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Prendo mi gran televisión con el control remoto, me dispongo a poner el canal de las caricaturas, hasta que algo detrás de mi llama rápido mi atención.

—¿Carlos?, ¿Cómo llegaste aquí? —le preguntó realmente sorprendido.

El me observa fijamente, se acerca a mi lentamente y me quita el control remoto de la mano, veo que apaga el televisor y camina para tomar asiento en mi cama.

—Daniel, ¿Dónde está Progenito? —el continúa observándome.

—No lo se, desde que te visite el no ha venido a verme, tal vez nos ha dejado en paz, tal vez ya no nos moleste nunca.

—Recuerda lo que te dije, yo quiero que Progenito termine con mi miserable vida, ya no quiero estar en el centro de rehabilitación —Carlos se pone de pie y mira al armario, donde Progenito se encuentra saliendo.

Progenito se acerca a Carlos, yo tan sólo los observó detenidamente, yo no quiero que nada le pase a Carlos.

—¡Vete! —le gritó a Progenito.

El me lanza al suelo, donde me golpeo con la pared, trató de levantarme, mientras observo a Carlos y Progenito.

—Tus deseos, son órdenes —Progenito sonríe levemente. Veo que toma a Carlos del cuello y lo lanza por la ventana.

—¡No!

Abro los ojos rápidamente, volteo a mi alrededor y me doy cuenta que estoy sudando, estoy en mi cama y todo ha sido una horrible pesadilla.

Veo brevemente mi maleta, recuerdo que tengo que esconder el cuchillo, creo que este es un buen momento, me levantó de la cama y me dirijo hasta la maleta. La abro y para mi gran sorpresa el cuchillo no está en la maleta, trato de buscarlo muy bien en todo su interior.

—¿Buscas esto? —pregunta Progenito detrás de mí, doy vuelta y él me muestra el cuchillo en sus manos.

Alguien toca la puerta, lo que ocasiona que Progenito se esfume y el cuchillo caiga al suelo de golpe, corro hasta el y lo arrojó dentro del armario y corro a abrir la puerta.

—¡Hola Daniel!, ¿Como amaneciste? —me pregunta Isabel dándome un abrazo.

—Muy bien —sonrió levemente, tratando de ocultar lo asustado que estoy.

—Me alegro, ahora vayamos a desayunar, que después tienes que ir a la escuela —Isabel sonríe, alejándose por las escaleras.

Volteo brevemente a mi habitación, tan sólo para cerrar la puerta y caminar hacia las escaleras. Llegó hasta el comedor, Mauricio y Tony también se encuentran ahí, Isabel coloca unos platos frente a cada uno.

—¿Les puedo preguntar algo? —mencionó en voz baja.

—Claro Daniel, dinos —Mauricio fija su mirada en mí, para luego seguir con su desayuno.

—¿Ire a la escuela en la que estaba antes?

Los miró a todos esperando una respuesta, algo en Tony llama mi atención él sonríe un poco, para luego soltarse en carcajadas.

—¡Tony silencio! —Isabel lo regaña.

—Lo siento, es sólo que si iras a esa escuela, incluso yo también estoy ahí, por eso me causo gracia ya que nunca me viste —Tony se levanta de la mesa y veo que se dirige a las escaleras.

—El camión pasará en unos minutos, por favor ve a alistarte —Isabel sonríe y yo me pongo de pie para ir a mi habitación.

Me coloco el uniforme y salgo de la habitación, ya que logro escuchar el camión escolar, corro rápidamente. Isabel se encuentra en la puerta, le entrega una mochila a Tony y luego a mi.

Los dos corremos hasta el camión, subimos en el y logro ver a Nadia y Ángel en un asiento. Tomó asiento con Tony, mientras saludo a Nadia y Ángel. También logró notar que todos en el camión me observan extraño, como si yo fuera un bicho raro.

—Tranquilo, no hay de qué preocuparse —Tony menciona junto a mi.

Asiento con la cabeza, mientras evito ver a todos en el camión y fijo mi mirada hacia la ventana del camión.

El camino se me hace tan corto, el camión se ha detenido y todos comienzan a bajar de el, incluidos Ángel, Nadia, Tony y yo.

Veo la entrada de la escuela y un miedo inmenso me invade, veo a todos los alumnos caminar de un lado a otro, Tony me observa confundido.

—Anda, vamos —Tony me jala del brazo y los dos entramos a la escuela.

Veo a Grace dirigirse hacia mi, me da un abrazo y el timbre suena, me acercó a mi salón de clases, tengo un miedo inmenso, ni siquiera se el porque, creo que no estoy listo para volver a clases.

Respiró profundamente y entró al salón, rápido buscó un lugar que este solo y es ahí donde me siento. La maestra entra, me presenta como un antiguo alumno que regresa a clases después de algunos problemas familiares.

***

El timbre de salida suena y rápido recojo mis cosas y salgo del salón, Ángel, Nadia, Grace y Tony se acercan a mí y juntos caminamos hasta la salida.

—Pueden venir a casa cuando quieran, adiós —Tony se despide de los tres.

Caminamos hacia el auto de Mauricio, veo a Sam subir al auto de sus padres y alejarse del estacionamiento, no sin antes despedirse con la mano.

Creo que no veré mucho a Sam, ya que ella es mayor que mis amigos y yo, la razón por la que antes la veía mucho era Flor, ahora que ella no está, tal vez Sam no quiera estar conmigo.

Subimos al auto de Mauricio y el acelera rápidamente, miró por la ventana del auto, ya que eso me relaja. Pienso varias veces en el cuchillo que está en mi armario, ¿Donde lo tiraré?

El auto se detiene fuera de la casa, volteo hacia la ventana de mi habitación y Progenito me observa fijamente desde allá arriba.

Entró a la casa y colocó la mochila donde la coloca Tony, ya que siento que si la dejo en cualquier lado Isabel y Mauricio se enojaran conmigo.

Caminó hacia las escaleras, entro a mi habitación y cierro la puerta detrás de mi, rápido me dirijo al armario, tomó el cuchillo y pienso en todas las opciones que tengo para deshacerme de el.

Caminó a mi maleta y tomó una camisa un poco vieja, envuelvo el cuchillo en ella y luego lo pongo en la bolsa de basura de mi bote de basura. Tomó la bolsa y salgo de mi habitación caminó hacia la puerta principal, soy detenido por Mauricio que me observa confundido.

—¿Que haces? —me pregunta sonriendo.

—Saco la basura, por cierto, ¿Donde la coloco? —le preguntó un poco nervioso.

Él sonríe, abre la puerta y me señala un contenedor de basura cerca de la cochera, yo salgo rápido y colocó la bolsa en el contenedor, todo parece salir bien para mi.

Regreso a casa, Mauricio cierra la puerta detrás de mí, veo a Isabel sentada en el sofá leyendo un libro, Tony haciendo su tarea sobre la mesa, Mauricio cerrando la puerta y yo, terminando de esconder un cuchillo.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora