-Anh- [6]

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-Sin dejar de apuntar a la mujer, me senté encima de su escritorio, fijando mi mirada en la suya que parecía aterrorizada- vamos, tampoco impongo tanto. -Dije rodando los ojos y volviendo a mirarla, frunciendo el ceño y apretando la varita entre mis dedos. Nunca actuaba así, era mucho más afable, pero en cuanto tocaban a mis amigos, que consideraba familia, se metían conmigo, y no iba a permitir que les ocurriese nada.- Bien, tenéis un prisionero... -Sin dejar de apuntarla, llevé la mirada a su reloj de pared, a lo tonto, llevaba un día entero dando vueltas en el Ministerio. La mujer me habló, en un intento desesperado de que la soltase "Ya es muy tarde, mi familia pensará que me ha pasado algo" Resoplé, seguramente así sucedería.- Bien. -Salté del escritorio, cogí uno de sus papeles en blanco y le acerqué una pluma, parecía encantada, como si no se necesitase escribir para que esta lo hiciera.- ahora les va a mandar una nota a su familia diciendo que no se preocupen que está bien y va a tener que quedarse hasta mañana porque tiene mucho trabajo. -La mujer asintió y comenzó a redactar la nota en alto mientras la pluma escribía. Me paseé por la sala, buscando alguna pista, hurgando entre sus papeles, libros, algo. "Despacho 527- pertenencias personales" Me quedé con esa información, podría resultarme útil.

Cuando terminó de redactar, cogí la nota y me acerqué a ella, llevando los dedos a su cabellera y sacando varios pelos. Metí la mano en el bolsillo de nuevo, sacando la poción que me quedaba, aún me quedaba bastante, pero no podía gastarla de golpe si la iba a necesitar también para Charlie. Bebí la poción y el aroma de la colonia de aquella mujer, casi me ahoga al pasar por mi garganta, era como si bebiese colonia pura y dura. En cuanto me transformé, me acerqué a ella por el respaldo de la silla, la apunté con la varita, y conjuré- ¡Petrificus totalus! -La mujer rápidamente adquirió una expresión estática, con las manos agarradas a la silla. Hice desaparecer las cuerdas ya que no eran necesarias, me intercambié la ropa con ella y cargué con la silla y con ella hasta un armario que parecía lo bastante enorme como para que cupiesen. La metí y sellé la puerta del armario. Con la nota en mano, salí del despacho, imitando los absurdos andares de aquella mujer.

Al fin, después de andar unos 20 minutos, encontré a alguien que pudiera mandar la carta, me despedí con la sonrisita que solía poner la mujer, o al menos, la que me había parecido que había puesto desde que la había conocido y volví al despacho. Lo que encontré no me gustó nada.

La puerta del armario estaba abierta de par en par, con la silla dentro, pero sin nadie sentado en ella.- Mierda, mierda.-Maldije en todos los idiomas que conocía y empecé a pensar un nuevo plan. Alguien se había llevado a la petrificada, yo tenía su cara, no podía haber dos mujeres iguales por el Ministerio... ¿Qué iba a hacer? Cogí un pequeño jarrón que tenía la mujer sobre una repisa de la estantería de madera caoba que había y lo lancé con todas mis fuerzas hacia la pared. Los trozos, salieron en todas direcciones, parando algunos sobre los papeles de la mesa. Claro, "Despacho 527- pertenencias personales." En ese momento caí en que si habían cogido a Charlie, el no estaba fuera ya porque no tenía manera de salir, no tenía varita. Di un nuevo trago a la poción y volví a salir del despacho, que era, para mí favor, el 515, sólo tenía que seguir una hilera de puertas que parecía infinita y estaría en el despacho que quería.

Anduve a paso rápido, seguramente ya me estabanbuscando. Me fijaba en todas y cads una de las puertas, "Despacho 520-Departamento de criaturas peligrosas." "Despacho 526- Estudio de lasleyes mágicas y muggles." y por fin, llegué al 527. Abrí la puertacorriendo, y me encontré con un almacén enorme de archivos.- Genial. -Dijeirónicamente y empecé a revisar todos los nombres. A, B, C... probré en la C deCharlie, pero no había nada que me dijese que allí había algo Weasley. Cerré degolpe ese compartimento y miré a mi alrededor. ¿Podría estar en la W? Meacerqué corriendo a ella, "Weasley, Charlie" Sonreí al ver que allíestaba y la guardé en la bota de la mujer, que cubría hasta las rodillas. Fui asalir del almacén, pero cuando giré de nuevo el picaporte, encontré unos ojosazul eléctrico que se escondían bajo unas cejas castañas. No pude ver más, yaque noté un fuerte dolor en la cabeza y todo se volvió negro.- 

La Llama Oscura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora