Samantha es un desastre, su vida entera son fiestas. No toma atención a su vida hasta que un extraño chico comienza a aparecer a donde quiera que ella vaya, junto con el llegan extraños acontecimientos a su vida y muchas situaciones vergonzosas, ¿qu...
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Desperté con un dolor de cabeza horrible, mire el techo un momento tratando de asimilar que estoy viva, me estire para desperezarme pero mi pierna toco piel, piel cálida, me senté rápidamente y destape a la persona para ver quien es, solté un grito de espanto
-¡Que demonios haces en mi pieza! -grito desesperada mientras el sonríe
- Buenos días -contesta Paul con aire relajado
-¿Hicimos algo anoche? -el contesta con una sonrisa, se da media vuelta y se vuelve a tapar con el cobertor, me tomo la cabeza con las manos y corro al baño personal de la habitación, me miré al espejo y solté otro grito de horror, tengo el delineado esparcido hasta la frente y una parte de mis pómulos, el labial rojo lo tengo por todos lados menos en mis labios y la sombra de ojos me hace ver como un mapache, sin mencionar mi pelo que hace creer que recién salí de un ring de boxeo en el que pelee con mi peineta, cualquiera que me vea así creerá que estoy loca, estaba mirándome al espejo cuando tocaron la puerta
-¿Vas a estar ahí adentro todo el día? -me desespero, no se por donde comenzar a limpiar mi cara, así que me resigno y me siento en el suelo
-¿Si lo hago que?
-Tendré que botar la puerta
-Oh podrías ir al baño de abajo
-No, es mas tentador entrar aquí... contigo adentro -pongo los ojos en blanco
-No te abriré -digo fastidiada
-Entrare en 3...2...1 -abrió la puerta sin el mayor esfuerzo
-¿Pero que coño?
-Eso es lo que pasa cuando te quieres encerrar en un lugar pero no pones el pestillo -dice sonriendo, mientras se acerca a mi
-Te odio -digo tapándome la cara
-Haber... que tenemos acá -dice levantándome del suelo y quitándome las manos de la cara,
-Si te burlas te mato -digo cediendo
-¿Que dominios hiciste anoche? -dice riéndose a carcajadas
-Idiota -digo apartándome molesta
-No, no te enojes -dice tomándome de las manos para volver a mi lugar, lo observo mientras toma una toallita desmaquillante de la repisa
-¿Que vas a hacer? -pregunto mirándolo a los ojos y sintiendo una vergüenza horrible
-Te ayudare a limpiar este desastre -dice riendo y al tiempo que me limpia la cara suavemente
-Que vergüenza -digo ruborizándome, pero el toma mi cara con sus dos manos y me mira fijamente a los ojos
-Pareciera como si te hubieras maquillado con la escopeta para maquillar de Homero Simpson- pongo los ojos en blanco y sonrió
-Eres hermosa -dice mirándome a los ojos, yo sonreí pero los recuerdos vuelven y me hacen separarme de el
-No empieces
-¿Empezar que?
-¡No te hagas el que no sabes! un día te intereso, otro me odias, otro te valgo madres, luego estas enamorado de mi... no te entiendo, y me haces daño -digo empujándolo fuera del baño y esta vez cerrando con pestillo
-Vamos Sam...
-¡Vete!
-Sam..
-No me hables... ¡vete! -el silencio que se iso fue un infierno, solo sentí sus pasos, y el golpe de la puerta cerrada, me senté en el suelo y golpee la puerta, soy una estúpida, apenas vi que estaba en mi cama tuve que haber echo que se fuera, soy una débil y una estúpida... una estúpida enamorada hasta los pies, lo que me hacer ser el doble de estúpida.
