un tono débil. Haciendo que mi corazón se comprima.

–Calum, soy _____. ¿Puedo entrar?–pregunto sintiendo un nudo en mi garganta.

–¿____? –pregunta y siento una pizca de esperanza al oír su voz. Pero rápidamente se esfuma–vete, no quiero a nadie aquí ahora. Quiero estar solo

Suelto un suspiro y apoyo mi frente en la puerta mientras cierro un momento mis ojos.

–Calum, por favor ábreme. Quiero hablar contigo...

–¡No! Ya te he dicho que no quiero, quiero estar solo–replicó, pero esta vez lo gritó y por inercia retrocedí algo asustada por el repentino grito.

–Calum, por favor–suplico mientras apoyo de nuevo mi frente en la puerta. Esta vez sintiendo el nudo mucho más grande. Casi como si este abarcara toda mi garganta y poco a poco me va ahogando.–si no quieres abrir, por lo menos dime la verdad, ¿lo has vuelto a hacer?

Mi tono de voz sale amortiguado debido al increíble nudo en mi garganta. De repente siento como mi rostro se calienta y en pocos segundos está lleno de lágrimas.

Pero no escucho respuesta por otro lado, lo que hace que caiga de rodillas al suelo.
No puedo creerlo. Lo ha hecho de nuevo.

Estos ataques de nervios que le dan a Calum rara vez le suceden, y cada vez que le pasan le da algo así como una depresión profunda. No quiere salir de la habitación y en ciertas veces fuma.
Esto lo es causado por todo el estrés de la banda, las giras y todo lo que se engloba a la fama.

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