Bienquerencia

V E I N T I T R É S

Min tomó mi mano e hizo que volteara y quedará enfrente suyo. Tomó mi rostro entre sus manos y me dio un fugaz beso en los labios, me separé de él y abrí el ventanal. Por suerte Mika aun no había salido del baño, solté un suspiro y deslice el cristal en su antigua posición. Min sonreía como tonto desde el otro lado.

Maldito imbécil.

Mika salió del baño con un camisón con dibujos de rebanadas de pizza. Observé por todos lados tratando de encontrar fuerza de voluntad, comencé a juguetear con mis dedos nerviosa.

-Mika.

-¿Si?

Dejó su mochila al costado de la cama y me observó fijamente. Tragué saliva.

-Uhm, Jimin vendrá esta noche.

Ella abrió los ojos de par en par incrédula.

-¿Qué dices?

-Jimin vendrá en cualquier momento, él y yo necesitamos hablar de algo en privado.- mi voz salió levemente distorsionada, al parecer no lo notó.

-¿No pueden hablar lo mañana? - preguntó acercándose a mi lentamente.

-Es urgente.- desvié la mirada al piso.

No me gustaba mentir pero, ya se me estaba haciendo costumbre.

-Tu no eres el tipo de chica que trae un chico a estas horas.- arqueó una ceja.

-Pues ahora si lo soy.- solté una pequeña risa forzada.

-¿Qué escondes? - entrecerró los ojos.

-Nada, ¿por qué lo dices?- levanté la mirada asustada.

-Estás...-

El móvil de Mika comenzó a sonar dentro de su mochila, ella desvió la mirada de mis ojos dudando en contestar o no.

-Contesta.-susurré.

No muy convencida asintió con la cabeza y se acuclilló para sacar el móvil de su mochila. Sus ojos brillaron al ver la pantalla iluminada.

-¡Dios mío!- chilló.

-¿Qué pasa?- pregunté más nerviosa que antes.

Llevó su dedo índice a los labios.-¡Shh!

Alcé las manos en son de paz.

-¿Hola? - dijo soltando una risilla.

Arrugué las cejas confundida, ¿con quién estaría hablando y tan emocionada en un momento tan desastroso para mi?

-Yoongi, ¿cómo estás?

Mi mandíbula cayó al suelo al oír ese nombre.

¿Por qué la llamó?

Mordí mi labio apunto de tener un ataque de pánico. ¿Y si le decía la verdad? ¿Y si le decía mentiras? ¿Y si la amenazaba?

-¿Ahora?- preguntó Mika sorprendida.

-¿Qué? - pregunté sin emitir sonido.

Mika sonrió como tonta enamorada y yo quería desaparecer.

Por los faraones, ¿qué rayos le inventó?

-Adiós, te amo.

Mika tiró su móvil sobre la cama y comenzó a dar saltitos como una niña pequeña.

-¿Qué pasa? - pregunté desesperada.

-Tienes toda la noche solo para Jimin, me voy.

-¿Por qué?