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Narra Daniel.

Observó fijo mis brazos, puedo darme cuenta rápidamente que estoy temblando del miedo, nunca había estado tan asustado, hasta hoy.

Respiró hondo y me pongo de pie, caminó hasta la puerta y miró por la pequeña ventana. Veo a Marcos caminar de un lado a otro en su habitación.

—¡Marcos! —le gritó un poco fuerte.

Él voltea a verme, ahora lo veo caminar hacia su puerta, me observa fijamente frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa? —pregunta él lleno de confusión.

—¿Crees que Evelyn recupere la memoria? —le preguntó angustiado.

—Mira Daniel te diré dos cosas, la primera creo que si recuperara la memoria, la segunda es que no soy tu amigo, por lo tanto no me hables —menciona él sonriendo y alejándose de la puerta.

Me alejo de la puerta, veo a Progenito reírse de mí desde la cama. Me acerco a él, estoy por confrontarlo, pero me arrepiento.

—Vamos Daniel, dime ¿Qué planeas contra mi? —Progenito me observa con odio.

Siento que mi respiración se acelera, intento tranquilizarme para parecer lo más relajado posible, sólo que no funciona.

—Te veo nervioso, ¿Te pasa algo malo? —pregunta Progenito acercándose a mi.

Rápido niego e intento alejarme de él, sólo que me detiene y me tira al suelo, comienzo a sentir dolor en el brazo, él lo presiona demasiado fuerte.

—No planeo nada en tu contra, no se de que hablas —susurró cerrando los ojos del dolor.

Progenito me arrastra por toda la habitación, hasta que parece estar cansado y se esfuma.

Me levantó adolorido del suelo, me recuesto sobre mi cama, escucho que la puerta se abre y por ella entra la enfermera Kinney con su pastilla y vaso de agua.

—Toma, luego podrás ir a visitar a Evelyn —la enfermera sonríe, mientras toma asiento en la silla junto a mi cama.

Tomo la pastilla y le doy un sorbo al agua, la enfermera Kinney me mira extraño, toma mi brazo y lo ve detenidamente.

—Daniel ¿Qué es esto? —pregunta ella, viendo las marcas que me dejo Progenito en el brazo.

Respiró hondo, mientras veo mi brazo y luego veo a la enfermera Kinney aterrada por lo que está viendo. Ella suelta mi brazo y yo rápido lo escondo.

—No es nada, solo un simple moretón —añado sonriendo.

—¿Cómo no va a hacer nada Daniel?, ¿Quién lo hizo? —ella me mira fijamente.

Yo niego con la cabeza, intentando pensar en alguna excusa, mentira que le tendré que decir.

—¿Fue Marcos? —la enfermera Kinney se pone de pie y se dirige a la puerta.

—No fue el, fue Evelyn —agregó sin saber qué más decir.

La enfermera Kinney camina hasta mi nuevamente, me mira fijamente y frunce el ceño.

—¿Estás seguro? —me pregunta ella asustada.

—Si, cuando la visite, ella no me reconoció fue entonces cuando me tomo del brazo y me dijo que le dijera quien era.

La enfermera se ve tan confundida, me mira, luego ve la puerta sin saber que hacer.

—¿Aun quieres visitarla?

—Claro, nunca fue su intención lastimarme —mencionó preocupado.

La enfermera Kinney me indica que la siga, así lo hago, los dos salimos de la habitación y nos dirigimos a la enfermería, a medio camino Milena se nos une, ella también quiere visitar a Evelyn.

Milena y yo entramos a la habitación, la enfermera Kinney nos espera fuera para que nadie nos vea. Ya que no podemos estar aquí.

—¿Evelyn? —me acerco a ella lentamente.

Ella voltea a vernos, nos observa intentando saber quienes somos, al parecer no lo logra, ya que se pone de pie confundida y asustada.

—¿Quienes son? —pregunta Evelyn molesta.

Milena y yo nos presentamos como siempre ante Evelyn, ella no nos recuerda pero aun así plática con nosotros un momento.

La puerta de la enfermería se abre y la enfermera Kinney se acerca a mi y me indica que la siga.

—¿A dónde me lleva? —le preguntó confundido a la enfermera.

Ella abre la puerta de la habitación de visitas y puedo ver desde aquí a Tony e Isabel, sentados en una banca a mi espera.

—Anda, tu hablaras con Tony, mientras Isabel habla conmigo —la enfermera Kinney se dirige a la banca.

Tomó asiento frente a Tony, Isabel se pone de pie y camina a otra banca con la enfermera Kinney. Saludó con un abrazo fuerte a Tony.

—¿Por qué Isabel quiere hablar con la enfermera? —le preguntó a Tony confundido.

—No lo se, la escuche hablar con alguien por teléfono, creo que fue con la enfermera Kinney, mamá le decía que esta preocupada por ti, aunque no lo parezca.

Miró fijamente a Tony, tratando de procesar todo lo que me ha dicho, no creo que Isabel se arrepienta por lo que me hizo, yo lo entiendo perfectamente maté a Mauricio y ella nunca me lo perdonará.

—Existe la posibilidad de que vuelvas a casa Daniel —Tony menciona dándome un abrazo.

—No lo creo Tony, demasiado bueno para ser verdad, además ya me acostumbre a estar aquí incluso hice nuevos amigos —sonrió brevemente.

Tony me observa emocionado, en cambio yo tan solo volteo y veo a la enfermera Kinney y a Isabel intentando descifrar lo que hablan.

***

Las horas pasaron y no pude enterarme de lo que Isabel le dijo a la enfermera Kinney, pero eso no importa, lo único que espero con ansias es tener noticias de Carlos y su exhaustiva búsqueda.

Caminó de un lado a otro en esta fea habitación, soñando despierto tener un día sin Progenito, mejor dicho una vida sin él.

—Ya lo se todo Daniel —menciona Progenito detrás de mí.

Volteo a verlo aterrado por lo que ha dicho, no dejo de pensar en Carlos, en como estará.

—¿De qué hablas? —lo miró intentando calmarme, no puedo perder el control por algo que tal vez no sea lo que yo pienso.

—¡Ya lo se, pero quiero escucharlo de tu propia boca, dímelo si no quieres que termine con Carlos! —Progenito grita fuertemente, por suerte sólo yo lo puedo escuchar.

—No se de que hablas, ¿Dime que es lo que sabes?

Lo miró preocupado, él me mira con odio en el rostro.

—Tu sabes de que te hablo, ¿Me lo dirás o harás que te lo diga yo? —me pregunta el acercándose más a mi.

—Creo que me lo tendrás que decir tu, no tengo ni la menor idea de que hablas —lo miró intentando no reír.

Él me mira fijamente, intenta tomarme del brazo, por suerte yo logro zafarme de él.

Intento alejarme de Progenito, él me toma del pie y me hace caer al suelo, me observa con furia en el rostro, al parecer aun no me ha descubierto.

—Eres listo Daniel, pero ya lo descubriré, si no es contigo, será con Carlos —él sonríe para luego esfumarse.


..........

¡Últimos capítulos!

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora