Estoy muy mareada, y Paul lo notó, vamos en su auto, no se adonde, casi no puedo hablar, me cuesta ver y respirar, cada vez se me nubla mas la vista, Paul me toma la cara y me habla desesperado, pero no logro entenderlo, cerré los ojos un momento pero los abrí bruscamente al darme cuenta de que no estoy respirando, me comencé a desesperar, hasta desmayarme.
Abrí los ojos, estoy en una pieza ploma, el techo esta lleno de posters de bandas de rock y rap, tengo suero conectado a mi brazo derecho y estoy tapada hasta los hombros, a mi lado hay una mesa de noche con una jeringa usada, vendas y un corta cartón
-¿Donde carajo estoy? -digo tratando de levantarme, pero un horrible dolor en el vientre me obliga a recostarme de nuevo, me destapo y veo que tengo sangre en el abdomen bajo
-Como te sientes -dice Paul entrando al cuarto, tiene un aspecto horrible, tomo rápidamente el corta cartón y lo apunto
-¿Que hago aquí?
-Es el único lugar seguro en el que te puedo cuidar
-No necesito que me cuides- digo bajando el corta cartón
-Cada vez que repites eso a los días después ya estas al borde de la muerte de nuevo... ¿no te cansas de meterte en problemas? -dice sentándose a los pies de la cama y mirándome con ternura
-¿Cuanto tiempo llevo aquí?
-2 días
-¡Demonios! ¿ya es lunes? ¿y tu porque no me despertaste? ¡tengo instituto! -digo tratando de levantarme pero el dolor agudiza
-Tranquila, no te muevas o volverá el sangrado -dice acercándose para revisar el vendaje, al ver que esta todo ensangrentado se levanta, saca mas vendas de la mesa de noche y las corta a medida
-¿Que haces?
-Te are curaciones -dice apartando las sabanas y levantándome la polera
-Hey, por lo menos pide permiso -digo sobresaltada
-Permiso -dice riendo
-¿De que sirve ahora que ya me levantaste la polera? -el sonríe y saca el vendaje con cuidado, yo me quejo ya que la sangre seca me tira la piel
-¿Como sabias que estaba ahí? -el me mira un momento y luego habla
-Tu amiga me fue a buscar
-¿Amanda? -pregunto confundida
-No... Carla
-¿¡Carla!?, no puede ser, no le eh pedido perdón... ella tenia razón -digo triste
-¿Desde cuando hablas con muertos? -pregunta mirándome fijamente
-No recuerdo ahora -el me mira sin convencerse y luego sigue cambiando el vendaje
-¿Porque Russel volvió? -el suspira
-El cielo es corrupto, mas bien los arcángeles son corruptos, lamentablemente la daga lo envió al cielo en lugar del infierno, si hubiera estado ahí no abría forma de que escapara de nuevo
-¿Te puedo preguntar algo?
-No
-¿Porque puedo dañar a las personas con mi vista? -el sonríe y niega con la cabeza
-¿No te lo dijo tu amigo Ethan?
-No, y no es mi amigo
-Oh yo recuerdo bien que dijiste que te consolarías con el, con tu amigo -dice serio
-Me equivoque... ¿puedes responder mi pregunta? -el suspira y lo piensa un momento
-No se si sabias que cada acción tiene una reacción... si tu sientes odio, tu don se convertirá en odio, tu verdadero don es curar a las personas, pero como lo desbloqueaste con malas emociones, se convirtió en lo contrario, ahora en lugar de curar, les das dolor a las personas, incluso las puedes matar
-¿Y que puedo hacer para revertir esto? -el se encoje de hombros
-Sentir amor, y tratar de no enfadarte tanto... por lo visto va a ser imposible -susurra lo ultimo
-¿Y que sabes tu?
-Se mucho mas de lo que crees -dice mirándome fijamente
-Ni siquiera me conoces -el deja de curarme y se acerca
-Amas el color negro, y odias el rosa, aunque te encanta como se ven los dos colores juntos, cuando te levantas te miras al espejo tratando de convencerte de que eres hermosa, eres una egocéntrica sin remedio, aunque por dentro te odias a ti misma y tratas de aparentar lo que no eres, por dentro eres la persona mas noble y dulce que conozco, pero te has dejado llevar por tus recuerdos, no quieres vivir el futuro ni el presente, por que te aferras del pasado y te enojas cuando alguien te dice lo hermosa y buena persona que eres, porque no crees que alguien te pueda encontrar así... tienes dos lunares hermosos al final de tu espalda que solo tu y yo conocemos y una pequeña cicatriz en el hueso de tu cadera que te hiciste cuando intentaste ayudar a un cachorro de una trampa para mapaches, y esa cicatriz en en tu muñeca derecha que te da tanta vergüenza que la vean los demás...te la hiciste cuando creías que no podrías superar el dolor de sentirte sola en el mundo, pero déjame decirte que ya no mas, estaré contigo hasta el fin de mi existencia, y no dejare que nadie te haga daño, nunca mas... ni siquiera yo -dice terminando de vendarme y saliendo del cuarto dejándome anonadada.
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¡ESTO ES GUERRA! - Del Amor Al Odio Solo Hay Un Paso-
Novela JuvenilSamantha es un desastre, su vida entera son fiestas. No toma atención a su vida hasta que un extraño chico comienza a aparecer a donde quiera que ella vaya, junto con el llegan extraños acontecimientos a su vida y muchas situaciones vergonzosas, ¿qu...