Samantha es un desastre, su vida entera son fiestas. No toma atención a su vida hasta que un extraño chico comienza a aparecer a donde quiera que ella vaya, junto con el llegan extraños acontecimientos a su vida y muchas situaciones vergonzosas, ¿qu...
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Estoy sola en el camerino poniéndome el traje de animadora cuando un ruido metálico sonó, caminé lentamente hacia el origen del sonido, cuando llegue estaban todos los casilleros abiertos, me tapo la boca
-Yo no quería -oí una voz a mi espalda, giré rápidamente
-¿Quien eres tu? -una mujer vestida de negro con el maquillaje corrido estaba llorando
-Adelia
-¿Por que hiciste esto? -digo asustada
-Por que así me encontraran-rápidamente una bocanada de viento me hace girar, todos los estantes tenían partes de cuerpo diferentes, uno tenia manos, otro cabello, otro un hígado, y así, todo el cuerpo de ella estaba repartido en partes diferentes, el olor a putrefacción llego a mi nariz y se me revolvió el estomago, el camerino parece ser de otra época, ella me da un empujón y vuelvo a la realidad
-¿Por que me muestras esto?
-Por que are lo mismo contigo -dice sonriéndome, yo suelto un grito y corro hacia afuera, ella me alcanza, pero yo mantengo mi mirada fija en ella, me suelta y cae al suelo
-E... eres la elegida... la nueva salvación, o nuestra perdición -dice apuntándome, yo la miro confundida y corro hacia las canchas para comenzar la practica, llego agitada y Amanda lo nota
-¿Y a ti que te pasa?
-Nada, solo que corrí muy rápido -digo sonriendole
-Bien, practicaremos todas por separado, porque entre los 3 equipos tenemos una coreografía diferente, ¿nosotras aremos piruetas?
-Si... practicaremos el mortal, levantar una pierna hasta la cabeza y tomar en brazos a las mas delgadas -digo tratando de recuperar el aire
-Bien, pero olvídalo que a mi me tiraran hacia arriba, le tengo pánico a eso
-Bien... supongo que me tendrán que tomar a mi
-Parecerás una muñeca de trapo -dice riendo
-Bien, las del equipo de fútbol americano practicaremos el mortal -digo aplaudiendo y llamando la atención de todas, ellas se acercan y yo pido prestados dos chalecos, los amarro y creo una especie de cinturón para ayudarlas a hacer el mortal, le amarramos el chaleco a la cintura a la primera voluntaria y Amanda y yo sujetamos los extremos del chaleco, el primer intento salio perfecto, pero al segundo se lanzó muy fuerte y nos arrastro a mi y a Amanda con ella, todas reímos e hicimos bromas con eso, en menos de dos horas ya todas las de mi grupo hacían un buen mortal hacia adelante, les costaba un poco para atrás, pero les salia bien, la ventaja de las que eligieron mi equipo es que la mayoría son buenas gimnastas, así que no hay problemas al momento de que aprendan, Ashley intento acercarse pero yo la ignore, con mi equipo practicamos la ultima vez el baile agregando un mortal hacia atrás y luego nos fuimos a cambiar al camerino, traté de mezclarme entre la multitud, para evitar ver a la señora de los casilleros, el solo recordar las imágenes me hace estremecer. Estaba entrando a la clase de filosofía cuando lo vi sentado al lado de mi puesto, estaba serio, cuando me vio soltó una sonrisa oscura, me senté en mi puesto, ni siquiera lo miré, sentí su mirada profunda pero yo insistía en mirar al frente
-Hoy trabajaremos en parejas -dice el profesor entrando a la sala -pongo los ojos en blanco
-¿Usted elegirá las parejas? -pregunto desanimada
-No, serán sus compañeros de puesto -miro con desagrado a Paul, pero el ríe
-¿Por que me odias? -dice acercándose demasiado a mi
-Por que me haces mal -digo apartándolo de mi, pero el insiste y pone su brazo en el respaldo de mi silla
-Puede ser... por eso solo debemos ser amigos
-Yo no quiero ser tu amiga -digo lanzando el lápiz
-¿Que quieres entonces?
-Ya no quiero nada, quiero que te alejes de mi
-Lo aria, pero le profesor dijo claramente que debo trabajar contigo -dice encogiéndose de hombros
-¿Todo esto te parece un chiste?
-No, pero es la única opción... prefiero tomármelo bien, es por una buena causa
-Es por una buena causa -digo imitándolo con voz ridícula
-Señor Black y señorita Stewart ¿me dejaran dar las instrucciones o seguirán con su crisis matrimonial? -dice en tono de chiste el profe
-No es una crisis matrimonial, continué -digo fastidiada
-Okay gracias -dice juntando las manos
-Es un idiota -susurro para mi
-Si que lo es -dice Paul riendo
-Bien, el trabajo consiste en describir al ser humano, como les plazca, y luego lo compararemos con lo que creían los antiguos filósofos, pueden empezar -nos miramos con Paul, yo aparto la mirada
-Y bien... los humanos son vulnerables, estúpidos, masoquistas, mentirosos
-Hey, hey alto... que no se te olvide que yo soy humana -digo susurrando lo ultimo
-Si, lo se -yo abro la boca y lo golpeo
-Eres un idiota
-Estaba bromeando -dice riendo
-Yo pienso que somos inteligentes
-Si, por eso destruyen su propio planeta -dice en tono sarcástico
-¿No tienes alguna apreciación positiva de nosotros?
-Algunos son sinceros -dice encogiéndose de hombros
-¿Solo eso?
-Algunas mujeres son lindas... pero solo una que conozco es hermosa -dice mirándome fijamente, yo me ruborizo
-¿A si?
- Si, Megan Fox -yo me pongo seria enseguida
-¿Te gusta Megan fox?
-No, solo lo decía para ver tu reacción -dice con una sonrisa, yo pongo los ojos en blanco
-¿Quien es la afortunada?
-Ya lo sabes -dice mirando el suelo
-No, no lo se
-Si, si lo sabes
-No
-Bueno es... -el profesor lo interrumpe
-¡Bien! supongo que terminaron, levanten la mano para opinar, no sean tímidos... Paul, ¿que opinas de nosotros los humanos? -Paul se acomoda en el asiento
-Creo que son vulnerables
-¿Son? lo dices como si no fueras humano -dice riendo el profesor, yo y Paul reímos, pero los demás no entienden
-Vulnerables... buena apreciación, ¿a que te refieres con eso?
-A que se les puede hacer daño tanto de forma psicológica como física, son muy convincentes y fáciles de engañar
-Muy buena apreciación Paul... ahora otra persona -ignoré al maestro todo el resto de la clase, me puse a pensar sobre la señora del camerino, ella no era como los otros fantasmas con los que eh tratado, ella era mala, y se notaba por la luz que emanaba, era algo oscuro. Cuando tocó el timbre para marcharnos me fui a casa muy relajada, caminé lento y observe a las otras personas, cuando llegue a casa me recosté y dormí una siesta.
