Nadie vio a Jihoon moverse: un momento esperaban a que los guardias aparecieran, y al siguiente había dos hombres en el suelo, muertos.
Jihoon recogió los cuchillos: uno estaba atascado en la garganta de la víctima, el otro lo había atravesado, dejando una marca de sangre en el muro.
"... eso, fue..." susurró Jun.
"Rápido, ayúdenme a llevar los cuerpos hasta el río, antes de que se den cuenta que desaparecieron."
Estaban cerca de una entrada que llevaba a un río: se apuraron a arrojar los cuerpos al agua.
Desde ese momento avanzaron en fila, recorriendo los túneles en completo silencio hasta que Seungcheol se adelantó, olfateando.
Jihoon soltó un suspiro de alivio. Un poco más, y no habría podido explicar cómo sabía llegar al palacio usando las catacumbas. Pero ahora que Seungcheol había captado el aroma de su omega, él los guiaba: todos lo siguieron sin emitir palabra.
Pasaron algunos minutos antes de que Jihoon comenzara a sospechar: sintió escalofríos. ¿Dónde estaban los demás guardias? Los túneles se hacían más anchos, y la esencia de Seungkwan era más fuerte, pero no se habían encontrado con más guardias.
Jihoon giró con un alarido.
Entre cuarenta y cincuenta hombres, todos vestidos con uniformes negros, estaban detrás de ellos. Acechándolos. Cargados con armas semi automáticas.
Jihoon se agazapó. "Ustedes sigan" dijo. "Me encargaré de esto."
Los guardias rieron: Jun murmuró.
"Debe haber cien guardias."
"Lo sé."
Joshua se posicionó al lado de su alfa. Si aquí donde morirían - en este lugar apartado de todo - que así sea.
"Vayan."
Seungcheol no necesito oírlo dos veces: Jun y el director se hicieron cargo de los dos guardias de la puerta sin inconvenientes: Seungcheol entró corriendo a la habitación.
Seungkwan estaba en medio del pequeño cuarto - parecido a un armario de limpieza - en una silla. Dormido. Atado de pies y manos. Con cinta en la boca. Había un pequeño corte en su mejilla.
"Cuidado" susurró Jun. "Trampas ocultas."
Sólo había una trampa, y con un simple bang el sensor de calor quedó deshabilitado.
"¿Qué?" preguntó el Director Kim, guardando el revólver en el bolsillo. "¿Pensaron que vendría sin un arma?"
"Usted, señor, me asusta."
Seungcheol se adelantó, quitando rápidamente las cuerdas alrededor de los tobillos de Seungkwan. "Bebé" susurró, tratando de levantar al muchacho. "Seungkwan. Omega."
Seungkwan despertó desorientado: en pocos segundos estaba viéndolo con los ojos muy abiertos, moviéndose nervioso en la silla.
"Sh" lo calmó Seungcheol, tratando de quitar la cinta. "Debes guardar silencio." Dijo antes de deshacerse de ella.
En cuanto los brazos de Seungkwan fueron liberados, los lanzó al cuello de su alfa: el chico parecía incapaz de algo más en ese momento. En un instante estaba en la espalda de Seungcheol, aferrándose como si su vida dependiera de ello.
"¿Regresamos por el mismo camino?"
No había otra opción - ninguna otra forma de salir del laberinto sin Jihoon. Si es que seguía vivo.
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Dormitorio 105B (Traducción)
FanfictionEn un mundo que divide a sus habitantes en cuatro categorías - humanos, alfa, betas y omegas - Jihoon es un chico que oculta secretos muy importantes. Cuando nuevos alfa llegan a la escuela, todo sale a la luz. Esta obra es una traducción de "Dorm 1...