Me desperté pensando en él como suelo hacer todos los días pero hoy fue distinto, a pesar de siempre soñarlo, fue un sueño que se diferencia de los otros.
Lo hablé, le dije que por favor necesitaba verlo, decirle todo lo que él debe saber, lo cual aceptó y organizamos el lugar donde nos encontraríamos. Después de tanto tiempo sin verlo, sin ver esos lindos ojos que tiene, su cabello largo, su pequeña barba que siempre me traía loca porque la verdad es una de mis debilidades, su boca que alguna vez la besé, todo en él me encanta. Sé que no el chico más guapo del mundo, pero en mi mundo lo es, y siempre lo será.
Volviendo al tema de que nos encontraremos, tengo que admitir que estaba nerviosa, siempre lo estaba cada vez que tenía que verlo. Suelo imaginar las conversaciones, lo que diría, como actuaría pero al final siempre termina siendo otra cosa.
Llegó la hora y fui a aquella plazita, el todavía no llegaba así que encendí un cigarro. Mientras me hundía en mis pensamientos y en el humo del cigarrillo, sentí que alguien me toco el brazo, me volteo a ver y era él, no podía creer que él haya venido y mucho menos podía creer que él me dedico una sonrisa... Me saludó con un beso en la mejilla y nos sentamos.
G: y ¿cómo estás? Tanto tiempo sin verte y sin hablarnos.
A: yo creo que bien, respiro y estoy viva ¿no? Bueno pasaron tantas cosas para que no nos veamos y hablemos.
G: ¿ya vas a empezar?
A: ¿con qué?
G: con tus forreadas.
A: ya te dije que si vos lo tomas así es tu problema.
G: bue.
Quedamos en un total silencio y para mí fue lo más incómodo que saque un cigarro para encenderlo, él me miro y luego miro mi cigarrillo.
A: ¿queres uno?
G: no, yo no fumo y está mal.
A: ¿estas seguro de que no querés? Quién sabe, tal vez será la última vez que compartamos algo entre lo dos.
G: ¿qué querés decir con eso?
A: quiero escuchar lo que tenés para decirme, lo que supuestamente vos decís que yo no sé para no tener que bardearte a vos y la pelotuda esa.
G: te calmas, primero comienza vos que sos la que quería que me encontrara con vos.
A: no diré nada hasta que sepa que vale la pena decírtelo.
Y ahí me desperté o tal vez ya no recuerdo que seguía en mi sueño. Siento que fue como una despedida, un adiós para siempre, un "acá definitivamente termina todo lo poco que tuvimos" y no, no quiero que termine. Quiero tenerlo de vuelta, juré esperarlo eternamente y lo voy a cumplir de verdad. Porque llegué a quererlo muchísimo y estoy confundida, no sé si lo amo por eso necesito que él me lo aclare, lo necesito en mi jodida vida. Simplemente lo quiero a él y a nadie más.
Aquí termina mi relato de hoy, hasta mañana querida mente que no me deja en paz.