Samantha es un desastre, su vida entera son fiestas. No toma atención a su vida hasta que un extraño chico comienza a aparecer a donde quiera que ella vaya, junto con el llegan extraños acontecimientos a su vida y muchas situaciones vergonzosas, ¿qu...
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Llegamos a mi depa, Paul me acompañó a la entrada
-Sam...-dice tocándome la cara
-Dime -digo mirándolo a los ojos
-No... no podemos permitir que lo nuestro siga creciendo -dice soltándome y mirando el suelo
-¿Por que ? -pregunto confundida
-No quiero exponerte, Mariana aun esta por aquí, no quiero que te haga daño
-¿Seguirás con Ashley? -digo apartándome de el
-Debo hacerlo -niego con la cabeza
-Esto no esta bien, no nos hace bien a ninguno de los dos
-Si estamos juntos sera peor -dice tomándome de los hombros, yo me aparto
-¿Y que pretendes? ¿hacer como que somos amigos siendo que no sentimos eso? -el asiente, y yo lo empujo
-Es lo mejor para ti -dice marchándose, lo miro irse y luego entro a mi depa, cierro la puerta de un golpe y corro a mi cuarto, golpeo la almohada hasta cansarme, me recosté un momento en la cama y miré el techo con todos los planetas, medité un poco y luego hable
-¿Carla? -se tarda un momento en responder
-Aquí estoy -dice apareciendo acostada al lado mio
-Tenias razón -digo tapándome la cara
-Lo se... ¿sabes en que otra cosa tengo razón?
-¿En que? -pregunto sentándome
-Paul te ama
-Mentira, si me amara estaría con migo
-Te esta protegiendo
-Me esta evitando
-No quiere que te pase algo malo
-Mentira... me es indiferente, es bipolar, un día me ama y al otro no me conoce
-Debe hacerlo-niego con la cabeza
-¿Y has investigado algo de tu ex? -digo para cambiar el tema de conversación
-No mucho, pero necesito que actúes rápido, la va a matar
-¿Donde debo ir? -ella hace un gesto de disgusto
-En estos momentos están en... Portland -yo pongo cara de cansancio
-No puedo -digo tomándome la cabeza
-¿Porque? Paul esta aquí en chicago en estos momentos
-Aparte de eso, debo ir al instituto... este fin de semana te prometo que iré, pero debes acompañarme
-Si, por supuesto -dice sonriendo, cuando ella desaparece yo me meto a bañar, una vez lista voy al instituto, ya perdí las primeras dos clases, pero no importa, fueron educación física.
Estoy camino al laboratorio de ciencias, el profesor de química me pidió que viniera a buscar unos implementos para la clase, entré y me dirigí a la bodega en la cual están guardados los materiales, iba entrando a la bodega cuando alguien me empuja dentro y cierra la puerta, me agito al ver que Ethan me tapa la boca
-No grites... por favor -dice soltándome lentamente, yo lo empujo y tomo una probeta para golpearlo pero el es mas rápido y me tomó la mano
-¿Por que me traicionaste? yo confié en ti -digo golpeándole el pecho
-Fui un idiota, por favor perdóname -dice tomando mi cara
-¡No! por tu culpa casi muero... Paul me ayudó, gracias a el estoy aquí
-¿Paul? no es posible, el estaba en Portland -dice separándose un poco de mi
-Yo igual creí lo mismo
-Samy... perdóname -yo lo miro fijo hasta que mis ojos comenzaron a arder, el se estremeció y calló al suelo
-¡Sam! ¿¡que haces!? -dice desesperado en el suelo
-Te estoy devolviendo el favor -digo sonriendo, cuando veo que casi no se mueve me detengo, tomo los materiales necesarios y me voy pasando por encima de el
-Sam... por favor perdóname -dice con dificultad
-Si quieres mi perdón tendrás que esforzarte aun mas -digo cerrando la puerta.
Estaba con Amanda en el pasillo camino al comedor cuando me encontré de frente con Paul, el no me apartó la vista de encima y rozó nuestros brazos a propósito, haciendo que me diera una puntada en el corazón, necesitaba tenerlo serca y necesitaba que estuviera lejos de Ashley, el debe ser solo mio. Cuando llegamos al comedor hablamos con Amanda de nuestro fin de semana, yo obviamente invente uno, estaba contándole la supuesta película que fui a ver al cine cuando Paul pasó al frente mio con Ashley de la mano, mis ojos ardieron inconscientemente y Ashley se doblo por el dolor, Paul la ayudó, yo pestañee y Ashley volvió a enderezarse y le dio un beso a Paul con ternura, yo aparté la mirada, deseo con todas mis fuerzas matarla, pero ella no tiene la culpa, la tiene Paul. Para distraerme me levanté y Amanda me siguió dándose cuenta de lo que pasaba, fuimos a la biblioteca y me puse a adelantar una tarea de filosofía con Amanda.
