Capitulo 26

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Llego a mi depa y busco mi celular, ¿dónde lo dejé?, debe tenerlo Amanda, ordeno un poco  el desastre,  me baño y tomo algo para el dolor de cabeza, siento un enorme enredo, no sé quién soy, no sé qué hacer, no sé nada, solo aceptar la posibilidad...

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Llego a mi depa y busco mi celular, ¿dónde lo dejé?, debe tenerlo Amanda, ordeno un poco el desastre, me baño y tomo algo para el dolor de cabeza, siento un enorme enredo, no sé quién soy, no sé qué hacer, no sé nada, solo aceptar la posibilidad de estar en un nuevo mundo, voy camino al depa de Amanda y antes de que alcance a tocar la puerta ella la abre y se abalanza sobre mi

-¿Dónde estuviste toda la noche?

-Me canse y fui a mi depa, no quería arruinarte la fiesta –digo en tono convincente

-Casi me matas del susto, tu teléfono lo tengo yo, toma –dice tendiéndome el celular

-Amanda...- pienso un momento y luego callo

-Dime –dice haciéndome pasar, no puedo contarle esto, así que decido cambiar el tema

-Volveré a mi depa, creo que debo superar mis miedos... y ayer pude, así que ya es el momento de volver

-Como quieras, en todo caso está siempre será tu casa y puedes volver cuando quieras

-Gracias... recogeré mis cosas y me iré –digo dándole un abrazo

-Te ayudo –dice siguiéndome al cuarto, una vez que recogí todo lo mío me fui. Iba caminando cerca de mi depa cuando oí a un vagabundo hablar en el callejón

-No te duermas, no te duermas, vendrá y te matara, es real, no te duermas- dice mirando un punto fijo, lo ignoro y sigo caminando, cuando alguien me toma del brazo

-¡Es real, te quiere a ti, me pidió que te cuidara y yo no puedo más, no puedo más! –el vagabundo me miraba fijamente

-¿De qué habla? –digo tratando de soltarme, un chico me ayuda y aleja al vagabundo de mi

-Es real, tu amigo es el demonio... me mostró el infierno, nos matara a todos por tu culpa –dice mientras vuelve al callejón

-¿Qué le pasa a ese tipo? – dice el chico, yo solo lo miro ya que estoy aun en shock, ¿a quién se refería?

-Yo... no, no se –le respondo con dificultad, trato de recordar en donde más lo había visto, ¡claro! el día cuando fui a buscar el traje a la tintorería el me paso servilleta para limpiarme la mierda de pájaro

-Tu eres el chico que me ayudo cuando el pájaro se ensucio en mi –digo tratando de sonreírle

-Sí y tú eres Sam, la que vomito al alcalde en...- lo interrumpo

-Sí, no hace falta recordarlo -digo mientras sigo mi camino pensando en el vagabundo

-Hey, yo... tu... ¿quieres ir tomarte un helado conmigo? –dice siguiéndome, lo pienso un poco y contesto

-No creo –al ver su expresión cambio de parecer, el me ha ayudado dos veces y yo ni en cuenta lo eh tomado –bueno... creo que tengo tiempo libre ahora, ¿en dónde nos juntamos?

-En la heladería de la esquina en 3 calles más abajo... ¿en media hora más?

-Sí, perfecto –lo dejo atrás y camino hasta llegar a mi depa, dejo la mochila y el bolso en la cama y me peino un poco, me perfumé y salí camino a la heladería, no dejo de pensar en ese hombre, ¿qué me habrá querido decir? ¿A qué se refería? ¿Mi amigo? De seguro habla de Paul, cuando doblo la esquina diviso al chico, me está esperando afuera, al verme me dirige una sonrisa, entramos a la heladería y nos sentamos en la mesa de la ventana

-Y bien... ¿en dónde estudias? –pregunto tratando de sacar tema de conversación

-En el mismo instituto que tú, coincidimos en la clase de química los días jueves

-¿Enserio? –pregunto avergonzada

-Sí, pero no te preocupes, conoces a mucha gente, de seguro no te puedes recordar todas las caras del instituto

-Mmm si, y... ¿practicas algún deporte?

-Sí, baloncesto y fútbol americano, tu ahora eres animadora, solo te eh visto practicar 2 veces, ¿qué equipo animas?

-Ashley me dio la opción de estar en 2 equipos pero solo me decidí por fútbol americano, el lunes tengo otro entrenamiento, y aremos la primera coreografía oficial –se acerca la chica con nuestros helados y un vaso de bebida para cada uno

-Que bien y... ¿tienes novio? –pregunta nervioso

-Em... no

-Y... ¿te gusta alguien? –dice sonrojándose, dudo un poco la respuesta

-N... no... ¿porque las preguntas? –lo miro sonriendo, él se pone nervioso y trata de arreglarse el pelo pero pasa a llevar su vaso y bota la bebida, y por tratar de agarrar el vaso metió la mano dentro de su helado, me miro con vergüenza

-Disculpa... yo... soy un poco torpe y...

-Me encuentras linda, por eso las preguntas –digo con el fin de ponerlo más nervioso, me parece tierno

-¡No! Es decir, si, es que yo...

-Gracias - digo mientras me levanto y le doy un beso en la mejilla, él se sonroja y se levanta a pedir algo para limpiar la mesa, yo le sonrió y miro por la ventana, hay un tipo alto hablando con el vagabundo , me levanto rápidamente y me dirijo hacia ellos, cuando iba cruzando la calle escuche un ruido de llantas frenando fuerte y una bocina demasiado cerca mío, me tiro hacia atrás y veo como el auto pasa en frente de mis narices, el conductor se asoma por la ventana, ve que estoy bien y sigue con su camino, cuando me levanté y llegue a donde estaban hablando el vagabundo y el tipo, pero ya no había nadie, patie una piedra y mire el suelo, algo brillaba, me agache para recogerlo, era una cadena con una estrella de David, la tome y volví a la heladería en donde el chico estaba triste

-¿Qué pasa? –le pregunto acercándome

-Creí que te habías ido –responde sorprendido

-No, es que vi al vagabundo hablar con alguien y me pareció extraño así que fui a ver qué pasaba, pero cuando llegue ya no había nadie, solo estaba esto botado en el suelo –digo mostrándole la cadena

-Es una estrella de David, la usan de protección algunas personas

-¿Cómo lo sabes?

-Soy fan de las cosas mitológicas o de los misterios –dice sonrojado

-Ah... ¿y que sabes acerca de... los nephilim? –pregunto interesada

-Oh, son unas criaturas sorprendentes, mitad ángel y mitad humano, son muy malos, y por ellos fue el diluvio incluyendo a los ángeles caídos... no le digas a nadie pero soy un firme creyente de que ellos siguen estando entre nosotros, al igual que los extraterrestres, daría todo por conocer a uno

-Whow y...¿que pensarías si te dijera que yo también soy una firme creyente de eso?

-Que los dos estamos locos... y que es genial –responde entusiasmado

¡ESTO ES GUERRA! - Del Amor Al Odio Solo Hay Un Paso-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora