Todos se levantan al mismo tiempo del sillón, la sala queda en completo silencio. Me miran, tal vez esperando una reacción. Trato de hablar pero mi madre avanza hacia mí y me abraza.
–Abby, pensé que te había sucedido algo –su voz es amortiguada por la presión con la que me sujeta. La abrazo con fuerza, me siento culpable por haberla preocupado.
–Perdón mamá, no quería que...
–No es tu culpa –dice sonriendo–. El cambio nadie lo controla a la primera.
Frunzo el ceño –No mamá, yo no he... no he cambiado.
Su rostro suave cambia a uno de preocupación – ¿Qué quieres decir? tu ropa, el incendio, la llamada...
Me aclaro la garganta y miro a mi alrededor. Lilith está en la esquina, cerca del sillón en donde se encuentran los chicos.
–Hay que hablar, ese incendio no lo provoqué yo, siento haberlos confundido. Al salir de clases, Natalia me dijo sobre un trabajo importante y sobre que necesitaba mi ayuda. Sin embargo necesitábamos pasar por algunos materiales, Natalia y yo nos dirigimos a comprarlos, ella vio el humo primero, era cerca de un área que conocía –omito la charla sobre Zack y también la parte en el que me sé el bosque de memoria, ya que a mi madre no le gustaría saber que permanezco más tiempo ahí que aquí en casa. No quiero preocuparla con mis salidas al bosque con Natalia–. Ella pensó en que alguien podría necesitar ayuda.
Escucho como alguien resopla, miro hacia el sillón, todos parecen atentos y eso me pone más nerviosa.
– ¿No te pareció una mala idea? ¿A quién se le ocurre entrar al centro de un incendio? –dice Jesse con el ceño fruncido, me mira como si estuviera loca, como si mis acciones fueron totalmente tontas. Y tal vez lo hayan sido pero no es nadie para opinar sobre eso.
Lilith lo hace callar con palabras y Zack lo golpea en el hombro.
– ¿Ella está bien? –Refiriéndose a Natalia–. ¿Tú lo estás? –Agrega al percatarse que es el nuevo centro de atención ante su elección de palabras. Lilith comenzando a perder la paciencia
–Chicos callen de una vez –los regaña.
–Yo ni siquiera he dicho una palabra –se queja Sebastian desde atrás.
Lilith rueda los ojos mientras se tapa la cara con la mano. Jesse se coloca un dedo sobre los labios y sisea para que Sebastian se calle y sonríe.
Me lo quedo viendo. Tonto.
–Le dije que no había nadie, discutimos pero al final de cuentas ella era la que manejaba así que...
– ¿Así que te llevó ahí? –Pregunta Karum–. Por eso es que no podemos ser amigos de humanos –admite con desaprobación–. Ellos nos ponen en riesgo.
Lo miro mal y luego de forma involuntaria a Zack, Sebastian también ve a su hermano con desaprobación.
–Yo aún soy humana –escupo al fin.
Niega con la cabeza, –No lo eres, eres un origen.
– ¡Ni siquiera he cambiado! –Exclamo enojada–. Ahora calla.
Lo miro mal y él sube las manos y niega con la cabeza.
–Sí, ella iba conduciendo pero yo no la hubiese dejado tampoco. Sí, es humana y se arriesgó por ver si alguien necesitaba ayuda.
– ¿Qué pasó ahí Abby? –interfiere mi madre. Me sorprende el que esté tan calmada.
–Nos adentramos en el bosque, el humo era demasiado espeso y me costaba ver. Saqué mi celular para llamar a los bomberos y cuando iba a decírselo a Natalia había desaparecido.
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Infierno Helado © [Libro 1]
Fantasy(Historia ganadora en el concurso Delivery Awards en el género de fantasía) Los orígenes están aquí, la lucha entre el bien y el mal se acerca. La pregunta es ... ¿A qué bando perteneces? El amor y la amistad se pondrán a prueba, al igual que el d...