Persiguiendo un sueño (Serie Love 10)

Aceptando la verdad

Aurora

Después de que Jackson y el otro hombre me dejasen a solas con Jenna, ambas entramos en el dormitorio y empecé a desvestirme.

Mientras me desnudo, ella me cuenta como tras nuestra ruptura amistosa hace siete años, viajó durante un tiempo y al llegar al pueblo encontró un anuncio en el que se precisaba un ama de llaves en un rancho.
-Mi dinero se estaba agotando así que decidí probar suerte. Y aquí estoy.
-Y casada, por lo que veo.- digo mientras señalo su anillo.
-Si. Lo cierto es que cuando le conocí, me pareció el tío más mujeriego del mundo, pero me demostró que yo no era una más. Y nos enamoramos. Nos casamos hace unos días. Ayer llegamos de nuestra luna de miel.
-Me alegra mucho ver que has encontrado tu lugar y que eres feliz.
-¿Y que hay de ti?
Jenna sabe de mi don. Ella fue mi mejor amiga también, a parte de mi pareja.
Ambas estábamos solas y decidimos probar.
Ahora que he estado con Jackson, sé que él es lo que quiero.
Me alegra haber esperado.
No es que nunca disfrutase de un buen orgasmo.
Pero los que no me dio Jenna, me los provoqué yo.
-Mi vida es lo mismo de siempre. Puede que él ya no me necesite como antes, pero hay otras personas que si.
Una en particular.
La que me trajo aquí.
Afortunadamente, encontré a Jackson también.

Soy muy consciente de los cambios en mi cuerpo.
Trato de olvidar, pero aunque las marcas desaparezcan, el recuerdo del dolor está muy presente.

-¿Se los vas a decir a él?
-Tiene que saberlo. No solo lo nuestro, sino todo.
-Bien. Entonces vamos. Yo también voy a tener cosas que explicar.
Coge mi mano y salimos hacia la cocina para enfrentar a dos hombres muy confundidos.

Jackson

No sé que puedo decir. Sinceramente es lo último que esperaba.

Hace cinco minutos que Quinn y Jenna se marcharon.
Jenna estrechó a mi chica en un fuerte abrazo antes de irse tras mi amigo.

Lo más frustrante de todo es que ver a Aurora con la mirada baja, y nerviosa por mi reacción me está excitando.

He logrado apartar esas imágenes de mi mente. Prefiero imaginarla en la cama conmigo.
-Mirarme.-sé que mi voz sonó dura, pero ella levanta la mirada inmediatamente y eso me produce un placer indescriptible.- ¿Me deseas?
Ella asiente y camino hasta colocarme a su lado.
Tomo su mano y la ayudo a ponerse en pie.
Sin duda debo llevarla a comprar ropa ya que la de Jenna le queda un poco pequeña, sobretodo por la imagen que entreveo por la camiseta.

Es obvio que el sujetador no es de su talla, ya que parte de su pecho sobresale sobre la tela y eso hace que la camiseta ajustada lo muestre.

Aprieto con fuerza la mandíbula al pensar que Quinn debió advertirlo también.

Una vez frente a mi, llevo mi mano a su cuello y tiro ligeramente de su pelo.
Su jadeo me pone más duro si es posible.
-Demuestramelo.
Sus rodillas ceden.
Sin soltar su pelo, dirijo mi otra mano a mis jeans y los desabrocho de un solo movimiento.
Sus ojos se nublan al ver que nada salvo los pantalones le impiden llegar a mi polla.

La tomo en mi mano libre y la acerco a sus labios.
-Abre.
Joder, si esto no es el puto paraíso.