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—¡Eres demasiado amable con ella!

Yuri estaba enojado. No, estaba furioso. La rabia le llegaba hasta la punta de sus cabellos rubios.

— ¿Quieres que sea grosero?

— No me importa si lo eres, solo quiero que ella no se te acerque.

Otabek estaba mirándole con asombro.

Hacía un tres meses desde que comenzaron a salir oficialmente. Yuri le había aceptado y ambos estaban iniciando aún una relación que el pelinegro quería que durase para siempre.
Sin embargo, los celos de Yuri cada día se intensifican, a Beka a veces lograba aburrirle los berrinches del adolescente y lo pasaba por alto porque no quería discutir más con su pareja.

— Bien, no le haré caso. Pero te informo que ella solo me estaba ayudando con los saltos.

— ¡De nuevo los saltos! ¡Qué justificación más patética! Ella solo quiere acercarse a ti para poder tocarte.

— ¿Por qué piensas mal de todos, Yura? — Otabek estaba cansándose del pleito.

¿Por qué pensaba mal de todos?

Eso hizo que algo en el interior de Yuri se agitara con fuerza. Su consciencia, quizás, le advirtió que su molestia era solo un reflejo de lo que aún mantenía con el canadiense.

Plisetsky no había cortado lazos con JJ y en época en la que el mayor visitaba aquella pista de patinaje, ambos sucumbían a la tentación dejándose llevar por el placer que los dos habían iniciado hacía bastante tiempo.

Yuri quería parar aquello pero, el mayor siempre podía hacerle doblegar, al rubio le gustaba que le rogaran y el canadiense ahí estaba, gustoso para rogar y suplicar hasta la última porción de piel blanca del ruso.

— Si tanto te molesta alejarte de ella, no me hagas caso y ve a buscarla.

— Yura...

— No sé para qué practicas tanto si igual lo haces pésimo en la pista.

Aquel comentario hirió tanto a Otabek que hasta el mismo Yuri se sintió mal por haberlo dicho pero, el orgullo pudo más y antes de ofrecerle disculpas, se retiró del lugar dejando al pelinegro con conflictos internos alborotando su alma.

«Siempre he sabido que no lo hago bien, soy malo para patinar, lo sé»

Yuri entró a su camerino y tan pronto cerró la puerta, su cuerpo entero se entumeció por la culpa. Sus ojos húmedos amenazaron con desbordar lágrimas. Se sentía mal, muy mal y quería volver para decirle perdón a su novio, y besarle como nunca, dejarle en claro que él no quería lastimarlo. Esa idea tenía en la mente pero, unos brazos le rodearon y él solo pudo sentir miedo.

Reconocía ese tacto.
Reconocía ese perfume y esos besos húmedos que regaba en su cuello.

¿Qué demonios hacía ahí?
No le había avisado de su llegada y ambos habían pactado no encontrarse en la pista para hacer tales cosas.

— Beka está... —quiso hablar pero la mano de JJ colándose debajo de su camiseta le dejó sin aire.

— No pienses en él — JJ estaba encendido, ese lugar le traía muchos recuerdos — estás conmigo ahora.

Yuri no fue conciente de cuándo JJ le había desnudado y tampoco de cómo el canadiense había logrado quitarse el pantalón y la ropa interior. Pero, ahí estaban ambos, jadeando y besándose hasta quedar sin aire.

— Yuri, no aguanto más. Sé que faltan dos semanas para que cumplas 16 pero, no simplemente no aguanto más.

Yuri quiso decirle que a la mierda la edad, quiso safarse de su virginidad pero, de pronto recordó a Beka y las incontables veces que le había dicho cuánto lo amaba.

Yuri quería entregarlo todo pero, entregárselo todo a Otabek, no a otra persona.

Esos juegos con JJ debían terminar.

Sus pensamientos le jugaron una mala pasada y fue conciente de las circunstancias solo cuando JJ le cargó y abrió sus piernas para colocarse entre ellas.

— No, Jean, no te atrevas.

JJ estaba excitado, quería hacerle el amor al rubio en cada rincón del camerino ese que les había visto besarse por primera vez. No hizo caso a Yuri y masajeó la entrada del menor haciéndole ver que no iba a detenerse.

— JJ... 

— Gime mi nombre, gatito, gime más fuerte.

Jean no se resistió más y coló y dedo en el interior del rubio. La espera le mataba y ver a Yuri forcejear en vano le excitaba aún más, era claro que el ruso también lo deseaba. Quiso apresurarse pero un golpe hizo eco en el camerino y al instante su mejilla comenzó a arder.

— ¡Te dije que te detengas! —gruñó el menor.

JJ se acarició la zona golpeada, Yuri aprovechó el momento y se safó del agarre del canadiense, acomodó sus prendas y cabello.

Jean estaba aún masajeando la zona en la que Yuri le había abofeteado. Ambos se miraron, Yuri quiso insultarle y JJ besarle de nuevo pero, unos golpecitos en la puerta hicieron que ambos se pusieran pálidos.

— ¿Yura? Ábreme por favor, hablemos.

Otabek estaba del otro lado de la puerta, su tono urgente desesperó al menor quien, en un acto reflejo, empujó JJ a un closet y se dispuso a abrir pero, de nuevo, los brazos del canadiense se cernieron sobre su cuerpo incapacitando su andar.

— Estás conmigo ahora, Yuri.

Y le volvió a besar.

— ¿Yura? —Beka volvió a golpear la puerta — Yuri, déjame verte por favor, lo siento por todo. Solucionemos esto, déjame hablarte, quiero que estemos bien. Yuri...

Los ojos aguamarina de Yuri volvieron a llenarse de lágrimas mientras escuchaba las súplicas de Otabek. Se sentía sucio, jodidamente mal, Beka le estaba hablando sinceramente y él, él estaba encerrado engañándole con otro. Solo la puerta los separaba y si no estuviera ahí, Otabek se enteraría de todo. 

Tarde o temprano las mentiras saldrían a la luz, mientras más se oculten peor será su destape.




🌈 #Triangle by thdanae

Quería subir dos capítulos como últimamente lo he hecho pero, solo actualizaré uno ahora porque me dolió ver sólo 1 comentario en el  »6.  😭  Espero que ahora sí puedan darle amor a este capítulo 🙆

»Próxima actualización con dedicatoria a la que comente primero 👼 «

Triangle ➸ Otayuri / PliroyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora