Tyler había podido convencer a Jenna de que lo dejara entrar a su casa, eso y además tenía llave por lo cual motivó otra opción.
Había dormido en el sofá durante los últimos días, cosa que jamás había hecho, y era realmente incómodo, Jenna no lo había siquiera mirado, cuando el intentaba a habla con ella sólo lo ignoraba, en parte la entendía, y prefirió no decir nada, y siempre se iba al trabajo sin decir más.
Cuando regreso del trabajo, apenas abrió la puerta y pudo escuchar la voz de Debby y Jenna. Respiró profundo y fue hacia la habitación de Jenna, estaban las dos frente a frente, y Jenna estaba llorando.
—Jenna...
Jenna sólo se dio la vuelta dándole la espalda, cubriendo su boca para que no escuchara su llanto. Debby se puso de pie y se acercó a Tyler.
—Tyler, es mejor que nos dejes solas—dijo tocando su brazo suavemente—Tienes que dejarnos hablar, por favor.
Tyler ni siquiera le había puesto atención a las palabras de Debby. Su mirada estaba sobre la mano de Debby, donde había un anillo de compromiso, sintió sus labios temblar, asintió sin más y se dio la vuelta para salir de la casa.
Fue hasta su auto y comenzó a conducir. Sentía un nudo en la garganta y sus ojos se estaban empañando, intentaba no llorar, se había dicho que no lloraría más por Josh, pero no lo cumplía muy bien.
Sin darse cuenta, estaba conduciendo hacia el parque donde Josh lo había llevado, la vez de su cita. Al llegar, fue directamente hacia la fuente, se paró frente a ella y un suspiro tembloroso salió de sus labios.
La última vez que había visto a Debby, no tenía puesto ese anillo, lo que quería decir que Josh había tomado una decisión, y esa decisión no lo incluía a él.
Tyler creí que era masoquista o algo por estilo por ir precisamente a ese lugar, frente a esa fuente, donde no quiso admitirlo ese día, que cuando fue con Josh la primera vez a ese lugar, cada uno de sus besos, de sus lindas palabras, cada vez que lo abrazaba y sólo se quedaban así, en silencio disfrutando del calor del otro, fue cuando el se quiso negar sus crecientes sentimientos hacia Josh. Y ahora estaba tan molesto consigo mismo al dejar que esos sentimientos avanzarán.
Metió su mano dentro de su pantalón y saco la moneda que Josh le había dado, si, desde ese entonces siempre cargaba con ella. La miro y después miro la fuente.
—Creo que todo lo que me queda pedir ahora—murmuro sonriendo con desgano—Es que seas feliz, sea con quien sea que quieras estar.
Tyler arrojó la moneda a la fuente, la vio hundirse hasta que cayo junto a las demás monedas. Se abrazo a si mismo y bajo la cabeza, esta vez sin poder evitar las lágrimas.
—Oh, no creí que te llegaría a encontrar aquí.
Tyler levantó la cabeza y con rapidez limpió sus lágrimas sin darse la vuelta.
—¿Qué quieres, Josh?—dijo con indiferencia.
—Quería estar un momento solo—dijo caminado hasta pararse junto a Tyler—Y este lugar me pareció perfecto para eso.
—C-Creo que me iré entonces—dijo Tyler dándose la vuelta con la intención de irse pero la voz de Josh lo detuvo,
—¿Qué hacías aquí, Tyler?—lo cuestiono—Después de todo lo que pasó creo que este lugar es de los que menos querrías estar.
—Sólo...vine a deshacerme de algo—dijo, aún sin darse la vuelta.
—¿De que cosa?—pregunto Josh.
