Capítulo 30

5.3K 429 0
                                    

- Bueno, CamCami. - gruño. - Cuéntame sobre ti. - me río a carcajadas ganando la mirada de todos. - ¿Qué?

- ¿Hablas enserio? ¿Así quieres iniciar el Funny Day? Y además, prácticamente tu ya te sabes todo sobre mí. - Ahora que lo pienso... ¿No será un acosador?... Lo miro entrecerrando los ojos, pero él solo sonríe.

- ¿Qué propones?

- Termina eso y vámonos. - termina su muffin de un solo bocado. - Bien. Ahora... - lo miro. - ¿Me das las llaves de tu auto? - frunce el ceño.

- ¿Para qué... ¡Camille! - le quito las llaves, salgo corriendo del lugar y subo al asiento de piloto. - ¡Camille, sal del auto!

- ¡Alex, pon tu trasero aquí - señalo el asiento de copiloto. - y vámonos! - a regañadientes sube al auto.

- Que le pase algún rasgu...

- ¡Andando!

***~~***

- Llegamos. - lo miro. - ¿Alex? - Creo que está ¿rezando? - ¡Alex!

- ¿Seguimos vivos? - Está tan pálido que parece que hubiera visto algún fantasma o su vida pasar. Río, no fue tan malo. - ¿Qué no fue tan malo? - Ups. Al parecer lo dije en voz alta. - ¡Por Dios, mujer, no estábamos en ninguna carrera, casi chocas y casi atropellas a ese pobre gatito! - sigo riendo. - Ya deja de reírte.

- Pero no paso nada de eso.

- ¿Cómo te dieron la licencia? - lo golpeo.

- Oye, soy buena conduciendo.

- Sí, para las carreras.

- ¿Sabes? Estoy empezando a considerar esa opción. - sonrío. - Bueno, ya regreso. No te muevas.

- ¿A dónde vas? - Salgo del auto.

***~~***

Llego al auto y subo. Veo a Alex acaba de terminar una llamada.

- ¿Quién era? - No es que sea entrometida, pero ¿Y si era alguien de mi familia? ¿Ya nos habrán descubierto?

- Nada importante. - Bueno, al menos no eran ellos... Un segundo... ¿Cómo es que aún no se enteran que no estamos en nuestras respectivas casas? Si que son despistados. - ¿Qué hay en la maleta?

- Nada importante. - sonrío. Busco algo en la maleta.

- Bien juga... ¿Qué haces? - Cubro sus ojos con una venda. - ¿Camille?

- Solo no te la quites. - pongo el auto en marcha.

- ¿Está... bien?

***~~***

Estamos por llegar, quedan más o menos unos cuantos minutos.

Oh, este lugar me trae muchos recuerdos, siempre veníamos con mi familia, pero mis padres cada vez tenían más trabajo, tenían y tienen que viajar por trabajo, por eso dejamos de venir y ahora casi nadie se acuerda de este lugar.

- Llegamos... No, no te la quites. - digo deteniendo sus manos. Bajo del auto, lo rodeo y abro la puerta en donde se encuentra Alex. - Yo te llevaré.

- ¿Me cargarás? - dice como niño pequeño y estira sus brazos hacia mí.

- ¡No! - río. Lo ayudo a bajar del auto. - Cuidado. - Asiente, mientras que yo saco la maleta que traje de la cabaña. Agarro sus manos. - Bueno, camina. - Caminamos unos cuantos pasos y creo que aquí está bien. Hago que se detenga y me coloco detrás de él.

- Es... - saco la venda.

- Sí, así es.

- La playa. - mira el hermoso mar. - ¿Por qué no hay más personas en este lugar de la playa? - Ahora me mira.

- Bueno, nadie más que mi familia conoce esta zona. Eso creo. - Coloco mi pulgar y mi índice en mi barbilla.

- ¿Cómo la descubrieron?

- Gracias a los mellizos problemas. - ríe. - En realidad, fue por Kyle. El odioso me tiro arena al cabello. ¡¿Entiendes? Arena! - resoplo un mechón que estaba frente a mí. - Me llevo horas quitármela. - Rueda los ojos. - Volviendo al tema, obviamente yo quería cobrar venganza e intente tirarle aún más arena, pero lo esquivó y salió corriendo, no me quedé atrás y lo perseguí. - él niega con la cabeza, mientras sonríe. - Como éramos pequeños, mis padres y hermanos mayores nos siguieron. Sí, así es mi familia... Yo solo seguía a Kyle, quería vengarme. Él se giró para verme y se tropezó, ya que yo le tocaba los talones, caímos juntos... O bueno, yo sobre él. Reímos cuando vimos a mi madre correr hacia nosotros preocupada y como somos unos locos seguíamos riendo, mientras que mi madre nos regañaba. Luego nos dimos cuenta que en esta parte de la playa no hay muchas personas o casi nadie. Y cada fin de semana veníamos. - saco mi toalla. - Ahora, si me permites, necesito un bronceado.

Comienzo a quitarme la ropa hasta quedarme en ropa interior, creo que no debí hacer eso... Ahora Alex no deja de mirarme.

- Oh, no. Nada de bronceados. - se quita la camisa. «¿Alguien que le traiga un balde para la baba que está por botar?» No molestes. - Cómo que hace calor, ¿no? - me coloca sobre su hombro. - Necesitamos otro baño.

- ¡Alex, bájame! - Estoy cansada de esta frase... Golpeo su espalda. - ¡No me hagas golpearte ahí, de nuevo! - me agarra las piernas. - Yo y mi bocota. - Luego de decir eso ya estábamos bajo el agua. - ¡Alex! - grito una vez fuera del agua y me lanzo sobre él, pero es más rápido y me sujeta de la cintura.

Estamos muy cerca, demasiado cerca. Nuestras respiraciones chocan, nuestras narices se rozan, nos miramos a los ojos hasta que desvía su vista a mis labios, hago lo mismo. Acaso nos... ¿Nos vamos a besar? Yo... Yo no...

Él se acerca y besa la punta de mi nariz. Se aleja y siento un vacío dentro de mí... ¿Por qué estoy sintiendo esto? Es horrible, no quiero sentirme...

- ¡Oh, tú no hiciste eso! - Me acaba de tirar agua en toda la cara.

- ¡Oh, sí que lo hice!

- Pues ahora sufrirás las consecuencias. - Y así comenzamos a jugar con el agua hasta que nos cansamos o bueno, yo me cansé. Sí, lo sé, soy muy floja.

Tendemos las toallas que traje sobre la arena y nos recostamos. Tengo ese presentimiento de que se me olvida algo.

- CamCami.

- Ya deja de llamarme así. - gruño.

- No prometo nada. - suspiro. - Bueno, lo que te quería preguntar es... - Lo miro esperando a que pregunte... Lo piensa un momento, pero igual hace la pregunta. - ¿Sigues sintiendo algo por Ian, ahora que recuerdas todo? - Rápidamente me tenso.

- Ehh... Yo... Bueno, puede que suene masoquista, pero aún lo quiero. Él fue mi mejor amigo, luego pasó a ser mi novio. Él me conoce mejor que nadie o eso creía. - Bajo la mirada triste, pero Alex coloca su mano debajo de mi barbilla y hace que vuelva a mirarlo. Sonrío. - Pero por él no sentí amor. Creo que lo acepté como novio porque sentía que le debía algo... Ya no quiero hablar de eso. - Me coloco mi ropa. - ¿A dónde vamos ahora? - pregunto al ver que ya está cambiado.

- Son las... - ¿De dónde sacó el reloj? - dos y media. - abro los ojos sorprendida. - ¿Vamos por algo de comer?

- Está bien.

- ¡Yo conduzco! - se apresura a decir.

- ¡Noo! - Sale corriendo con la maleta en mano hasta su auto.

- Cam. - me llama cuando ya estoy dentro del auto.

- ¿Sí? - lo miro. Sonríe divertido.

- Nena. - una sonrisa adorna su rostro... Esperen... ¿Cómo me llamo?

- Idiota.

- Oh, hace tiempo que no te decía así. - reímos, recordando lo que pasó el primer día.

______________

"Voten y comenten"

¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora