A salvo

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Meghan

Mis labios hormiguean aun por el leve roce de sus labios.
Mi piel arde por su leve toque. Por sus caricias tratando de calmarme.
No pensé que pudiera sentirme a salvo en brazos de otro hombre nunca más.
Y ahora va a abandonarme.

Por mucho que pienso porque no me siento particularmente asustada, pero Hugo no me provoca miedo exactamente.

Es casi medianoche.
Con mucho cuidado, me coge en brazos y me lleva hasta una vieja camioneta, dejándome en la parte trasera con una manta sobre las piernas.
-No está lejos. Llegaremos allí enseguida.
-De acuerdo.
Y no mentía. Diez minutos después nos adentramos por un camino de tierra hasta llegar a un enorme portón de madera.

Había dos personas enfrente.
Mi cuerpo empezó a temblar y empeoró cuando escuchó a Hugo maldecir fuertemente.

Hugo

Joder. Joder.
Detengo el coche bruscamente.
Por fin había logrado que se calmase lo suficiente como para que no temblase violentamente cada vez que yo estaba en el mismo espacio que ella.

Frente a la entrada del rancho, Aurora y su chico esperan a que baje.
Es normal que Meghan esté acojonada.
Ese tal Jackson es bastante impresionante.
Si no supiese con seguridad que ese hombre estaba loco por Aurora, me preocuparía.
No había mas que ver el modo en que se cernía sobre ella, como si temiese que pudiesen arrebatársela.

Lo que ninguno de ellos sabia era que el cabrón que había herido y atemorizado a Meghan durante tantos años, estaba muy pero muy cerca.
De ninguna manera iba a dejarle acercarse a Aurora.
Esa chica salvó a mi hijo cuando yo ni siquiera sabía que era mío.
Le protegió durante años y cuidó de él aun en la distancia y yo protegería a esa chica aunque me costase la vida.
Mataría al cabrón y luego iría a por mi hijo y nos iríamos lejos. Los dos.
Recuperaría el tiempo perdido.

Ese era el plan.
Solo que...

Bajé del coche y lo rodeé para sacarla de él.
-Ella es Aurora, nena. Ella cuidará muy bien de ti.
Ver como su cuerpecito se funde con el mio por lo cerca que está de mi me provoca una sensación que no conocí nunca.

Conteniéndome para no abrazarla y saquear sus deliciosos labios, me aparto y dejo que Aurora se acerque despacio.
-¿Qué harás tú?- pregunta Aurora.
-Vosotros mantenedla a salvo. Contactaré contigo pronto.
Ella asiente y me permite un momento a solas con esta chiquilla asustada.
-Cuidate, nena.
-Pero...
Acaricio sus mejillas con los pulgares y dejo un ligero beso sobre sus labios.
-Adiós, pequeña.

Una vez pongo en marcha el coche y me alejo, veo por el retrovisor que ella sigue allí, viéndome marchar.
Golpeo el volante duramente tratando que no convencerme de volver y llevármela conmigo.
¿Que clase de vida podría darle yo?

Un último golpe y conduzco hacia mi destino.
Tengo a un hijo de puta del cual deshacerme. Y no será rápido.

Persiguiendo un sueño (Serie Love 10) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora