II

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Eran casi las 2 de la madrugada y Yuri no podía conciliar el sueño.
Se había quedado despierto tratando de darle un sentido a lo que había pasado aquel día.

Se sentía tan enojado con todos porque no le habían avisado sobre las rutinas que se utilizarían y, obvio que no iba a aceptar pues la ceremonia "Los héroes del patinaje" remarcaba las rutinas que hicieron hace 8 años.

— Maldito JJ -—murmuró a la oscuridad.

Y tal vez le habría seguido insultado de no ser porque recordó lo que más le incomodaba de ese día:

Otabek le había dado like a su foto en Instagram.

Le fastidiaba en exceso pues su corazón latía frenético se solo recordar como en móvil le indicaba que una nueva persona le había dado ese "me gusta".

Yuri abrazó su almohada con tanta fuerza que esta terminó encogiéndose en el acto, se movió de un lado a otro tratando de encontrarle sentido a todo. Se quedó mirando la pared, las estrellas pegadas en ella resplandecían por la escarcha aún en la obscuridad.

Cerró sus ojos e inconscientemente sonrió, le sonrió a algo que había pasado por su mente:

«Quizás me ha perdonado»

La mañana era igual de fría que otras, la neblina cubría bastante parte de los tejados de las casas aledañas y Yuri no se despertaba incluso cuando su alarma estaba sonando desde hace 30 minutos.

En sueños divisó la espalda de alguien y extendió su mano para tocarle, cuando lo hizo sintió su corazón latir con rapidez abrumadora.

Era Otabek.

Estaba sentado en la misma cama que él, estaba sonriéndole y acariciándole los cabellos rubios.

A Yuri no le cabía tanta felicidad en el pecho, jaló a Otabek hacia abajo, hacia su posición y cuando iba a besarle su sueño se vio interrumpido por el golpeteo en su puerta.

—¡Buenos días, princesito! — era Viktor.

—Eran buenos hasta que te vi.

—Me llamaron preocupados porque no contestabas el móvil, y decidí pasar a ver en qué se te había ido el tiempo — habló el platinado — Sabes que tenías que estar en el entrenamiento hace 1 hora ¿cierto? — siguió hablando, sin parar — Entonces no entiendo por qué sigues sin cambi...

— ¡Ya, ok, deja de hablar, me cambiaré ahora! — Yuri fue a su dormitorio y se puso un buzo rojo y una camiseta blanca con un oso como estampado, era una parecida a la que Otabek le había regalado en sus tiempos de "amigos" —¿Hay alguna...novedad?

—Es tarde, esa es la novedad.

Viktor estaba cansándose de esa actitud, pensaba que Yuri había progresado en su afán de olvidar al kazajo pero, ahora veía cuando equivocado estaba.

Ambos rusos llegaron hasta el complejo de patinaje sin tocar el tema "Otabek" pero, todo de fue a la mismísima mierda cuando, ni bien entrar a la pista de hielo, una melodía caló en los tímpanos de el ruso menor.

En medio de la pista JJ se movía con facilidad y gracia, haciendo los mismos giros que una vez Otabek Altin había hecho en el pasado Grand Prix, y claro eso se debía a que el canadiense estaba patinando lo mismo que el kazajo.

— Ya que ese tipo no vendrá estaría bien si tomo su rutina ¿no? ¿Qué te parece, Yura?

«Yura»

El rubio estaba mirando al vacío, escuchando solo el palpitar de su corazón y las notas musicales de aquella melodía que tantos recuerdos le traía.

Sin querer estar ni un segundo más en ese lugar, salió corriendo hasta el vestíbulo más alejado, ese que le había servido de refugio cuando quería ponerse a llorar, ese que únicamente compartió con Otabek...

No quiso botar lágrimas, solo quería que la sensación de su pecho se disipará y, obvio, olvidarse de lo ridículo que se veía JJ haciendo la rutina de Otabek.

Sus músculos se tensaron cuando escuchó pasos acercarse, quiso cerrar con llave la puerta del camerino pero, Viktor, quién había ido a verle, se lo impidió.

—Es mejor que regreses a casa — le dijo, tomándole por los hombros y llevándolo hasta la puerta trasera.

— Nunca hemos usado esta puerta ¿Por qué me haces salir por aquí?

Viktor se notaba ansioso, el mirar hacia la puerta del camerino de hizo muy obvio y a Yuri, por segunda vez en el día, el alma se le heló.

—Voy a ir a la pista, quítate.

—Yuri, no...

Sin embargo, el rubio no le hizo caso. Caminó hasta llegar a la pista y le sorprendió ver a todo el mundo reunido en torno a algo...O más bien, en torno a alguien.

Yuri se acercó sintiendo que el aire se ponía cada vez más pesado, sus piernas temblaban.

La muchedumbre se hizo a un lado y frente a él, delante de su mirada, se hallaba esa persona que tanto había ansiado ver.

— Hola Yuri

Su voz la sintió como una brisa que le encalidecía el alma.

—Otabek... — murmuró y le sonrió, quiso acercarse, decirle lo mucho que le había extrañado y que le perdonase por todo.

En verdad quiso hacerlo pero, el destino no siempre hace lo que uno desea, y el karma era demasiado cruel cuando se ponía en marcha.

Una mujer de cabellos marrones se puso a lado del kazajo y este le tomó de la mano. Miró hacia Yuri y le dijo aquello que fue tan duro como un impacto de bala:

—Ella es mi prometida.

💫

Triangle ➸ Otayuri / PliroyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora