Inercia - [ArgChi]

Capítulo 5

Nota/Advertencia: El capítulo cinco, debido a que el dramón inicial fue ocurrido en los primeros capítulos, se encuentra dividido en diez partes a estilo drabbles, ya que este episodio divino representa el paso del tiempo desde lo de Malvinas hasta lo que sería la actualidad.

En cada drabble habrán pasado cada vez más años, hasta que llegamos al capítulo seis, donde ya estamos en año actual y toda la cosa. (?) Nada más, solo para que no me asesinen.

Ahí va: 

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—¿Me escuchaste bien?

—Sí, boludo, te escuché bien —gruñó el argentino, abrazándose al termo y tomando el mate como con recelo. A Uruguay le parecía ver a un nene malhumorado y terco.

—¿Y qué vas a hacer?

—Nada.

El silencio que siguió trataba de ser omitido por el agua cayendo dentro de la calabaza, que el menor de los hermanos sujetó entre sus manos, mientras miraba al mayor con una ceja alzada y una completa resignación. Argentina aceptaba lo que había escuchado pero, ciertamente, aquellas palabras hubieran dado mejor efecto dichas por el propietario.

Dichas por su hermano, en realidad y si bien le daban un ápice de calma, no le representaban nada que pudiese combatir sus emociones. Claro que era momentáneo, estaba seguro de que la próxima vez que viese al chileno no lo vería ni de lejos con la misma rabia que tenía la última vez, pero...

—No sé qué querés que haga. Te felicito por hablar con él y hacerme saber cómo fue la cosa, pero yo sigo enojado y tengo una rabia tremenda —declaró, encogiéndose de hombros—. No me la voy a agarrar con él, si es lo que te preocupa —gruñó otra vez, resentido pero tranquilo, un poco incómodo por el tema de conversación.

Pensar en lo que le hacía mal solía no ayudarlo a superar. La mejor ley que tenía para sí mismo como argentino era tratar de olvidarse de lo malo (tanto hecho por sí como por los otros) con tal de salir del encierro del dolor o la culpa. Por ello, quizá no habría sido una mala situación tampoco a la siguiente junta o a la siguiente vez que tuviese que cruzarse con el chileno. Aunque tajante, claro. Habría tratado de ignorarlo o hacerle la ley del hielo.

Ese trato gentil para el chileno. El europeo todavía podía recibir más...

—Bueno, no te jodo entonces —terminó Uruguay, devolviendo el mate y agarrando una tostada de la bandeja en la mesa.

No tenía idea de que sus palabras habían sido como un auténtico baldazo de agua fría a todas las emociones rabiosas y encendidas de su hermano. Todavía no hacía el efecto necesario, eso demoraría mucho más, pero sí lo dejó pensando y era suficiente por el momento.

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N/A: No me maten. XD

Para que sepan: me demoré seis días porque tenía exámenes finales, los aprobé a todos y solamente me queda uno (dictado el miércoles 21). Que conste hasta entonces tampoco puede que haya actualización (voy a tratar de estudiar, cabras, quiero empezar el año nuevo sin ninguna materia pendiente, en lo posible).

Quiero agradecer por todos los votos y comentarios que estuve recibiendo, ustedes me alegran muchísimo, muchísimo. ♥