¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]

Capítulo 43

Abro los ojos y...
¿Estoy en la playa? ¿Qué hago en la playa? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién está a mi lado? Oh, es Kyle... Esperen, ahora recuerdo que estábamos en la cabaña y luego era como si alguien nos hubiera golpeado.

Veo a Kyle y él también está despertando.

- ¡Sorpresa! - nos sobresaltamos ante los gritos y al instante abrazo a mi mellizo.

Cierro los ojos. - Ya, mátennos de una vez. - dice Kyle.

- Chicos...

- Por favor, que no sea doloroso. - digo.

- Chicos...

- Duermannos primero. - dice Kyle.

- ¡Chicos! - Abro los ojos y ahora veo frente a nosotros a mamá, papá, mis hermanos, mis tíos, mis primos, Sol, los chicos, Max y hasta los padres de Alex. Ha decir verdad nuestros padres se han vuelto grandes amigos.

- Malditos. - murmuró. Me suelto de Kyle y me levanto. - ¡¿Cómo hacen eso, están locos?! - grito.

- ¡Pudieron habernos matado del susto! - continúa Kyle.

- Queríamos sorprenderlos. - dice Zack.

- Pues habían otras mane... Uhhhh, un panda. - digo al ver al gran panda de peluche en brazos de Alex.

- Tu segundo regalo, CamCami. - dice Alex. Esta vez no me importó que me llamará así, porque fui corriendo y los abracé. No sé como, pero estoy abrazando al panda y a Alex. - Feliz cumpleaños, pequeña. - susurra. Me separo rápidamente. Siento mis mejillas arder. - ¿Qué te parece si lo dejamos en el auto? - Asiento y lo colocamos en la parte trasera de su auto.

Todos me saludan y abrazan, al igual que a Kyle.

Antes de que podamos reaccionar, ya nos habían metido al mar... ¿Pueden creerlo? Si tuviera mi teléfono todos ya estarían muertos.

Luego de jugar un rato... Sí, hasta los padres jugaron. Salimos del mar, veo mi atuendo y ahora... ¿Qué hago?

- ¡Oigan! - gritamos Kyle y yo. Todos nos miran. - ¿Y ahora que hacemos? - señalamos nuestros atuendos.

¡Oh, no! Me deben unos tenis nuevos.

Malditos. Ellos estaban con ropas de baño.

- ¡Cam! - No sé de donde las chicas sacaron un vestido. - Anda, cámbiate. - señalan el auto de mi padre. Sí, tendré que cambiarme ahí. Me entregan el vestido y un bañador para colocármelo debajo. - ¡Kyle, ahora tú! - Voy al auto en compañía de mi madre.

Me cambio y... ¡Oh, Dios!
Me encanta este vestido, es tan cómodo.

- ¡Oh, mi pequeña! - dice mamá al verme y me abraza. - Cam, - se aleja. - sé que cuando estaban pequeños casi nunca estábamos con ustedes, - sus ojos empiezan a acumularse de lágrimas. - pero lo hacíamos por ustedes para que no les falte nada.