Estoy tan enfocada en él. Vienen a mi ciertas preguntas... ¿Por qué terminó así? ¿Qué tiene ella? ¿Por qué no me eligió a mi? Yo te prefiero a vos, mientras a mí, me tocó verte preferir a alguien más. Él se convirtió en la persona de la que hablan las canciones. Y siguen las preguntas tratando de hundirme. ¿Me seguirá queriendo? ¿Pensará en mí como yo lo hago con él? ¿Volverá? No puedo olvidar ese día que lo ví con ella. Primero me sentía mal por haberle engañado, había estado con una amiga en el cual tenía una atracción por ella. Una semana antes de verlo a él con ella, había besado a esa amiga. Me sentí tan mal después de hacer eso, lo engañé. Pero no sé porque ese día venía hacía a mi un mal presentimiento que me insistía a besar a esa chica. Una semana después lo entendí, mi mente quería decirme que él me hizo lo mismo. Fue ahí cuando los ví, y yo sintiéndome mal por haber besado unos labios que no eran los de él. ¿Por qué siempre me negaba que ella sólo era su amiga? Ahora esa amiga es su novia, que curioso ¿no? Me siento tan patética. Tengo que dejar de aferrarme a algo que nunca va a pasar pero no puedo, simplemente no quiero. Me da tanta tristeza y odio verlos juntos. Yo tendría que estar en el lugar de ella. Ayer fué 18. Un 18 de agosto de 2016, lo besé por primera vez. ¿Por qué se dejó besar por mi? Siempre me lo preguntó, porque estoy segurísima que él ya estaba con ella. Desde entonces todos los 18 de cada mes me ponen triste, porque ese día fue el primer y último beso que le di. ¿Qué se supone que debo hacer cuando la mejor parte de mí siempre fuiste vos? Te odio por no quererme como yo te quiero a vos. Me siento tan hundida al ver este amargo final. Esta noche me perderé la angustia, en nuestra conversación, en tus ojos, en tu boca, en tu sonrisa. Me perderé pensando otra vez en vos. Te necesito, idiota...
Hasta mañana querida mente que no me deja en paz.