Dormitorio 105B (Traducción)

Hijo de perra, Lee Jihoon

"Hey" canturreó Chan, subiendo a la van.

"... no han pasado treinta minutos desde que te fuiste."

"Sí, mi trabajo era algo rápido. Sin problemas. Los otros terminarán pronto."

"... ¿tan rápido?"

"Larga historia. No te preocupes."

Cinco minutos después, el teléfono de Seokmin comenzó a sonar: el chico condujo la van hasta la entrada del viejo palacio, que se veía descuidada. En cuanto llegaron, Chan abrió la puerta, recibiendo a los guerreros golpeados.

"¿Dónde está Jihoon?" preguntó Seokmin, sosteniendo la mano de Jooheon.

"Ya viene" respondió Chan. "Dale un poco más de tiempo."

"Él-"

"¡Dale tiempo!" gritó el más pequeño.

Todos estaban heridos de alguna forma: Minghao tenía un hombro dislocado y Jun se rompió el brazo: todos los otros parecían estar sangrando de algún lugar. Los cuatro botiquines de primeros auxilios que había preparado no tardaron en pasar de persona en persona.

"Ahí vienen." Chan abrió la puerta de nuevo: Joshua entró primero, con Mingyu en su espalda, después entró Jihoon.

De alguna forma, todos habían logrado sobrevivir.

Seungcheol tomó el volante. "Permíteme. Mis brazos y piernas aún funcionan."

Ren sujetó a Mingyu en su regazo, sosteniéndolo mientras Jihoon cerraba la puerta. "¿Entonces?"

Jihoon se dejó caer en su asiento, y giró a ver a los amigos que había ganado. "Gracias" susurró. "Muchas gracias."

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Nadie habría culpado a Jihoon por dormirse en cuanto el sol comenzó a salir de camino a casa, pero no lo hizo. Se sentó en el asiento trasero con Mingyu en sus brazos, acariciando lentamente al chico hasta que llegaron a su destino.

Seungcheol tomó a su hermanito, cargándolo como podía, hasta la oficina de la enfermera.

La pobre mujer estaba preparada, gracias al cielo: el resto de la manada de Ren estaba ahí, en muletas, esperando a que llegaran.

No fue sino hasta que la enfermera confirmó que Mingyu viviría - aún con el cloroformo y los golpes que había recibido - que Jihoon se permitió relajarse en su asiento y dormir.

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"No sé qué decirles."

Ren sonrió. "Bueno, cuando recuperes tu trono, sé que habrá un joven alfa bastante atractivo y de cabello largo que estaría encantado de ser, no sé, un general o algo."

Soonyoung le dio un golpecito amistoso en el costado.

"En verdad, chicos. No sé qué decirles."

"Oh, bueno," sonrió Seungkwan, pasando un brazo por los hombros del chico. "¿Qué es pelear con chicos malos con armas grandes y poner nuestras vidas en riesgo, cuando se trata de amigos?"

"... ¿te perdono por comerte mis gomitas de fresa?"

"... hecho."

Cerraron el trato estrecharon manos y sonrieron.

"Así que ¿qué pasa ahora?" Todos voltearon a ver a Jeonghan. "O sea, no me malentiendan, pero matar a Samsil no cambia nada. El Grupo Samsil tiene control sobre todo. Y me refiero a literalmente todo."