Capítulo 31

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NARRA ALEX:

- Eso estuvo delicioso. - dice Cam acabando lo que había en su plato.

- Tú lo has dicho. - hago una seña al mozo que nos atendió. Se acerca, creo que lo estoy empezando a odiar... ¿Por qué? Pues no deja de mirar a mi Camille... Esperen, un segundo... ¿Dije mi?

«Así es, tú lo has dicho... Ya hombre, acepta que te gusta.»

¿Qué? ¿Acaso no es obvio?

Carraspeo llamando la atención de ambos. Pido la cuenta y pago. Camille quiso pagar, pero obvio no la dejé. Ahora está molesta conmigo, pero sé que se le pasará.

Miro el reloj en mi muñeca, aún falta una hora para llevarla a un lugar especial para mí. No pregunten, no se los diré.

- Bueno, mi bella dama. - Noto el rubor en sus mejillas, sonrío. - ¿Qué le parecería ir al centro comercial?

- Prometí no hablar... Mierda. - murmura.

- Ese no es el vocabulario de una dama. - Salimos del lugar y caminamos hasta el auto, me adelanto en abrir la puerta del copiloto.

- Solo porque tengo modales te hablo. Gracias. - La detengo. - ¿Qué pasa?

- No entrarás hasta que dejes de estar molesta conmigo. - suspira.

- Está bien, pero es que no me dejaste pagar. - hace puchero.

- Soy un caballero...

- Y yo independiente, no debes pagarme... - La callo. No, no la besé, le tape la boca con mi mano.

- Entiendo. - asiente. - ¿Dejarás de estar molesta conmigo? - Espero a que responda, pero señala mi mano. La quito de sus labios y suspira.

- Ya no estaré molesta conti... - Beso su mejilla, ella se queda sorprendida, pero segundos después sube al auto. Sonrío.

Subo al auto y salimos rumbo al centro comercial.

***~~***

- Quiero dulces.

- No, mucho azúcar. - Hace un rato que estamos en el centro comercial... Y la verdad ya no sé como entretener a Camille. - ¿Qué tal un helado? - Bueno, es menos azúcar de la que tiene una bolsa llena de dulces.

- Mmmmm... ¡Está bien! - Compramos los helados, yo los pedí. - Oye. - la miro. - ¿Cómo sabes que es lo que me gusta?

- Es que soy un espía. - susurro en su oído, mientras pagamos los helados.

- ¿Sabes? Cada vez mi sospechas se van confirmando. - frunzo el ceño. ¿De qué está hablando? ¿Qué sospechas? - A eso le llamo acosador. - se aleja de mí. - ¡Oh, Dios! ¡Un aco... - cubro su boca.

- Esto lo haces por los dulces, ¿cierto? - asiente y niego con la cabeza riendo.

***~~***

Ya pasó la hora y estamos camino al auto. En todo el tiempo que estuvimos en el centro comercial, fuimos de tienda en tienda y por fin, la señorita me dejó comprarle algo.

- ¿Sabes? Puedes pagarme el peluche. - sonríe.

El peluche es un panda.

- ¿En serio? - Asiento.

- Sí, con un beso. - lo piensa un momento y asiente.

¿Enserio acepto? ¿Qué tenía ese helado?

¿Quién es Alex? | (Saga Sueños) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora