Capítulo 18

6K 463 5
                                    

Entro al baño a cambiarme, un poco asqueada porque no me podré bañar aquí, pero no estoy dispuesta a estar con la ropa mojada con ese agua sucia.

¿Por qué no lo golpeé cuando intentó acercarse a mí de esa manera? Eso me hubiera ahorrado muchas cosas.

  — Mille, ¿te puedo preguntar algo? — pregunta Kyle desde fuera.

  — Dale.

  — Digamos que un desconocido te habla a través de mensajes, ¿qué haces? ¿Le respondes?

  — ¿Qué tipo de mensaje manda el desconocido exactamente?

  — Un hola.

  — Pues si estoy de humor, le pregunto quién es; pero si no, simplemente lo bloqueo luego de mandarlo a la mierda.

  — Bueno, digamos que eres una chica más tierna y no tan salvaje. — Salgo del baño indignada y me cruzo de brazos frente a él.

  — ¿Me acabas de decir salvaje? ¿¡Sabes cuántos acosadores o estafadores existen en el mundo!? — frunce lo labios. — Si tú eres ese tal desconocido, no llegues a decir solo hola. Dile a esa persona "tierna y no salvaje" que eres Kyle. — suspiro y tomo la pintura.

  — Oh, no, no, no. — dice nervioso tomándome de los brazos. — ¿¡Cómo crees que le voy a decir a Daiana que soy Kyle!? ¿¡Y si cree que soy muy molesto!?

  — ¿De donde sacaste el número de Daiana? — me suelta y sonríe nervioso, mientras intenta disimular estar calmado.

  — Tengo contactos.

  — Claro, si con contactos te refieres a robarle el teléfono a tu hermana, entonces sí, tienes contactos.

  — No le diría robar... — lo miro con los ojos entrecerrados. — Solo lo tomé prestado.

  — Solo dile que eres tú, le agradará saberlo. — me alejo de él y emprendo camino al gimnasio.

Narra Alex:

Soy un idiota, intenté actuar como un hombre dominante y seductor, pero lo único que conseguí fue parecer torpe y estúpido. A la pobre la aplasté con el peso de mi cuerpo, luego de hacerla caer sobre ese agua. Me debe estar odiando ahora.

Han pasado unos largos minutos desde que se fue con su hermano, tantos han pasado que ya estoy acabando de limpiar mi parte del gimnasio. ¿Se habrá ido a casa?

  — Es un tanto chillón, pero a ti te queda bien. — Escucho su voz y volteo aliviado de saber que no se fue a casa. Veo un bote de pintura rosa sobre sus manos y luego veo su rostro con una sonrisa perversa resaltando en él. No me da tiempo a reaccionar y ella me lanza la pintura manchando mi ropa y el suelo que acabo de limpiar. — Digno de hacerse llamar una obra de arte. — ríe y suspiro.

Y yo preocupado pensando que estaría en casa cambiándose luego de lo que le hice.

  — ¡Camille! — grito intentando parecer enojado y ella sigue riendo. Bueno, pues esto no se va a quedar así. — ¿Por qué no le das un poco de cariño a tu obra de arte? — le pregunto acercándome a ella.

  — Aléjate de mí. — dice entre risas echando a correr para huir de mí, sonrío mientras la persigo intentando no resbalar con la pintura. — ¡No! — Logro tomarla del brazo y la acerco a mí para abrazarla. — No tengo más ropa.

  — Debiste pensarlo antes. — Se intenta soltar, pero resbala con la pintura que hay en el suelo y caigo encima de ella... Una vez más.

Intento levantarme rápidamente al oír sus quejidos, pero detengo todo movimiento al encontrarme con esos bellos labios y esa mirada tan encantadora. Nos miramos por un tiempo a los ojos como si intentáramos descubrir todos y cada uno de los tonos de color que tienen nuestros iris, por un reflejo involuntario bajo mi mirada a sus labios... ¡Dios! Cada que pierdo mi mirada en sus labios quiero besarlos y... ¿Qué estoy demonios diciendo?

¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora