Sin rastros.

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Narra Aria

Comienzo a escuchar golpes lejanos. No recuerdo bien donde estoy.
Siento que me duele mucho el cuerpo, como si me hubieran golpeado durante horas; mi cabeza está a punto de estallar en mil pedazos.

Los golpes no cesan. No logro escuchar si hay alguien llamando, hay demasiado eco.

Estoy recostada, tengo frío.
Siento un aroma familiar, como el de las velas aromáticas de casa; entonces comprendo que estoy en mi apartamento.

No logro moverme. Como si la información llegara a mi cerebro, pero él no diera la orden.

Aún tengo frío.

Los golpes siguen. Ahora retumban en mi cabeza.

Siento escalofríos.
Algo no anda bien.

Recuerdo haber estado escuchando un disco de Nirvana. Tal vez me dormí y no lo recuerdo.
Ya debe haber terminado.

Intento ver a mi alrededor, pero se me hace difícil.
Abro los ojos, todo se me hace borroso, me duele la vista, me salen lágrimas. Pero logro mover la cabeza al menos.

De pronto escucho unos golpes muy fuertes, entonces, la habitación se ilumina. Me doy cuenta que entran personas a mi casa.
Alguien me toma de los hombros e intenta sentarme, entonces la vista comienza a corregirse; no mucho, pero lo hace. Aunque aún se ve todo muy distorsionado, logro detectar siluetas. Eran tres personas, dos hombres y una mujer; gritándome y haciéndome preguntas.

"Aria. ¡Hablame! ¿Estás bien?"
"¡Aria, decimos que tomaste!"

Alguien me toma del rostro con una mano, creo que intenta hacerme reaccionar.
Pero no es que no quiera, es que no puedo.

"¡¡Aria!! Por Dios, deci algo"

Ellos me hablan en español, tienen voces muy familiares y su acento se siente como estar en casa, con la familia.
Creo saber quienes son, pero me cuesta pensar con tanto ruido.
Mi cabeza no soporta tanto estruendo.
Necesito un poco de silencio.
¿Por qué no me dejan apreciar el silencio?

Uno de ellos me alza en sus brazos, parece tener fuerza. Logro abrazarme a su cuello. Tiene un aroma familiar, y eso me gusta, me hace sentir segura.

De pronto hay demasiada luz, tanta que no lo puedo soportar. Aprieto mis ojos intentando persuadirla, pero no lo logro.
Entre ella, miles de destellos. Como sientos de fuegos artificiales explotando en mis pupilas. Entre ellos, demasiados gritos. Ecos que me hacen preguntas en inglés que no logro traducir en mi mente y tampoco lo intento.
Sólo quiero silencio y oscuridad, porque esa es mi manera de tener paz.

De pronto me sientan y los ecos cesan, pero no desaparecen. Estoy dentro de un auto.

Encuentro el cuello con el aroma familiar y me refugio en él. Me siento mejor.

---

Despierto y logro ver.
Estoy en una habitación de hospital, tengo puesto suero. Me siento mejor, pero aún me duele la cabeza. Como si alguien estuviera presionando, con todas sus fuerzas, mi cráneo con las manos.
Miro a mi alrededor.
Mat está recostado sobre mi cama, a mi lado derecho. Celia está con su teléfono recostada en un sofá blanco del otro lado de la habitación.
Logro moverme, Celia me mira y corre a mi lado, Mat despierta.

Mat. Toma la mano de Aria y la mira con una sonrisa de alivio - Ey! ¿Cómo estás?-
Ce -estábamos preocupados-
M -¿Qué fue lo que pasó? -
A. Cierra los ojos frunciendo el ceño -Me duele mucho la cabeza, hablen más lento y de a uno.-
M -perdonanos. Es que nos preocupaste a todos-
A. Respira hondo -es que ni yo entiendo que pasó-

(...)

Ellos me cuentan que Brian los llamó preocupado porque no estaba en su casa cuando el despertó y que no podía comunicarse conmigo de ninguna forma posible. También dijo haber pasado por mi casa, pero que no había nadie.
Me contaron que estuvieron horas tratando de llamarme hasta que Marilyn les contó lo de la nota, aunque sin mucho detalle.

Mat --cuando dijo lo de la nota juro que quería meterle el puño en la cara--

(...)

Por alguna razón me sonroje al saber que Mat había sido quien me había cargado hasta el auto. No se bien porque, pero tal vez fue porque me hizo sentir tan bien estar tan cerca de él en ese momento.
Me siento confundida por ello.

Con él siempre tuvimos discusiones. Somos demasiados opuestos.
Aunque no voy a negar que como colega siempre estuvo en los momentos más negros.
Jamás me permitió caer. Siempre me levantó, a su manera, tal vez un poco duro, pero lo hacía.

Y Celia ¿Qué puedo decir? Somos como hermanas.

Me dijeron que el resto se encontraba en mi casa, limpiando.
Al parecer me tomé varias botellas de vino sola y casi termino en un coma alcohólico.
Quería preguntar si en el resto de personas (además de Chris y nuestro mánager) estaba Marilyn. Pero no me atreví.

Creo que volví a mis viejas épocas. A hacerme las preguntas a mi misma, a ser mi mejor amiga.
Creo que volví a ser esa niña que habla a través de sus poesías y con nada, ni nadie más.
Me enfríe, una vez más, endureci mis sentimientos para evitar el dolor.
Esté bien , o esté mal. Siempre ha sido ese mi refugio, yo misma.

Pasé dos días en el hospital. Mi madre quiso viajar a los Ángeles para venir a cuidarme. Estaba enojada porque se enteró por las noticias. Le dije que no, no quiero preocuparla. También le dije que sólo fue un desliz, que no volvería a pasar, que fui una tonta.

La verdad es que me siento mal conmigo misma. Se que no soy así. Aunque no soy exactamente una persona que jamás haya probado los excesos, jamás llegué tan lejos; siempre supe como controlarme.
En mi familia los excesos marcaron un pasado muy oscuro, que no quiero recordar. Jamás quise caer en eso, por dicha razón.

  ----

Chris me deja en casa después de haber cumplido mis dos días de recuperación. Me siento bien, y sin ganas de volver a ello.

C --- ¿Seguro que querés quedarte sola?--- me dice, dejando mi bolso en el suelo.
A --- Si. Necesito estar sola. Tengo ganas de escribir y eso tengo que hacerlo sola. Me va a hacer bien. ---
C --- Okay. Cualquier cosa, ya sabes, me llamas. A cualquiera de nosotros ---
A --- Si. Papá. Jaja ---

(...)

Me preparo café. Me siento en el sofá.
Pongo mis cuadernos y tomo mi guitarra.
Veo una canción que había escrito para Brian. Me angustio.
Ni siquiera me ha llamado. No se como sentirme. Comienzo a sentir como mi pecho se comprime.
Entonces los versos melancólicos comienzan a salir como por arte de magia.

  "Sos el ingrediente secreto de mi fórmula de alcohol.
Te bebo y desapareces"

Marilyn Manson y tu. "Moralmente mal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora