¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]

Capítulo 53

Ya paso la hora que me dijo Alex y aún no aparece.
No quise salir de mi habitación, pues si mis padres se enteran que no fui a la preparatoria me castigarán de por vida... Y ya he tenido muchas faltas.

Pasan los minutos, juego con Max hasta que decido ir a la habitación de Jenni, su habitación tiene ventanas que dan hacia la calle. Así que puedo distraerme viendo a mis vecinos en la calle.

Me percato de una persona encapuchada, todo su atuendo es negro. La persona está justo en la calle del frente. No se mueve, solo está ahí mirando. No logro ver su rostro.
Levanta la mirada y ahora me está mirando. Es muy astuta, lleva un antifaz puesto.

Baja la mirada y... - ¡Dios! - retrocedo lo más que puedo al ver que tiene un arma en mano. - ¡Ahhhh! - grito al chocar con alguien.

- Camille, Camille. - volteo, miro su rostro y lo abrazo. - ¿Estás bien? ¿Qué pasa?

- Afuera... Hay una persona, no sé si es hombre o mujer, solo sé que... Tiene un arma. - digo alterada. Se acerca a la ventana. - No te acerques. - hago que se aleje. - ¡¿Acaso quieres que te dispare?!

- Cam, afuera no hay nadie. Solo la señora Roberts con Drako. - Me acerco y así es, solo está nuestra vecina de unos 60 años con su perrito.

- Pero juro que lo vi. - volteo a mirarlo. - Por favor, créeme.

- Te creo. - me abraza. - Tal vez ya se haya ido, tranquila. - agarra mi mano. - Tenemos que irnos.

- ¿Qué? No. - suelto su mano. - No voy a salir sabiendo que ahí fuera, - señalo por la ventana. - hay alguien con un arma.

- Camille, debemos salir. - niego con la cabeza y suspira ante mi terquedad. - Tus padres están abajo y es posible que hayan oído tu grito. - Escucho a alguien subir las escaleras. - Vámonos... ¡Ahora! - abre la ventana que da hacia la habitación de Marcus. Para nuestra suerte, Marcus siempre deja la ventana abierta.

Salimos justo antes de ver a mi padre entrar... Por suerte no nos vio.

En casa de Alex no se encontraba absolutamente nadie. Salimos muy tranquilos o bueno, Alex sale tranquilo, mientras yo tengo miedo de encontrarme con el encapuchado.

Quise subir a su auto, pero no me dejó. En cambio, me hizo caminar hasta el parque toda nerviosa y con miedo... Claro, estaba muy precavida mirando hacia todas partes por si se aparecía él o la encapuchado.

- ¿Qué hacemos aquí, Alex?

- Estamos aquí por algo que siempre quise hacer. - Nos paramos frente a una moto. - Y lo quiero hacer contigo. - Se sube a la moto. - Vamos, sube.

- Primera pregunta: - rueda los ojos. - ¿Sabes manejarla?

- Sí.

- Segunda pregunta: - sonríe. - No, no tengo más preguntas. - Subo a la moto. Me pasa un casco y me lo coloco.

Bueno, creo que comenzamos a crear más recuerdos.

NARRA KYLE:

- ¿Qué hay, gruñón? - miro a mi rubia. - Quita esa cara. - toca con su pulgar la punta de mi nariz.

- ¿Cómo me pides eso sabiendo que Camille y Alex faltaron? - rueda los ojos. - Dios sabe que puedan estar haciendo.

- ¡Por Dios, Kyle! - Todos en la cafetería me miran. - Camille no es una niña, sabe valerse por sí misma. Sí, entiendo que quieras cuidarla, pero...

- ¡No, no entiendes! Tú no sabes que le pasó hace tiempo...

- ¡Por supuesto que lo sé! - me interrumpe. - ¡Soy su amiga! - su rostro esta completamente rojo. - ¡Háblame cuando dejes de ser un imbécil! - sale de la cafetería enfurecida.