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A 1 kilómetro del restaurante "Mrs. Han" se hallaba el gran complejo de patinaje que solo por esta vez estaba abierto para público general, pues la competencia pre-grand prix había comenzado por aquellos lares. Y ahí, justo en ese restaurante, Yuri Plisetsky, uno de los mejores patinadores de la última década del patinaje sobre hielo, se había quedado mirando al vacío recordando sus días de quinceañero. Esos días y noches en las que, en esa misma pista de patinaje, que apenas divisaba, un muchacho le hizo perder la cabeza.

«—Admite que te has enamorado de

La voz de quién fue su peor pesadilla durante aquel año sucumbió en todo su ser, como si lo tuviera a lado hablándole en el oído, haciéndole temblar hasta el último músculo de todo su cuerpo. Revivió el encuentro que tuvo con ese hombre en el camerino que a ambos se les habían destinado y quiso vomitar, quería borrar aquel pasado, aquella escena que nunca debió ocurrir, aquel beso que jamás debió suceder y también, quería borrar de su mente los oscuros ojos de quien, poco tiempo después, acabaría enamorado totalmente.

Un sonido conocido interrumpió el curso de sus pensamientos, el móvil vibrara en el bolsillo de su casaca de cuero con la melodía súper conocida de una banda alemana.

"Love who loves you back" repetía el timbre mientras Yuri presionaba el botón verde.

—¿Qué quieres?— fue su saludo.

—Vaya, veo que las vacaciones no te han cambiado nada eh Yu-ri-o — dijo el retirado patinador pero prometedor coreógrafo Viktor Nikiforov.

—Habla de una vez por qué llamaste.

—Yuri, te estamos esperando hace media hora ¿donde andas?

—Voy en camino, no se preocupen...— al otro lado de la linea Viktor pudo sentir cierta ansiedad en la voz de su pupilo—...¿ya están todos? — habló por fin el rubio.

Viktor sonrió con tristeza y respondió pretendiendo no dar tanta importancia a la ausencia del personaje clave por el que Yuri había aceptado ese reencuentro.

— No, Yuri. Él no ha llegado.

El rubio sujetó fuertemente su chaqueta y salió de la cafetería sin importarle lo fuerte que estaban los vientos en ese momento, sin darse cuenta de la lluvia que lamía los tejados de las casas y los ventanales de los edificios más lejanos. Era obvio que no se daría cuenta pues Yuri estaba más preocupado en no romperse a llorar en aquel mismo instante que en el maldito clima que hacía peor sus emociones.

— Aún... Aún no me perdonas...

Dijo al aire, soltando la frase y mirando hacia el nublado cielo, sus mejillas húmedas por las gotas de lluvia y sus lágrimas le daban un aspecto terrible. Si hubiera tenido 15 años tal vez las personas le habrían abordado brindándole ayuda pero, no, él ya era mayor. Yuri Plisetsky tenía 23 años y el que llorase en plena calle solo reflejaba lo mierda que había sido el destino con él.

— Quiero verte... —habló de nuevo y como una ráfaga sus recuerdos le atosigaron.

Si tan solo no hubiera estado confundido... Si tan solo ese imbécil de JJ no hubiera jugado con él... Si tan solo no se hubiera dejado llevar...

Si tan solo Otabek le hubiera perdonado...

Yuri realmente se sentía patético por no afrontar la realidad.

Otabek ya no le quería. Y Yuri tarde se dio cuenta que el kazajo se había colado en su corazón para no salir nunca.

Era hora de afrontar la realidad como adulto que era.

Sacó su móvil mientras movía su mano llamando a un taxi. Abrió su red social más preciada: Instagram, y subió una foto de sus días de campeón.

"Aquellos días no volverán pero, buenas nuevas me encontrarán"

Al instante la foto tuvo más de 10000 likes y muchos comentarios. Por ello, no fue difícil para un moreno de ojos marrones ubicar a su ex compañero y ex novio en las tendencias de Asia.

— Hubiera querido que te tomaras una foto actual.

Otabek tiró el celular por donde sea y se apresuró en alistar sus maletas. Si bien había declinado a la propuesta de su rival de antaño, le había prometido a Viktor un reencuentro cuando ambos se hayan retirado. Y esa era su excusa para presentarse en el evento que JJ había organizado:

"Los héroes del patinaje sobre hielo"

Otabek iba a ir a ese evento, iba a ser parte de él pero, antes, iba a demostrarle a Yuri que su relación simplemente fue un capricho de adolescentes, pasajero y sin sentido.

Iba a devolverle el dolor que le hizo sentir hace 8 años.

—Nos veremos de nuevo, Yura.







💫  

No pude contenerme y terminé escribiendo algo de este hermoso trío.

Triangle ➸ Otayuri / PliroyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora