La llamada

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Aurora

Después de mi conversación con Jackson, por llamarlo de algún modo, salimos a ver a los caballos tal y como me había prometido.

Jamás monté en ninguno, aunque si los había visto de cerca.
Mi madre me contó una vez, muchas de hecho, como mi padre la había llevado sobre uno en una ocasión, justo al principio de su relación.

Papá siempre decía que así la conquistó y mamá solo sonreía misteriosamente y luego lo besaba.
-Eso ayudó, sin duda, pero no me enamoraste con eso.

Era imposible no admirar como se querían aun después de tantos años.

Jackson me ayudó a subir sobre un semental negro increíblemente hermoso y luego se colocó a mi espalda.
-Iremos hasta el lago y volveremos. Como es tu primera vez, lo más seguro es que acabes dolorida.
El rubor bañó mi rostro al oír lo que dijo.
Montar a caballo no había sido mi única primera vez con él y estaba segura de que también Jackson pensaba en ello.

El viaje lo hicimos en silencio.
De vez en cuando él me señalaba algo y me explicaba que era, pero por lo demás, ninguno de los dos habló.

El lago era hermoso.
Nunca vi un agua tan cristalina.
-Podemos venir cuando quieras y bañarnos en él. Todo lo que rodea el rancho es parte de mi territorio y el siguiente rancho está como a treinta quilómetros, de modo que tendrás intimidad. La tendremos.

Mi piel se eriza al sentirle hablar junto a mi oído.
-Todavía necesito respuestas, Aurora. Hay cosas que tienes que explicar. Hoy en la mañana...
-Viste las marcas.
No le estoy preguntando. No tiene sentido.
-Si. Y desaparecieron como por arte de magia.
-Siempre acaba pasando, pero nunca tan rápido.
-¿Y que es distinto a las otras veces?
-Tú.

Jackson

¿Que puedo decir?
Si el dolor y sus consecuencias desaparecen con más rapidez que en sus otras experiencias, es algo bueno.
No me importa el motivo.
No quiero que sufra.
No soportaría ver todas esas marcas de nuevo en su piel.
Ella es tan suave... Tan dulce...

El sonido de su teléfono interrumpe lo que iba a decir.
La veo sonreír cuando ve quien llama y mi corazón casi se detiene.
Es tan hermosa...
Quiero hacerla mía de mil modos distintos, pero hay uno que eclipsa al resto.

-¡Hola abuela!...Siento haberte preocupado... Si. Le encontré...-me mira de reojo y se sonroja. Está hablando de mi.
No sé porque eso me causa felicidad.
>>Hablé con ellos antes... Estoy feliz, abuela. Aquí es donde debo estar.
Mi corazón sigue latiendo como loco.
Ella quiere estar aquí. Conmigo.
Ella es mía. Totalmente mía.
Quiero restregárselo a cada hijo de puta que la mire.
Nadie va a tocarla. Mucho menos herirla y de ningún jodido modo nadie la apartará de mi.

-No he hablado con ella desde que me encontró... Joder, abuela... Lo siento...¿Hablas en serio?...Mierda...Tranquila, yo iré a buscarla.

Hablan un par de minutos más y luego cuelga.
Estoy tan concentrado mirando su boca que tiene que repetirme un par de veces lo que dice.
-Necesito ir a la ciudad. Es importante.
-¿Que ocurre?
-Azura...
La ayudó a montar de nuevo y cuando estoy a su espalda nos ponemos en marcha. Esta vez agito las riendas con más ímpetu.

Sea lo que sea que pasa con su prima, no voy a detenerme a preguntar.
Una vez aseguro a Veloz en su caballeriza, corremos hacia mi camioneta.

Creo que mi vida con Aurora va a ser toda una aventura, sin duda.

Persiguiendo un sueño (Serie Love 10) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora