Capítulo 29

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NARRA CAMILLE:

Llegamos a la cabaña y me dedico a buscar la llave en mi bolso, que por suerte la traje.
Siempre tienes que estar preparada para lo que sea... Pero nunca, NUNCA esperaría que mi amigo, el de aquí al lado, me iría a tirar a un lago... ¡Wow! Eso rimo.

Ok, Camille, concéntrate.

Abro la puerta, y antes de que dé un paso dentro de la cabaña, Alex jala de mí hasta apegarme a su pecho.

- Te ves muy sexy con la ropa pegada al cuerpo. - me susurra al oído, me estremezco y debo estar más roja que un tomate... ¿Eso es posible?... ¡Genial! Tenía que estar con un shorts y un top que es cuatro dedos encima del ombligo. - Bueno, entremos, tomatito. - Creo que voy a explotar. Él ríe. - Oh... Ha pasado ya un tiempo que no te llamo así... Tomatito. - Hace un camino con su pulgar desde mis labios hacia mi cuello. Sé que solo está jugando. Le gusta verme sonrojada.

- ¡Ya! - me suelto de su agarre y entro.

Con solo entrar sientes un sentimiento agradable, es una cabaña rústica, pero es donde viví los mejores momentos de mi vida.

Tenía una pequeña chimenea, un sofá oscuro muy grande y dos pequeños de color blanco. Una pequeña mesa de madera gris con un libro mío encima de ella. Tal vez lo olvidé el último día que vine.

Es un milagro que esté ordenado, ya que siempre que vengo lo dejo todo desordenado. Seguro alguien ha venido... Pero cómo no se dieron cuenta de mi libro... Por lo general cada que me olvidó algún libro u otro objeto me lo llevan. Es raro que en esta ocasión no.

Extrañaba estar aquí.

- ¡Woah! Me gusta. - dice Alex detrás de mí y me sobresalto, llevo mi mano a mi pecho.

- Mierda. - murmuro y volteo a verlo. - Me asustaste, idiota.

- Aunque no lo creas, extrañé que me digas así. - frunzo el ceño y río. - Si no nos cambiamos, pescaremos un resfriado. - Me pierdo en su sonrisa, cuando lo hace sus ojos se achinan y... - ¿Cam? - Aparto la mirada de sus ojos.

-¿Ah?... Sí. - «Te perdiste en Alexlandia - Sígueme. - subimos las escaleras y caminamos hasta la habitación de Kyle. Entramos y le indico donde está el baño y el armario. - Debe tener algo que te guste... Iré a cambiarme. - Antes de salir y dirigirme a mi habitación, Alex me toma de la cintura... ¿Qué esta pasando? ¿Por qué está tan coqueto? - ¿Q-qué... - dejo la pregunta al aire al ver que está examinando cada rasgo de mi rostro, me sonrojo.

- Nada, tomatito. - ríe y me suelta. Se aleja de mí y se quita la camiseta mojada. Miro sus músculos... Alguien ciérreme la boca. - ¿Camille? - Lo miro y tenía una sonrisa divertida.

- No me digas así y cámbiate. - digo refiriéndome a lo de "tomatito". Volteo y salgo de la habitación.

Esto ha sido extraño... No, lo más extraño es que... ¿Me gustó?

***~~***

- Ya estoy lista. Vámonos. - digo bajando las escaleras y caminando hacia la puerta.

- Alto ahí, señorita. - volteo y Alex me está señalando con su dedo índice. Frunzo el ceño.

¿Qué le pasa, ahora? Está muy extraño está mañana.

- ¿Qué pasa?

- Dije que nos íbamos a divertir, así que eso es lo que vamos a hacer. - Antes de que reaccione ya estaba como saco de papas. Creo que ahora seré Camille saco de papas Andersson Morgan.

¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora