Capítulo 14

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Miro por la ventana, habíamos emprendido el camino. Despedirme de Jared y mamá fue duro porque sentía cierto temor de no volverlos a ver, todo esto era arriesgado pero tenía que hacerse. Zack y Sebastian que iban en la parte trasera conmigo intentaron hacerme sentir mejor y en cierto modo lo lograron. Eran tres horas de viaje, Jesse era el que conducía, se detuvo en una gasolinera y aprovechamos para comprar golosinas y bebidas que nos mantendría despiertos, luego tuvimos que parar de nuevo porque Zack quería ir al baño.

Durante el viaje fui viendo los cambios, dejamos Old town, los verdes alrededores y nos sumergimos en un panorama más poblado. Había varios autos en la autopista lo que hizo que el viaje fuera cada vez más lento. Llevaba puesto mis audífonos, dejé un oído libre para poder escuchar las bromas de Zack hacia Jesse sobre lo mal que conducía, luego las bromas se dirigieron a mí.

-Bueno, no conduces tan mal como Abby -había dicho Zack viéndome a través de sus lentes con una sonrisa ladeada.

Adquirí un mal hábito durante el viaje y es que, veía cada dos por tres hacia el retrovisor. Podía ver tenuemente el rostro de Jesse concentrado en la carretera.

Sabía que algo había cambiado, pero la pregunta era ¿hace cuánto había pasado y no me había dado cuenta? Era algo nuevo que sucedía dentro de mi cuando lo veía, un toque eléctrico que se extendía desde las puntas de mis dedos hasta las hebras de mi cabello.

Volví a sentir aquello cuando su mirada azul se cruzó con la mía en el retrovisor. Su rostro se destensó y su mirada siguió con la mía. Un carraspeo me hizo girar la cabeza.

-Los ojos en la carretera Jesse -dijo su madre a la par suya en el asiento del copiloto.

Los chicos soltaron una risita y yo decidí mirar hacia otro lado.

A veces me preguntaba por qué Jesse me mirada de aquella forma. No me refiero a una mirada coqueta, para nada, ni tampoco a una mirada de odio sino... simplemente ese leve inclinamiento de cabeza mientras que sus ojos parecen querer ver a través de los míos. ¿Lo hará a propósito? ¿Sabrá acaso lo que está empezando a provocarme aquella mirada inusual?

Mi rostro se refleja levemente en el cristal de la ventanilla mientras observo como algo blanco y diminuto pasa del otro lado, no alcanzo a ver lo que es. Pasa nuevamente, luego veo más y comprendo lo que es. Es nieve, está nevando.

Mi rostro se ilumina. Me enderezo para contemplar mejor.

-Ya estamos llegando -afirma Zack de manera aliviada y al mismo tiempo lleno de emoción.

Cae una tenue brisa y luego los copos se pegan en la ventanilla. Empiezan a verse los árboles, a diferencia de Old Town, todo es blanco. La nieve cubría los árboles, las casas estaban llenas de nieve y las personas a la orilla de la carretera caminaban abrigados. Poso mi dedo sobre el cristal y me parece acariciar el copo de nieve.

Escucho a Zack mientras nombra las calles y me informa que quedan minutos para llegar. Estoy emocionada, siento el corazón acelerado mientras miro hacia las casas cubiertas de nieve.

¿Se miraría inmaduro si me tiro al suelo para hacer un ángel de nieve?

Cuando Jesse aparca a la orilla de una calle Zack me zarandea alegremente.

- ¡Llegamos! -me informa con la emoción a flor de piel.

Salimos del auto. Piso la blanca nieve y mis botas se hunden unos centímetros bajo esta. Sonrío ante las vistas, se miran montañas blancas a lo lejos y el sol en el horizonte.

Hace frío, mi chaqueta no me protege del todo por lo que me arrepiento de mi mala elección. Miro hacia la casa de los Thompson y la verdad es hermosa.

Infierno Helado © [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora