Odio hacer deportes.
Abro la puerta que lleva hacia el campus, Natalia está a mi lado y no para de hablar sobre lo emocionada que está por lo de la fogata. Se desilusiona cuando le digo que no iré. Cosa que no estoy segura si es verdad o mentira.
Básicamente no estaría ahí junto a ella pero estaría espiando desde lejos, ese día quedé con los chicos para observar los movimientos, por si alguien se colaba o pasaba algo cuera de lo normal.
Entrecierro los ojos cuando la luz solar me pega directo en la cara.
–Si tú no vas entonces ¿Con quién iré? –pregunta ajustándose la sudadera.
Su short gris deportivo le quedaba bastante bien, se le marcaban sus curvas. Su camiseta del mismo color le quedaba de infarto. Yo por otro lado llevaba unos pantalones deportivos negros, del mismo color que mi camiseta desmangada. Me hice una coleta y, de una u otra forma me veía bien.
Natalia saluda a Zack, quien está en la gradas junto a Jesse y Sebastian. Creo que esta es la única clase que tengo con todos los Thompson. Mi mirada se topa con la de Jesse, viste de negro al igual que yo aunque la ropa deportiva negra definitivamente se le ve mejor a él.
Nos dirigimos a una de las hileras de bancas, alejadas de los Thompson. Dejamos nuestros bolsos y botellas de agua.
–No lo sé Nat ¿Por qué no vas con Karum? ustedes dos se llevan. De hecho creo que amas cuando se te une y ambos me hacen bullying.
–Sí, esos momentos valen oro –ríe haciendo memoria de los sucesos.
La miro de reojo –A Veces no sé por qué eres mi amiga –me cruzo de brazos mientras la miro con expresión sarcástica.
Todos hacemos hileras cuando el profesor hacer sonar el silbato. Nos ordena en dos hileras de chicas y dos de chicos.
Escucho los comentarios pervertidos de las chicas sobre los chicos. A los chicos los colocan delante de nosotras así que tenemos muy buena vista de ellos.
El chico al frente de mi me cacha observando, me aclaro la garganta mientras miro hacia otro lado sonrojada. Voy a decirle algo a Natalia pero la encuentro muy concentrada observando a Zack. No puedo creer que Zack oculte esa esbelta figura debajo de sus suéteres y pantalones flojos. Lo admito, al observar a la hilera entera, me ofendo al ver que hay varios chicos con el trasero más grande que el mío, eso no es justo.
Empujo con el hombro a Natalia y la hago tambalear, cuando vuelve a verme está roja y sonrío de manera perversa.
Lo primero que hacemos estirar. Nos hacen estirar los brazos, subirlos y bajarlos y luego de un lado a otro siguiendo luego con ejercicios del torso. Cuando el profesor nos dice que hagamos diez sentadillas las chicas empiezan a reír y murmurar cosas no aptas para menores –a pesar de que la gran mayoría de ellas–, lo son acerca de los chicos.
Natalia y yo volvemos a vernos al mismo tiempo.
–Como que hace calor, ¿verdad?
Miro hacia el frente. –Es por el ejercicio –comento ligeramente acelerada, efectivamente por los estiramientos que por cualquier otra cosa.
–Claro que por el ejercicio –ríe por lo bajo–. ¿En qué pensabas? –pregunta levantando una ceja.
Oh Dios. –En nada.
Hacemos las sentadillas. Siento un hormigueo en mi cuello y hace que los vellos de los brazos se me ericen. Frunzo el ceño ante aquella sensación.
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Infierno Helado © [Libro 1]
Fantasy(Historia ganadora en el concurso Delivery Awards en el género de fantasía) Los orígenes están aquí, la lucha entre el bien y el mal se acerca. La pregunta es ... ¿A qué bando perteneces? El amor y la amistad se pondrán a prueba, al igual que el d...