Capitulo 2

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Eran las 7 am y estaba tomando desayuno, lo sé es raro, pero debo trabajar si quiero tener otra noche de drogas y alcohol, al llegar al minimarket me senté en la caja y espere a los clientes, la primera fue la señora Lidia una anciana decrepita de alrededor de unos 80 años que viene todos los días a comprar y huele maní y cigarro

–Buenos días querida

–Hola, sigue viva?

–Por supuesto

–Oh que bien, cuál es su secreto? Marihuana? Sexo a diario?- dije apoyándome en el mostrador con curiosidad

–Sexo? Que cosas hablas niña

-Olvídelo, necesita algo?

–Sí, jabón en barra, 4 panes y un café de marca nes...

-Alto, no me refería a eso, mire, todos los días le reitero que aquí hay autoservicio, yo solo ordeno los productos y cobro lo correspondiente –le dirigí una sonrisa forzada, ella respondió con una sonrisa y dijo

–Y vas a tardar en traer mis cosas?- Olvide completamente que tiene memoria a corto plazo y que está un poco sorda, poniendo los ojos en blanco me levante, busque lo que me pidió y se lo entregue con una sonrisa algo cínica 

–Son $5.500

-Oh claro ahí tienes

–Gracias por su compra vuelva pronto. Estaba trapeando el lugar de golosinas cuando lo vi, mi peor enemigo, un niño gordo, pelirrojo y de unos 7 años al que molesto por que se parece a Clarence, nos miramos desafiante y luego el arrojo un poco de su bebida al suelo, lo mire asombrada y luego me acerque lentamente, tome el vaso y lo arroje en su cara junto con la bebida que quedaba

-mira niño con sé cómo demonios los dibujos animados de cartoon network pueden escaparse de la tv pero déjame decirte que me caes mucho mejor en tu programa CLARENCE, mientras gritaba lo último vi a la mamá del niño asomarse al pasillo, dignamente recogí el vaso y dije

–Ups, creo que pase a llevar el vaso, pero no se preocupe, le daré uno a su hijo por cortesía de la casa, fui a la máquina de bebidas, puse un vaso bajo la llave de Coca-Cola y lo llene, luego lo pensé un segundo y arroje un escupo adentro, cerré el vaso y se lo di al niño -me miro un segundo y tomo bebida por la bombilla sin quitarme la vista de encima –Muchas gracias, Bob ahora vamos a cambiar tu polera mojada por otra limpia

–Mientras salía del minimarket le hice un gesto de adiós moviendo mis dedos y una sonrisa burlesca, a lo que el contesto con un gesto obsceno.

 –Mientras salía del minimarket le hice un gesto de adiós moviendo mis dedos y una sonrisa burlesca, a lo que el contesto con un gesto obsceno

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¡ESTO ES GUERRA! - Del Amor Al Odio Solo Hay Un Paso-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora