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—¡Flaco, escondéme!

Chile no alcanzó a decir ni pío, ni a molestarse por la rareza que era tener Argentina hablándole, ni a percatarse tanto de ello. El mayor se metió debajo de la mesa de reuniones, pegado a sus piernas.

Dio un respingo de la sorpresa, llegando a ruborizarse un poco y observando que nadie estuviese viendo. Entonces, por la puerta de la sala de reuniones mundiales, Inglaterra entró... con los pelos en punta. Literalmente en punta: pintados de celeste y de apariencia dura como roca. De la misma forma su rostro estaba manchado de pintura, como si le hubiese explotado en la cara.

Se olvidó completamente del sonrojo y de tener al argentino escondido entre sus piernas, tuvo que contener una risa de entera diversión por ver al inglés así.

Argentina is here?

—No —dijo escueto, casi pareciendo serio y todo.

El pitufo claro se fue y se carcajeó de lo lindo, en lo que el otro salía de debajo de la mesa y se sentaba en su silla, mirando divertido por donde se había ido el dueño de las cejas prominentes, ahora pintadas de celeste.

—Gracias, che.

Iba a contestar, pero ya por la puerta llegaron los demás países (entre ellos Inglaterra completamente alterado, con Francia riéndosele en la cara y USA tratando inútilmente de escucharlo con seriedad). España se acercó hasta ellos, con aparente orgullo pintado en la cara.

—Así se hace —Le susurró al argentino, guiñándole un ojo y revolviéndole el pelo, para disgusto del mismo, siguiendo de largo después.

Ya que Argentina no volvió a dirigirle palabra, decidió también guardar silencio. Recargó el codo en la mesa y el mentón en su mano, mirándolo con una sonrisa tenue, contenta y con un tinte de diversión.

"Erí má weón..."

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Inercia - [ArgChi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora