Estábamos en el comedor, Sebastian y Sabrina habían traído hierbas para poder distinguirlas. Poco a poco me explicaban para qué servían cada una, la mayoría para hacer hechizos, las otras para la medicina, como analgésicos caseros.
–Éstas –señala Sebastian a una planta que parece hierba buena–, las usaremos en nosotros para evitar que sienta nuestra presencia –toma el tallo y lo hace girar frente a mis ojos para que todos lo observemos mejor, luego la deja en la mesa y sigue con el resto.
Yo era la carnada, usaremos el collar, el que Sabrina está analizando en el sofá junto a Zack para poder saber en dónde Caín se encuentra e ir hacia ahí. Primero me presentaría yo, dejaría que me viera y cuando intentara cualquier cosa, los chicos aparecerían. Lo haríamos hablar con todo esto. Los hermanos Galeano eran fuertes y controlaban sus habilidades a la perfección.
Sebas y Jesse están leyendo, sentados en el suelo de madera junto a la ventana, miro a Jesse. Parece tan concentrado, sus pestañas espesas cubren sus ojos. Ambos sonreímos cuando nuestras miradas se encuentran.
–Y estas –dice Sebastian atrayendo mi atención. Señala un frasco con polvo verde y lo sacude con cuidado–, es Betula Pendula, es dañina para nosotros ya que "expulsaba demonios" y técnicamente nosotros somos hijos de demonios –lo miro con el ceño fruncido–. Para mí son sólo leyendas, debe haber alguna sustancia tóxica que nos hace secarnos internamente, somos especiales, supongo que eso nos afecta.
–Entonces... si te apuñalara con una daga con ese polvo en la punta, ¿morirías? –Abro mis ojos por la sorpresa y la curiosidad.
–Técnicamente sí. Además de que si lo ingiriera, lo comiera, me lo rociaran en una herida abierta...
Toco el frasco de cristal, él me lo tiende y lo tomo.
Si pudiera hacer que esto haga contacto con Caín... entonces él moriría y... y vengaría a Cody.
Trago saliva. Mis ojos van hacia las dagas en la mesa. Si pudiera tomarlas, si pudiera tomar el frasco. No. Suelto aire y le devuelvo el frasco con cuidado. Sonríe.
–Bien, sigamos. Esto es Vitex Agnus... ok, es un nombre raro así que digámosle VAC. Esto sirve para crear talismanes y por ende podemos deshacerlos, rastrearlos, configurarlos etc...
– ¿Tú tienes un talismán? –Pregunto de manera curiosa.
Sonríe y levanta su mano. En donde hay un anillo de plata se lo quita y puedo verlo mejor. En él hay un elefante esculpido sobre una piedra blanca. Es delicado pero a la vez varonil. Señala a Sabrina.
–Ella tiene uno igual, pero prefiere usarlo en una cadena.
La puerta se abre y mamá entra. Me levanto de inmediato y corro a abrazarla, suelta las manijas de la maleta y me envuelve en sus brazos. Cierro los ojos con felicidad mientras siento su calor traspasarme. Ella estaba bien y Jared también. Me separo de ella.
–Dios, no nos has avisado.
–Bueno, volvimos antes, todo fue mejor de lo que pensamos –dice Jared pero su tono es diferente, como si estuviera enojado. Miro a mamá confundida, ella tiene sus labios presionados en una fina línea. Jared maldice–. Diablos –me mira amenazante– ¿Lo sabías? que mi nombre es Jared porque mi madre se enamoró de un maldito cazador llamado James. ¿Lo captas? James –Jared, Jared –James. De hecho así nos presentó –mira a mamá acusadoramente– esto es una locura.
Entonces para de golpe, como si se diera cuenta hasta este preciso momento que tiene público.
Mira a Sebastian y a sus hierbas. Este lo mira como si estuviese hablando en otro idioma. Sabrina y Zack habían dejado de observar la piedra y lo miraban con la boca abierta, bueno, Sabrina lo miraba como si quisiera comérselo. Jesse y Sebas miraban la escena tranquilamente, como si trataran de no verse sorprendidos. Lilith salió de la cocina por la voz un poco elevada de mi hermano y miró a mamá, luego a Jared.
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Infierno Helado © [Libro 1]
Fantasy(Historia ganadora en el concurso Delivery Awards en el género de fantasía) Los orígenes están aquí, la lucha entre el bien y el mal se acerca. La pregunta es ... ¿A qué bando perteneces? El amor y la amistad se pondrán a prueba, al igual que el d...